Pueblos de España que celebran el Día de los Santos Inocentes de manera peculiar
Escrito por
28.12.2021
|
6min. de lectura
Índice
Es un día en el que las risas son habituales aunque también los gruñidos de queja. Las primeras las emite quien gasta la broma y los segundos quienes son víctimas de la artimaña, pero el 28 de diciembre no les queda otro remedio que tomárselo con resignación: es el Día de los Santos Inocentes, la jornada oficial de las bromas, la fecha en la que (casi) todas las travesuras están permitidas.
Por lo general, en todos los países de habla hispana –en los anglosajones celebran el April’s Fools Day, el primer día del mes de abril– la normal es la chufla y pequeñas jugarretas a quien se elija. Pero en algunos pueblos tienen tradiciones especiales que hacen que la fiesta suba de nivel. Estas son algunas de ellas, aunque debido a la crisis sanitaria por el Covid-19 algunas de ellas han sido canceladas.
Fraga, Huesca
En Fraga, la localidad de Huesca, es bastante probable que algún habitante acabe manchado de clara y yema si se despista, aunque seguramente ya esté al tanto de lo que le puede suceder. En dicho municipio, el 28 de diciembre se libra una batalla entre las dos peñas del pueblo en la que ‘pelean’ lanzándose huevos crudos (cocidos sería un poco más doloroso).
Jalance, Valencia
Desde el siglo XVII en la Comunidad Valenciana, en concreto en el pueblo de Jalance, los vecinos se permiten perder la cabeza en dicha fecha. Allí se celebra la Fiesta de los locos, que consiste en que los jóvenes se visten y se pintan las caras de manera disparatada y se hacen con el control de la localidad. Les acompañan los locos veteranos, quienes tienen experiencia en liarla por las calles con música, bailes y desmadre.
Cuando llega la noche empieza el popular Baile de los locos en el que, como es de suponer, la cordura no hace acto de aparición. Además se recaudan fondos destinados a alguna ONG o acto caritativo. Este gesto no solo es propio de este pueblo, sino que es normal que ese día se recoja dinero para ayudar a la beneficencia, especialmente infantil. (Muchos y muchas personas que estén leyendo tendrán en su mente la clásica gala televisiva Inocente, inocente).
Ibi, Alicante
Por ejemplo, en Ibi –una localidad de Alicante conocida por la cantidad de fábricas de juguetes establecidas allí– también ‘despluman’ al personal para destinar el dinero a obras caritativas. Es uno de los resultados del mandato de Els Enfarinats (los enharinados en castellano), una de las fiestas de los Santos Inocentes más conocidas del país.
La mañana del 28 de diciembre dos grupos –solteros por un lado, casado por otros– intentan hacerse con el bastón de mando del Ayuntamiento para lo que se arrojan huevos y harina, además de tirar petardos, para ganar al bando contrario. Los vencedores imponen sus leyes hasta el final del día, que consisten en prohibiciones como la de andar por las aceras, por ejemplo. Así, van por las calles montando jarana y cobrando ‘multas’ a los ciudadanos o los propietarios de los negocios a pie de calle: ese dinero se destina a la beneficencia.
Fuente Carreteros, Córdoba
Los dementes también salen en Fuente Carreteros, situado en Córdoba. Allí tiene lugar La danza de los locos y la del oso, una tradición que también se remonta muchos años atrás, al siglo XVIII. La coreografía está interpretada por los ‘locos’ y termina con el azote simbólico a una persona vestida de oso para alejar a la mala suerte (en el 2020 puede que hasta los más escépticos estén dispuestos a confiar en las leyendas). La fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional.
Tremp, Lleida
En Lleida también hay una localidad que marca esta fecha en el calendario: se trata de Tremp y en ella se celebra L’aixecada del ninot. Durante todo el día un muñeco gigante hecho de madera y papel llamado Llufa Gegant, se cuelga del campanario. Por la tarde, después de un pasacalles que recorre la localidad, los más pequeños se reúnen y cantan para que el muñeco se descuelgue. Para poner el broche final, se le prende fuego y se despiden de las ‘bromas permitidas’ hasta el año siguiente.
Burgos, Murcia y Palencia también tiene su propio festejo humorístico de los Santos Inocentes. Se llama El Obispillo, porque en ese día el niño que más tiempo lleva cantando en el coro se disfraza de San Nicolás de Bari (el patrón de la infancia) y recorre las calles de la correspondiente localidad a lomos de un burro y acompañado por una comitiva.
Además, durante esa jornada se erige como portavoz de los niños y en la misa de ese día pronuncia las peticiones de los infantes de la localidad. También en Murcia, concretamente en Nogalte, celebran rifas, misas y cantos para conseguir donativos destinados a buenas obras.
¿Por qué tanta broma?
Pese a lo humorístico del día, lo cierto es que está relacionada con una historia bíblica que de divertida tiene poco. Según el evangelio de San Mateo, el rey Herodes pidió a los Reyes Magos de Oriente que le llevasen al niño Jesús cuando lo encontrasen. El monarca tenía miedo de perder su poder –el recién nacido sería el Rey de los judíos– así que quería acabar con él.
Pero sus órdenes cayeron en saco roto y los Magos no hicieron caso, así que optó por una medida drástica: acabar con todos los niños menores de dos años de su reino. Alguno de ellos sería el hijo de Dios, por lo que ya no tendría que temer por su futuro.
El drama se tornó comedia cuando en la Edad Media coincidió en fechas con la Fiesta de los Locos, una celebración pagana en la que la gente se disfrazaba, cantaba, bailaba y comía. Ambas tradiciones acabaron fusionándose y la fecha del aniversario de un infanticidio acabó convirtiéndose en un día de diversión: al fin y al cabo, no hay mejor manera que rendir pleitesía a la infancia que con unas buenas carcajadas.
Carmen López