8 pueblos de Ávila para una escapada de ensueño

Escrito por

26.10.2024

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9min. de lectura

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Arévalo medieval
Plaza de la Villa de Arévalo, uno de los pueblos más bonitos de Ávila. Por: anavarro1965

Picos montañosos, agua, bosques, castillos y murallas medievales intactas son solo algunos de los ingredientes que forman la provincia de Ávila. Y para que lo veas con tus propios ojos, EscapadaRural te invita a hacer un recorrido inolvidable.

Durante el tour descubrirás 8 pueblos de Ávila que te dejarán con la boca abierta. Todo un show de naturaleza, historia y costumbres de la vida rural en estas villas, cuyo legado histórico te transportará a épocas pasadas. Solo tienes que planear una escapada a esta provincia de Castilla y León y prepararte para pasear por hermosos cascos viejos de calles empedradas. ¿Nos acompañas?

Candeleda

Puente romano en Candeleda (Ávila). por Bruinogm

Candeleda es uno de esos pueblos de Ávila que cualquier amante del turismo y la naturaleza debe conocer, porque conjuga a la perfección todos los elementos necesarios para ofrecerte la estampa rural más bella que puedas imaginar. 

Un lugar en el que 5.000 habitantes conviven en casas de madera con balcones cargados de flores y entre un patrimonio arquitectónico que evoca a siglos pasados. En Candeleda descubrirás tesoros como el museo del juguete de hojalata, en la plaza Mayor, el santuario de Chilla o el barrio de la judería y vestigios prehistóricos como el Castro celta El Raso, uno de los yacimientos célticos más importantes de toda la península ibérica.

Todo ello en un entorno rodeado de ríos, riachuelos, gargantas de agua y bosques. Y, por si fuera poco, a este panorama natural se une un clima peculiar, ya que está cobijado por la sierra de Gredos.

La localidad se encuentra al sur de la provincia, junto al valle del Tiétar. Así que es fácil imaginar que en Candeleda no te va a faltar ni naturaleza ni un buen plato de comida sobre la mesa. Menuda gastronomía tiene la zona.

El Barco de Ávila, la capital del Alto Tormes

El castillo de Valdecorneja, en El Barco de Ávila (Ávila). Por David Pérez

El Barco de Ávila es otro de los pueblos imprescindibles si estás planeando hacer una escapada a la provincia de Ávila. A orillas del río Tormes, esta localidad atesora un gran patrimonio arquitectónico, que demuestra la importancia que tuvo esta villa en tiempos pasados.

Sus orígenes se remontan a un antiguo enclave vetón y durante la época romana se convirtió en un punto importante para el comercio al ser ruta de paso entre Extremadura y tierras castellanas. Una importancia que se fue consolidando con el paso de los siglos bajo la influencia de la Casa de Alba.

Entre sus principales atractivos está el castillo de Valdecorneja (s.XII), que fue propiedad de la casa de Alba, la casa del Reloj, el museo de la Judía o la ermita del Santísimo Cristo del Caño. Estas dos últimas separadas por el río Tormes y conectadas, a su vez, por un hermoso puente románico.

Situado en un lugar estratégico a orillas del río, este bonito pueblo de la provincia de Ávila es una vía de acceso hacia el Valle del Jerte en Extremadura y la Sierra de Béjar en Salamanca.

Casillas

Casillas, uno de los pueblo de Ávila que no puedes perderte. Por Miguel Angel Masegosa Martínez

En medio de un gran bosque de castaños y robledales, la orografía y naturaleza de Casillas hacen de la localidad abulense un lugar ideal para darse una escapada. Podrás disfrutar de paseos reparadores en plena naturaleza o practicar cualquier tipo de deporte al aire libre.

Entre sus puntos de interés está la iglesia de San Antonio de Padua, un templo sencillo construido en el siglo XVI y restaurado en el XX. De sus orígenes conserva el frontal primitivo y un retablo, obra de Pedro de Salamanca y Jerónimo Rodríguez y las pinturas de Jerónimo de Avila, uno de los pintores abulenses más destacados del Renacimiento.

También podrás visitar el museo etnográfico La Resina o la ermita de San Isidro, de reciente construcción, que está situada en medio de una pradera y donde se celebra cada año una atractiva romería en honor al santo.

Bonilla de la Sierra, uno de los pueblos de Ávila más desconocidos

Puerta de Piedrahita en Bonilla de la Sierra (Ávila). Por andromedicus.

Bonilla de la Sierra es uno de esos lugares que no descubres por casualidad. No te pilla de paso a ningún sitio y eso hace que corras el riesgo de perdértelo, a no ser que seas de aquellos que disfruta trasteando por Internet en busca de pueblitos injustamente olvidados por el turismo de masas.

EscapadaRural te invita a buscar en el mapa la AV-P-638, una carretera abrazada por vegetación a ambos costados que te llevará directamente a Bonilla de la Sierra, declarada Conjunto Histórico Artístico el 4 de mayo de 1983. Enclavada en el corazón del valle de Corneja, esta localidad acapara un gran legado cultural de sus antepasados.

Este lugar fue alojamiento y visita de reyes, nobles y eclesiásticos, además de una de las villas más importantes del valle del Corneja. En ella podrás descubrir la belleza. Muchas de las viviendas lucen todavía escudos nobiliarios y mantienen su carácter castellano de piedra y madera, un estilo que sigue adoptando la nueva construcción.

Arévalo

Arévalo. uno de los pueblos de Ávila que no te puedes perder
Castillo de Arévalo (Ávila). Por Zona Free Drone

Arévalo es una antigua villa ubicada en el norte de la provincia de Ávila y en el límite entre Segovia, Valladolid y Ávila. Este municipio fue lugar de residencia de Isabel La Católica durante su infancia. Entre los elementos destacados para ver tenemos su imponente castillo, la plaza de la Villa con la iglesia de San Martín, la casa de los Sexmos en la que se firmó el Tratado de Tordesillas en 1494 y que hoy es la sede del Museo de Historia de Arévalo.

Uno de los consejos que dan los visitantes es que se puede aparcar fácilmente en la plaza del Arrabal y visitar a pie desde esta todos los puntos turísticos de interés. La localidad está rodeada por los ríos Arevalillo y Adaja, defensas naturales de la ciudad.

Mombeltrán, una villa cargada de historia

Castillo de Mombeltrán en Ávila. Por Mombeltrán

Si decides hacer una escapada a la provincia de Ávila no puede faltar la visita a Mombeltrán, perteneciente al barranco de las Cinco Villas, al sur del valle del Tiétar.

Sin duda, el mayor atractivo de esta localidad es el castillo de los duques de Alburquerque, símbolo de la tradición señorial, construido en el siglo XV y declarado Bien de Interés Cultural en 1949. Está considerado uno de los castillos más imponentes de toda Castilla y León. Y no es de extrañar, porque parece sacado de un cuento.

Además del castillo, podrás visitar el hospital de Peregrinos de San Andrés o la iglesia de San Juan Bautista (siglo XIV), la cual fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1982.

Arenas de San Pedro

Puente romano Aquelcabo en Arenas de San Pedro (Ávila). Por Emilia

Otro de los pueblos de Ávila digno de estar en cualquier ranking de los más bonitos de la provincia es Arenas de San Pedro, ubicado en el valle del Tiétar, en pleno corazón de la sierra de Gredos.

Este pueblo de origen medieval cuenta con varios edificios declarados Bien de Interés Cultural. Entre ellos, el conocido como castillo de la Triste Condesa, una edificación de estilo gótico que se construyó con fines defensivos pero acabó siendo una residencia señorial. También es una visita obligada el palacio del infante Don Luis de Borbón y Farnesio, un palacio de estilo neoclásico de finales del siglo XVIII, y el convento de San Pedro de Alcántara, también del siglo XVIII.

No se puede abandonar Arenas de San Pedro sin cruzar el puente romano, visitar el hospital de San Bartolomé, apreciar la arquitectura popular, acercarse la cueva del Águila y, si el tiempo lo permite, darse un chapuzón en las piscinas naturales de sus alrededores.

Las Navas del Marqués

Castillo de Magalia en Las Navas del Marqués (Ávila). Por franciscojose

Si por algo destaca la villa de Navas del Marqués es por edificios como el Castillo de Magalia, de estilo renacentista. Este estuvo habitado durante dos siglos por los descendientes de su primer marqués. Una vez que éstos entroncaron con los Medinaceli, en el siglo XVIII, pasaron a vivir más cerca de la Corte.

También el Convento de Santo Domingo y San Pablo, fundado por los primeros marqueses de Las Navas, D. Pedro Dávila y Dña. María de Córdoba. Según explican desde turismo de Las Navas, «se puso la primera piedra el día de San Pablo de 1546, tomando posesión como prior Fray Alonso Rubio en 1547. Y allí, durante dos siglos y medio, diversas promociones de frailes dominicos se dedicaron a curar las almas de los naveros».

Al pasear por los monumentos de la localidad, tendrás la sensación de haberte transportado en el tiempo. Podrás recorrer rincones que un día fueron morada de grupos de pastores, casas palaciegas de grandes marqueses o lugares de culto y refugio de monjes y sacerdotes.

Verónica Gómez

Periodista, madre de Hugo y Enzo a tiempo completo e investigadora incansable, diría que hasta cuando duermo. Antes en Crónica Global, El Liberal y El Mundo Catalunya

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