A los pies de la sierra de Alcarama encontramos Cervera del río Alhama. Este pueblo de La Rioja, ubicado a unos 30 km de Tudela y a 87 km de Logroño, sin duda, podría proclamarse como uno de los pueblos más románticos de España. Y es que este lugar fue escenario de una historia de amor que no conocía y no solo me ha atrapado, sino que me ha calzado durante años. Lo sé. No estás entendiendo nada de lo que digo, pero si me acompañas te lo explico.
Una historia de amor que acaba recorriendo el mundo
Corría el año 1915, en plena Primera Guerra Mundial (1914-1918) cuando Gregorio, un artesano del calzado afincado en Cervera del río Alhama decidió crear una zapatilla que bautizaría con el nombre de su primer amor, su esposa Victoria. Seguro que ya empiezas a sospechar de qué va la cosa.
Efectivamente, hablo de ‘las Victoria’, cuyo origen tiene cierta analogía con el Taj Mahal (India), ya que este fue mandado construir por el emperador Shah Jahan por amor a su esposa Mumtaz Mahal. «Nuestra gran aventura comienza con una historia de amor que ha cautivado a millones de personas en más de 50 países durante los últimos 109 años», celebra la firma.
«La mítica zapatilla Victoria de lona, que en los años 80 llegó a convertirse en el símbolo de toda una generación», explica la marca a EscapadaRural.
«Huele a Victoria»
Y ahora lanzo una pregunta para aquellos lectores que hayan tenido una de estas zapatillas nacidas en Cervera del río Alhama. ¿Al sacarlas de su envoltorio la primera vez no os pareció que tenían un olor particular? Pues sí. La empresa cuenta que las cajas tienen un olor a fresa que lo invade todo. Y esto «no es pura casualidad, ya que el aroma se remonta a la posguerra española, cuando la escasez era una constante que agudizaba el ingenio».
«En aquella época, el caucho natural con el que fabricamos nuestras zapatillas comenzó a faltar·, explican. Por tanto, había que buscar una solución y en Victoria decidieron cambiar la receta. «Comenzamos a reutilizar neumáticos para transformarlos en suelas. Como el olor del neumático era tan fuerte, se empleó un perfume con aroma a fresa para camuflarlo, y desde entonces ese olor nos ha acompañado convirtiéndose en una seña de identidad».
La alpargata es la seña de identidad de Cervera del río Alhama
Pero con lo que te vamos a contar ahora, lo de las zapatillas nacidas por amor casi se queda en una anécdota. ¿Sabías que Cervera del río Alhama es la cuna de la alpargata? Pues tanto es así, que se ha convertido en un calzado habitual, tanto de la reina emérita doña Sofía, como de la reina Letizia.
Pero la cosa no queda aquí, y es que la alpargata de Cervera ha traspasado fronteras. Muestra de ello es que hasta la mismísima Jill Biden (ex primera dama de los Estados Unidos) fue catalogada por larioja.com como «la nueva influencer de Alhama» después de lucir una alpargata cerverana con un modelito de Óscar de la Renta en la cumbre de la OTAN en 2022.
EscapadaRural ha hablado con fuentes de turismo de la localidad, quienes celebran la reputación de Cervera de Alhama en esta industria «gracias a nuestros predecesores, que han tenido que recorrer un largo camino que no siempre ha sido fácil».
Desde el siglo XVII confeccionando alpargatas
La alpargata de Cervera era elemental, mínima y simple en su confección. Se elaboraba a partir del cáñamo, una materia prima que mayormente se cultivaba en la cuenca del Alhama. Además, era un proceso totalmente manual, en el que participaban tanto hombres como mujeres.
Los primeros datos fehacientes que relacionan a Cervera del río Alhama con el mundo de la alpargata datan del siglo XVII y provienen del informe realizado por Pedro Veluti en 1683. Por aquel entonces, se conocía la existencia de 60 alpargateros en la localidad, lo que en pocos años aumentó hasta la cifra de 77.
Problemas como el contrabando o la despoblación hicieron que la Corona de Castilla decidiese invertir en el desarrollo de fábricas en Cervera, lo que posicionó a la localidad como un importante enclave para la industrialización de la época. Así, consiguió especializarse en lo referente al cultivo del cáñamo y del lino obteniendo, incluso, el privilegio de contar con la Real Fábrica de Lonas, en la que se elaboraron velas para los barcos de la marina mercante entre 1790 y 1808.
A partir de 1850 la vieja industria artesanal pasó a un nuevo modelo industrializador que concentró la población y la producción en este hermoso pueblo de La Rioja. En el siglo XIX el sector alpargatero fue consolidándose y cogiendo fuerza, convirtiendo a la localidad en la cuna de la producción de este tipo de calzado en España.
Qué ver en Cervera del río Alhama
Y ahora os invitamos a hacer un breve recorrido por este bello pueblo, ideal para una escapada en cualquier estación del año, tanto si vas solo como acompañado.
Si eres amante de la arquitectura religiosa no puedes dejar de visitar la iglesia de Santa Ana (siglo XVI), la iglesia de San Gil, las ermitas de San Antonio y La Soledad o la basílica Nuestra Señora del Monte.
La iglesia de San Gil fue construida a principios del siglo XII por orden de Alfonso I el Batallador, y con un culto recientemente nuevo como es el de San Gil, llegado desde Francia. El primitivo templo fue transformado al estilo gótico apenas tres siglos más tarde.
La estructura de la iglesia se basa en una nave central con 5 capillas laterales y una hexagonal adosada a su cabecera. Una de las capillas que más culto recibe en Cervera es la del Cristo del Perdón, celebrado el día 3 de mayo. En cuanto al retablo mayor, en estilo tardo-renacentista y de tipo escultórico, se relatan sucesos de la vida del Santo.
La ermita de San Antonio es un pequeño templo de estilo barroco construido en el siglo XVIII que está ubicado en un entorno natural privilegiado, rodeado de montañas y vegetación exuberante. Esta ermita ha sido lugar de culto para los habitantes de Cervera del Río Alhama durante siglos, y sigue siendo un punto de referencia importante para la comunidad local.
Los puentes y el agua, grandes patrimonios de este pueblo de La Rioja
Cervera del río Alhama esta ubicada a orillas del río que lleva su mismo nombre, por lo que los puentes son un importante patrimonio de la localidad. Por ejemplo el puente de Zamora, el puente del Molino y el puente del Barranco de Valdelalasa, que es de origen romano, como el puente de las Navas.
Y es que el agua brota por todas partes en este pueblo riojano, por lo que puede considerarse como uno de sus mayores patrimonios naturales. Entre ellos, pozo Largo, una visita imprescindible que encontrarás dentro de la ruta de la vía verde, en la que descubrirás cascadas naturales perfectas para refrescarte, tomar fotos o, simplemente, para disfrutar de un momento de paz inigualable.
Y así, como quien no quiere la cosa, te diré que en 2022 encontraron huellas de dinosaurio en el techo de una cueva artificial del municipio. Como ves, a este pueblo de La Rioja no te lo acabas.
Verónica Gómez
Periodista, madre de Hugo y Enzo a tiempo completo e investigadora incansable, diría que hasta cuando duermo. Antes en Crónica Global, El Liberal y El Mundo Catalunya