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Navarra fue una de las Comunidades Autónomas pioneras en desarrollar el turismo rural. Lo hizo en 1991, siendo consciente de la riqueza de su entorno, que mezcla paisajes alpinos, atlánticos y mediterráneos.
Una combinación que hace posible que en un mismo territorio nos encontremos altas cumbres, extensos valles, bosques llenos de color, gargantas, lagos y hasta áridas llanuras que se han convertido en uno de los emblemas de la región: las Bardenas Reales.
En total, Navarra cuenta con tres parques naturales, lo que supone un gran atractivo para el turismo rural y el agroturismo. Este último permite al viajero acercarse a los oficios tradicionales de la montaña como el pastoreo, la ganadería, la apicultura, la vendimia y la artesanía.
Maravillas de la naturaleza navarra
Las Bardenas Reales son una de las imágenes más representativas de Navarra junto con los San Fermines y los cogollos de Tudela. Las Bardenas son una Reserva de la Biosfera (declarada por la Unesco) compuesta de caliza y arcilla donde la erosión del viento y el agua ha ido moldeando las piedras hasta darles formas increíbles.
Su gran parecido con Marte ha hecho que algunos de sus monumentos naturales como Las Cortinillas hayan servido de escenario para películas como 007 El mundo nunca es suficiente y Anacleto agente secreto, entre otras. También Juego de Tronos situó aquí el Mar Dothraki.
La escasa vegetación contrasta con la que podemos encontrar al norte, en el Pirineo Oriental. En él está la Selva de Irati, el segundo hayedo-abetal más extenso de Europa que se mantiene prácticamente virgen. Un verdor que se nutre del agua de los arroyos, torrentes y embalses como el de Irabia.
Además de las Bardenas Reales, la ruta del cine en Navarra también incluye otras localizaciones como Leitza, donde se rodó Ocho apellidos vascos; Lekunberri-Larra, con Campanadas a medianoche; Olite, con Los Borgia; el valle de Baztan, donde discurre la película de Baztan; Zugarramurdi, con Las Brujas de Zugarramurdi; Alto del perdón, con The Way; o Pamplona, con No tengas miedo y Blue Lips, entre otros.
No te pierdas una visita a la Selva de Irati en otoño. Esa es la época de la berrea, cuando los ciervos están en celo e intentan conquistar a las hembras con sus berridos.
Las cumbres más altas de Navarra las encontramos en el Valle del Roncal, donde está la Mesa de los Tres Reyes, la montaña más alta de la región. Aquí puedes visitar algunos de los pueblos más característicos de la montaña como Burgui, Roncal e Isaba.
El valle del Roncal es conocido por ser uno de los mejores destinos para ver las estrellas. La limpieza y calidad de su cielo le han permitido obtener la certificación Starlight. Otros lugares donde disfrutar del manto de estrellas son el pueblo medieval de Gallipienzo, en la zona Media, que al estar en lo alto de un cerro ofrece vistas de 360 grados; y en Guirguillano, en la Merindad de Estella, donde está el Observatorio astronómico.
En una escapada rural por Navarra tampoco puede faltar una visita a las foces de Arbaiun y la de Lumbier. La primera de ellas está situada en el Valle Salazar, donde el homónimo río ha ido moldeando el paisaje formando la garganta más extensa de la región.
En la segunda de ellas, Foz de Lumbier, pasa la Vía Verde. Ambas foces son conocidas por ser zona de protección de aves y en ellas se pueden avistar diferentes especies como los buitres leonados.
Entre los parques naturales destaca el de Urbasa-Andía, compuesto de prados y frondosos hayedos donde pastan las ovejas con cuya leche se elabora el popular queso Idiazábal.
Aquí está el impresionante mirador natural del circo del nacedero de Urederra y el monasterio de Irantzu. La sierra cuenta con numerosas rutas de senderismo que te llevarán hasta los lugares más bonitos de Urbasa como a sus miradores o a la zona de dólmenes y menhires.
Las cuevas son otro de los atractivos naturales de Navarra. Aunque hay varias que se pueden visitar, hay dos que destacan especialmente: la de Mendukilo, en las profundidades de la sierra de Aralar; y la de Zugarramurdi, conocida por las celebraciones paganas y la brujería.
Turismo activo en Navarra
La combinación de las altas cumbres con las extensas llanuras ha hecho posible la creación de una gran oferta de actividades deportivas y de aventura para todos los niveles.
Existen rutas de senderismo como las vías verdes, que recorren diferentes puntos de Navarra, y el Camino de Santiago, que cuenta con dos vías: la de Roncesvalles a Viana y la de Sangüesa a Puente la Reina. Si se prefiere hacer con un guía, además, Navarra ofrece hasta 120 paseos guiados por 16 senderos que se adentran en sus bosques, visitan cuevas con historia y permiten obtener las mejores vistas. 7 de ellos recorren el Camino de Santiago francés.
Para los que prefieran hacerlo en bicicleta, existen 44 paseos guiados por 7 puntos de la región: Vía Verde del Bidasoa, Camino Natural-Vía Verde del Plazaola, Camino Natural-Vía Verde del Vasco-Navarro, Camino Natural-Vía Verde del Tarazonica, Paseo Fluvial del Arga (Pamplona / Iruña y comarca), Parque Natural de Bardenas Reales y Espacio de BTT Tierra Estella-Lizarraldea. La longitud del recorrido va de los 12 a los 36 kilómetros y están dirigidos a todas las edades.
Desde Turismo de Navarra se van a ofrecer paseos guiados a caballo los fines de semana de octubre y noviembre para conocer los bosques y paisajes en otoño. Las salidas consistirán en la realización de recorridos de 2 horas como máximo dirigidos a personas sin conocimientos de equitación y tendrán una parte inicial de aprendizaje.
Los más aventureros también pueden descender el río Irati y Salazar en piragua, montar a caballo por la foz de Lumbier, por la ruta d´Artagnan o las Bardenas Reales, practicar escalada, espeleología, barranquismo, pasear en segway, hacer montañismo, etc.
Los pueblos con encanto
Navarra cuenta con un increíble patrimonio cultural. Uno de los monumentos más conocidos posiblemente sea el Palacio de Olite, situado en el homónimo pueblo y declarado Monumento Nacional en 1925. Olite fue sede real durante la Edad Media y su popular castillo es uno de los ejemplos más claros del gótico civil.
En el Palacio de Olite vivió Carlos III El Noble (siglo XIV y XV). De aquella etapa destacan los jardines colgantes y los animales exóticos que adoptó como mascotas: jirafas, tigres, etc. Para que los viajeros puedan conocer cómo era la vida en aquella época, existen visitas teatralizadas.
Otros lugares que también disponen de visitas guiadas y teatralizadas son Bargota, que ofrecen la ruta “Ya somos villa”; algunos monumentos jacobeos ubicados en el Camino de Santiago, donde se realiza el Viernes de cuento para conocer historias de la época; y el Monasterio de Irantzu, la grandiosa abadía cisterciense donde, además del teatro, los días 23 de septiembre y 7 de octubre los asistentes podrán degustar productos de la tierra.
Otro de las fortalezas que tampoco pasan desapercibidos es el de Javier, llamado así porque en él vivía Francisco de Javier, patrón de Navarra. De estilo medieval, en él destaca la imponente torre del Homenaje. Como curiosidad, en el mes de marzo algunos de los peregrinos se acercan hasta él en lo que se conoce como la Javierada.
Como construcción religiosa destaca el Monasterio de Leyre, situado junto al embalse de Yesa. El edificio data de la baja Edad Media, aunque tuvo que ser reconstruido después de la conquista musulmana. Actualmente, en él se conserva la cripta del siglo XI; y el pórtico, conocido como la puerta Speciosa.
Además de ofrecer paz y tranquilidad, uno de los encantos del Monasterio de San Salvador de Leyre es que en él se pueden escuchar cantos gregorianos en vivo todos los días. Su extensa programación musical también incluye recitales, audiciones y conciertos de órgano.
También de estilo medieval es Ujué, uno de los pueblos más bonitos de Navarra que bien merece una visita. Aquí se puede visitar el Santuario-Fortaleza de Santa María de Ujué, que se erige sobre lo alto del pueblo. Como curiosidad, la virgen de Ujué es una de las más veneradas de la zona, por lo que aquí se celebra una de las romerías marianas de mayor antigüedad de navarra.
Estella Lizarra es otra de las localidades imprescindibles. En el siglo XV era conocida como Estella la Bella por ser una de las ciudades románicas mejor cuidadas; y también como la Toledo del norte por los palacios, casas señoriales, conventos, puentes, etc.
Los que busquen un pueblo navarro típico del Pirineo, entonces no se pueden perder una visita a Ochagavía, con sus calles empedradas y el puente medieval. Está a 764 m de altitud y también es conocido por las tradicionales danzas en honor a la virgen de Muskilda.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
por que no decis que en navarra hay … x casas rurales por que salen estas enmarcadas y no se puede continuar viendo mas
no me parece justo
me encanta ,precioso muchas gracias un saludo