Turismo familiar, un nicho de mercado a tener en cuenta por los propietarios rurales

El I Congreso Internacional de Turismo Familiar, celebrado los días 12 y 13 de noviembre en Catalunya, reunió a multitud de profesionales y usuarios del sector para intercambiar opiniones y ponerse al día en las tendencias que van surgiendo cada año.

Para la ocasión, acudieron ponentes nacionales e internacionales quienes pusieron sobre la mesa situaciones y debates que afectan a los turistas que viajan en familia. Un tipo de turismo al que hay que cuidar y mimar, ya que cada vez son más las familias que sacan tiempo libre para coincidir con sus allegados y realizar experiencias conjuntas.

Los padres buscan convertirse en héroes ante unos hijos cada vez más exigentes. Los avances en internet y las nuevas tecnologías y una sociedad consumista hacen que cada miembro de la familia tenga sus propios gustos y expectativas ante un período de vacaciones, normalmente durante el verano, donde prima el qué hacer.

Alojamientos rurales

Las casas rurales también tienen su parcela de protagonismo en este nicho de mercado, el turismo familiar. El concepto “ir a pasar un fin de semana al pueblo en familia” no se limita exclusivamente a ir a un alojamiento rural. Las familias piden actividades complementarias, sobre todo, para los niños entre los 9 y 10 años y los adolescentes entre los 16 y 17 años.

A este perfil de viajero hay que tenerles muy en cuenta, puesto que el 19% de las familias buscan alojamientos rurales, y en toda España el gasto de las familias que realizan turismo asciende a las 16.600 millones de euros.

Lo que antes era gratuito, ahora se vende

Las oficinas de turismo, los pequeños y grandes empresarios del sector y agentes externos comienzan a entender que el turismo en familia es algo más que pasar tiempo juntos. Las experiencias extremas, solidarias o el contacto con la naturaleza, entre otras propuestas, están en auge. Los parques temáticos han estado y están a la orden del día, pero no es suficiente. La tendencia dicta que los quehaceres habituales de antaño, como ordeñar vacas, hacer rosquillas, limpiar la granja… se han convertido en actividades demandadas por los niños, y no tan niños.

En definitiva, la especialización es lo que te diferencia de la competencia. Si tienes una casa rural a la que acuden muchas familias, turismo sénior o grupos de amigos a los que les gusta el esquí, la recolecta de setas o avistar pájaros no desaproveches la oportunidad.