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No hay excusas para no visitar Debabarrena. Se trata de una comarca guipuzcoana que se encuentra en el centro del País Vasco. A menos de una hora de las 3 capitales vascas: Bilbao, San Sebastián y Vitoria.
Su ciudad de referencia es Eibar, quizá la conozcas por su pasado armero o su equipo de fútbol en Primera División. Igualmente la comarca está conformada por 8 pueblos (Deba, Eibar, Elgoibar, Ermua, Mallabia, Mendaro, Mutriku y Soraluze) con personalidad propia e historias que contar.
1. Geoparque de la Costa Vasca
Los municipios de Deba, Mutriku y Zumaia comparten un gran tesoro, el Geoparque de la Costa Vasca. Sus acantilados muestran más de 60 millones de años de la cronología del planeta y del ser humano. “Escritos” en forma de libro, donde se leen algunos de los eventos más significativos de la historia reciente de la Tierra, como la gran extinción de los dinosaurios.
¿Pero qué es realmente un Geoparque? Un territorio que contiene tanto un patrimonio geológico singular como una estrategia de desarrollo propia.
Sin lugar a dudas, el Geoparque de la Costa Vasca es el principal reclamo para visitar la comarca de Debabarrena, en el País Vasco. Sus acantilados y playas, ahora famosas por la serie Juego de Tronos y la película 8 apellidos vascos, lo han puesto en el candelero y cada vez son más los turísticas que lo visitan.
Geoparque Mundial de la UNESCO
Desde el año 2010 el Geoparque de la Costa Vasca forma parte de la Red Europea y Red Mundial de Geoparques. Pero no fue hasta 2015 cuando lo declararon parte de la UNESCO, dada su importancia y valor excepcional.
Un viaje geológico
Aunque no sólo el fenómeno geológico se da en aguas del Cantábrico, en el interior de la comarca de Debabarrena hallamos el mundo del Karst. Un mosaico de paisajes rurales originados por el desgaste de la piedra caliza, formada en un pasado bajo un mar tropical.
Por ello cuando realizas algún sendero y te pierdes por el barrio de Lastur, donde se encuentra el espacio interpretativo del Karst, verás que los montes están salpicados por cuevas que ocuparon nuestros antepasados. Cuevas que son objeto de estudio para seguir indagando sobre las actividades e inquietudes culturales que mostraron quienes las habitaron.
Visitas guiadas por el Geoparque de la Costa Vasca
Si la historia te engancha y quieres saber más, te sugiero que realices una de las visitas guiadas por el Geoparque de la Costa Vasca. Son varias las propuestas que ofertan. Puedes consultar el calendario de actividades aquí.
2. Las playas de Debabarrena
Debabarrena combina mar y montaña, así que en un salto te plantas en Deba y/o Mutriku. Las dos únicas poblaciones costeras de la comarca que están unidas por un paseo peatonal con unas vistas de infarto.
Un baño en el Geoparque de la Costa Vasca
Lo más curioso de las 8 playas que atesora Debabarrena es que te puedes dar un chapuzón en playas con historia. Playas que son parte del ya mencionado Geoparque de la Costa Vasca. Observa con detenimiento donde pisas porque puede que te encuentres algún fósil 😉
Las piscinas naturales de Mutriku
Eso sí, la joya de la corona, sobre todo para familias con niños, son las piscinas naturales de Mutriku. Las únicas piscinas naturales de agua marina de la costa guipuzcoana.
Están pegadas al puerto y se llenan gracias a las mareas. Además cuentan con todo tipo de servicios: duchas, socorristas, escaleras para subir y bajar, baños… Es por tanto todo un lujo disfrutar de estas piscinas en un entorno natural como es Mutriku.
3. Naturaleza desconocida
Euskadi es sinónimo de verde, de montes, de paisajes… Así que en tu visita a Debabarrena no puede faltar alguna de las múltiples rutas de senderismo que le caracterizan. Entre las más destacadas estarían:
Ruta de los Dólmenes
Una de ellas es la Ruta de los Dólmenes. Son 20 kilómetros de recorrido, pero puedes dejarlos en 11 (los 9 kilómetros restantes son las posibles subidas que tienes desde 3 localidades diferentes: Bergara, Elgoibar y Soraluze) y centrarte en hacer el cordal Karakate – Iturriberri. Un sendero de baja dificultad y desnivel reducido.
Durante el recorrido fíjate bien porque te encontrarás con monumentos prehistóricos: dólmenes, túmulos y un menhir del neolítico y la Edad de Bronce. Monumentos que podrás identificar con mayor facilidad si te unes a una de las rutas guiadas por la Ruta de los Dólmenes.
Ruta del Flysch
La Ruta del Flysch es una de las más bonitas del País Vasco. Puedes empezar en Deba y terminar en Zumaia, o viceversa, ya que es un sendero lineal.
Durante 14 kilómetros caminas de lleno a través del Geoparque de la Costa Vasca y conoces de primera mano los secretos geológicos que guardan sus impresionantes acantilados.
Valle de Olatz
Pero si no quieres grandes aglomeraciones, tu ruta comienza en el Valle de Olatz (es un barrio perteneciente al municipio de Mutriku). Uno de los valles de Debabarrena, y del País Vasco, más desconocidos y bonitos. Tanto es así que ya se ha ganado el apodo de La pequeña Suiza, por lo verde, lo frondoso de sus árboles y lo cuidado que es este lugar tan aislado.
Se trata de un recorrido circular de baja dificultad atravesando una zona geológica conocida como “polje” (una especie de valle formado por la erosión de la piedra calcárea). Además esta ruta también forma parte del Geoparque UNESCO de la Costa Vasca.
4. Patrimonio histórico
La guinda del pastel, lo que hace que esta comarca de Debabarrena sea tan especial son sus pueblos. Cada uno de un padre y una madre diferente, pero con un espíritu en común.
Mutriku, el pueblo ballenero por excelencia
La historia de Mutriku ha estado siempre ligada al mar. Es un pueblo de tradición ballenera, y así lo hacen constar en cada rincón que visitas.
A lo largo de los siglos muchos han sido los grandes navegantes, famosos y anónimos que han levantado este pueblo, uno de los más antiguos de la costa vasca, y han sabido mantener su identidad y belleza en el tiempo.
De ellos se habla en las visitas guiadas que ofrece Mutriku por su Casco Histórico, declarado Conjunto Monumental en 1995. Aunque también se hace hincapié en la muestra de palacios urbanos y casas-torre de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII que hay repartidas por sus empinadas y estrechas callejuelas.
Deba
Es una villa costera con gran tradición pesquera y comercial. Durante los siglos XV, XVI y XVII vivió su momento más álgido, cuando su puerto se convirtió en uno de los más importantes de España, junto con los de Santander y Bilbao. En ese momento comenzó el auge de la pesca, del comercio marítimo de la lana procedente de Castilla y la exportación de productos elaborados en las numerosas ferrerías del Alto y Bajo Deba.
Tras la decadencia del puerto de Deba, florece una nueva actividad: el veraneo. Es un punto de referencia en cuanto al turismo de sol y playa.
En la actualidad, lo más llamativo y representativo de Deba es la iglesia de Santa María. Está considerada como una de las mejores obras del panorama arquitectónico religioso vasco.
Simboliza una de las etapas más brillantes del País Vasco, el período de fines de la Edad Media y del siglo XVI, en la que las ciudades costeras del norte de la Península ibérica se enriquecieron dedicándose al transporte naval y a la pesca de altura.
Pese a sus dimensiones casi catedralicias hace que pase desapercibida. Pero no imaginas la riqueza que atesora en su interior. La portada policromada, el claustro, la sillería de la sacristía, los restos del edificio gótico… hacen de esta iglesia uno de los conjuntos que mejor ilustran la evolución artística de los edificios sacros de Guipúzcoa.
El curioso núcleo rural de Lastur
Lastur es uno de los núcleos rurales más peculiares del País Vasco. No se puede entender sin mencionar los toros, la piedra y las ferrerías. Son la columna vertebral de un barrio correspondiente al municipio de Deba.
Los toros de Lastur
Lastur es posiblemente la cuna de la tauromaquia vasca. Desde finales del siglo XIX la plaza de San Nicolás ha tenido una actividad continua, siendo los “toros de Lastur” su mayor reclamo. Es decir, “la plaza del pueblo” es una plaza de toros durante los 365 días del año.
Eso sí, en Lastur se entendía la tauromaquia de una manera muy diferente al ideal que ahora conocemos. Se jugaba con el toro. Se toreaba sin muerte y se volvían a soltar en el monte. Fueron considerados como los últimos toros salvajes de Europa. Y ahora la tradición continúa con los toros de Marqués de Saka.
La piedra de Lastur
La piedra de Lastur se ha convertido en una de las rocas ornamentales más reconocidas del norte de la Península. Es conocida por su belleza, resistencia y manejabilidad. Por ejemplo, las torres de la fachada del Santuario de Aranzazu fueron traídas de Lastur.
Tal es la importancia de la piedra que en el valle, “entre piedras”, se descubrieron las cuevas de Ekain, declaradas Patrimonio de la Humanidad por presentar el mejor conjunto de caballos de todo el paleolítico europeo.
Molinos de Plazaola
Los molinos de Plazaola, situados enfrente de la plaza de Lastur, representan una verdadera reliquia patrimonial, ya que antes de su transformación en molinos fueron importantes ferrerías. Al conservarse estupendamente están abiertos al público para su visita y correspondiente demostración.
5. Gastronomía tradicional
El turismo gastronómico en el País Vasco está a la orden del día. Todo aquel que visita este rincón del Norte de España sabe que se encontrará con paisajes verdes, playas alucinantes, historia ancestral y cultura particular. Pero gran parte de su tiempo lo destinará a la gastronomía.
Así que, si algo tengo claro es que en Debabarrena se come muy bien. Hay varios restaurantes, los de toda la vida, que nunca fallan. A los que acudes con el menú aprendido.
Recomendación de restaurantes en Debabarrena
En Soraluce, al restaurante Txurruka se va a comer cordero. Al Urgain, en Deba, pescado fresco y a la parrilla. En el restaurante Salegi, en Itziar, es aconsejable pedir el menú del día o de fin de semana. En el Belaustegi, en Elgoibar, acudes a degustar cocina tradicional con toques de vanguardia.
En Ermua, el restaurante por excelencia es el Mendiola. Al Pikua, en Mutriku, te acercas para degustar comida tradicional y ver un bonito atardecer desde su terraza con vistas al mar.
Esta enumeración son algunos ejemplos de toda la gran variedad de restaurantes que aglutina la comarca de Debabarrena en el País Vasco.
Ah, y no vuelvas a casa después de visitar la comarca de Debabarrena con las manos vacías. El mejor souvenir que te puedes llevar, para seguir saboreando esta comarca vasca, son chocolates de Mendaro. La fábrica desde 1850 está en el mismo pueblo, por lo que podrás adquirirlos ahí mismo.
Miryam Tejada