Agua, tierra, hierro y fuego, ingenios hidráulicos, cuchillería, telar y productos agro alimentarios de calidad. Un mundo de costumbres y oficios tradicionales que se han conservado hasta la actualidad y un lugar de referencia en el turismo rural español con el Hotel La Rectoral como uno de los símbolos de esa transformación socio-económica. Así es Taramundi.
Ubicado en el extremo más occidental de Asturias, entre montañas y valles aparece Taramundi, como un parque temático al aire libre donde el agua y el hierro son los protagonistas. Un lugar donde no hay distancias, donde los museos están vivos, heredando la historia, los hábitos y la cultura de siglos.
¿Quieres saber todo lo que puedes hacer en Taramundi en 48 horas? Te presentamos nuestros imprescindibles para disfrutar en familia, con amigos o en pareja.
VIERNES
17:00 h. Recorrido por la villa de Taramundi
Aunque los lugares más bonitos de Taramundi se encuentran en los alrededores, la villa tiene mucho que ofrecer. Te recomendamos visitar Os Castros, en la parte baja del pueblo, enclavado en un lugar privilegiado, es uno de los castros más importantes de Asturias fundado durante la Edad de Bronce.
Continuando el paseo por el pueblo, os recomendamos visitar las tiendas de artesanía con productos de la zona entre los que destacan los cuchillos y navajas tan típicos del concejo, el pan o las empanadas, la miel, las mermeladas y zumos de arándanos, el queso de Taramundi y los huevos camperos. Todo elaborado y producido aquí.
Frente al Ayuntamiento se encuentra la plaza del Poyo con el Carballo do Poyo, una talla de madera creada por el escultor Legazpi a partir del carbayo (roble) centenario original que presidía la entrada a la villa.
Un poco más arriba está la estatua dedicada al maestro taramundés Manuel Lombardero Arruñada, que fue docente durante más de 40 años en la villa. Justo enfrente se encuentra la iglesia de San Martín. Si tienes oportunidad, te recomendamos visitar el interior, merece la pena.
Continuando la calle hacia arriba nos encontramos con el taller artesanal La Cuchillería de Taramundi .Este será vuestro primer contacto con la artesanía característica del concejo. Podréis visitar el interior del taller para ver como trabajan sus 7 artesanos y la tienda donde se puede adquirir desde una navaja grabada con tu nombre, unos cuchillos de mesa o cuchillos de caza. Lo que es seguro es que tendrás mucho donde elegir.
Al salir de la Cuchillería de Taramundi nos encontramos con la plaza del Calvario y ya podemos avistar el Hotel La Rectoral, el primer hotel rural de España. Desde aquí las vistas son espectaculares. Es el lugar ideal para finalizar el día y tomase una sidra. Puedes cenar en la terraza del hotel o en el comedor. La cocina de la Rectoral se caracteriza por utilizar productos locales y de calidad, ideales para una carta tradicional, platos de cuchara, pescados y mariscos de la ría del Eo, tablas de queso, ternera asturiana…
SÁBADO
Por la mañana
Tanto si eres un experto senderista, como si solo eres un aficionado o incluso si no te gusta caminar y quieres hacer las visitas en coche, la ruta que te proponemos para esta mañana te va a encantar. La Ruta del Agua es un clásico en Taramundi: 14 km que nos permiten disfrutar del agua y sus aprovechamientos a lo largo de siglos en el medio rural.
Comenzamos el recorrido en la villa de Taramundi a la altura de la oficina de turismo en dirección a Mazonovo donde haremos la primera parada para visitar el Museo de los Molinos, donde un mazo y varios molinos harineros cobran vida con la fuerza del agua. Aquí puedes experimentar y comprobar por ti mismo como se molía en épocas pasadas. Continuando camino por un sendero de robles y alisos alcanzamos el desvío a la cascada de La Salgueira donde nos adentramos en un camino de cuento hasta llegar a una de las cascadas más bonitas de la zona. Volviendo al camino principal llegamos a Esquíos, que alberga un pequeño e interesante museo etnográfico en el que podemos conocer enseres, utensilios domésticos, herramientas diversas que nos muestran como era la vida en un caserío de la comarca hasta fechas no muy lejanas.
También es interesante la visita al taller de cuchillería de la familia Lombardía que destaca por sus navajas de empuñadura de latón.
Continuamos recorrido por un sendero que nos lleva hasta As Veigas, sin duda una de las aldeas más bonitas de Taramundi, un lugar mágico al que desearás volver. La aldea de Veigas transmite calma, adormecida por las aguas del Turía y el murmullo de la brisa en el bosque. Aquí podrás hacer una parada para comer en el restaurante o en el merendero de As Veigas: fabada, tablas de embutidos y queso, tortillas…. Si aún no te ha entrado el hambre no te preocupes porque continuando el recorrido llegamos a Teixois, un aldea escondida en el valle de As Mestas, donde la naturaleza abraza a la cuidada arquitectura tradicional para ofrecer una imagen de postal.
Pero Teixois es mucho más que una foto bonita. Alberga un tesoro que te trasladará muchos años atrás en el tiempo: un excepcional conjunto etnográfico, declarado Bien de Interés Cultural. Un pequeño grupo de casonas y construcciones auxiliares (hórreo, cabazos, establos, etc.) arropa la muestra más completa de Asturias relativa a la utilización de la energía hidráulica para mover diversos ingenios: mazo, molino harinero, muela de afilar, batán y pequeña central eléctrica; todos ellos dispuestos en torno a un gran estanque y en funcionamiento.
Teixois también es un buen sitio para reponer fuerzas en el camino y tomar una sidra, o dos o tres, para acompañar una buena fabada, un cahopo, churrasco… Después de esta parada retomamos la ruta siguiendo camino dirección Esquíos. Desde aquí volvemos a Taramundi por el mismo sendero por el que vinimos.
Recuerda que si no te gusta caminar a Mazonovo, Esquíos, Veigas y Teixois se puede llegar en coche por caminos secundarios. No están muy alejados de Taramundi y caen más o menos por la misma zona.
Por la tarde
Después de hacer la Ruta del Agua y haber comido bien no nos quedará mucha tarde por delante, pero aún estamos a tiempo de visitar el pueblo de Bres. Aquí, en el Centro de Artesanía trabaja un artesana del textil creando tapices y colchas con sus telares. Nos recibirá encantada para explicarnos cómo hace su trabajo.
También visitaremos la Casa del Agua, ubicada en lo que antiguamente era la Escuela Hispano Argentina donde nos encontramos con una exposición dedicada al aprovechamiento del agua como materia prima y como fuerza motriz a lo largo de la historia. Las pizarras, pupitres y los libros han dejado paso a maquetas de ingenios hidráulicos aplicados al trabajo (molino, noria, sierra hidráulica, etc.) y clepsidras o relojes de agua. También alberga un impresionante ingenio a escala natural concebido como una máquina de movimiento continuo, obra del escultor natural de Bres José María Martínez Legazpi. Muy cerca de la Casa del Agua podemos visitar un taller de navajas.
Antes de dejar Bres recomendamos tomar algo en Casa Vital, el único bar del pueblo que también es tienda se hace casi parada obligada.
Terminaremos el día en Taramundi. Aquí tenemos muchas opciones para cenar: el restaurante Taramundi, Petronila, Casa Paulino y la sidrería Solleiro. En todos ellos podrás probar platos típicos asturianos elaborados a partir de producto local. Si lo que buscas es algo más ligero, la cafetería Pantaramundi ofrece empanadas, galletas y croissants.
DOMINGO
La Ruta de los Ferreiros -circular y de ocho kilómetros- es un homenaje a nuestros ferreiros, a sus vidas de trabajo y esfuerzo, a su saber. Enlaza varios núcleos del entorno de la villa de Taramundi con importante pasado y presente vinculado al trabajo del hierro. Además buena parte del recorrido aprovecha caminos entre el arbolado junto a los ríos Cabreira y Turía, ofreciendo un fresco paseo acompañado del rumor de sus aguas.
Historia, tradición, artesanía te aguardan en el camino.
Comenzamos recorrido en la plaza del Poyo, desde nos dirigimos por el paseo anexo a la carretera de Vegadeo hasta llegar a Veiga de Llan, donde podremos visitar dos talleres de cuchillería. Desde aquí siguiendo el curso del río llegamos a Mazonovo donde continuaremos hacia A Veiga da Sarza, pueblo con una interesante historia que contarnos en torno al trabajo del hierro (aquí hubo una antigua ferrería, un mazo y numerosos ferreiros). Un área recreativa, junto al río, nos ofrece un lugar perfecto para un merecido descanso.
Desde A Veiga da Sarza, y tras cruzar con precaución la carretera AS-21, la ruta nos conduce en ascenso hasta Pardiñas, pasando por A Garda y Vilanova. En este último lugar dos artesanos cuchilleros mantienen viva la herencia de sus mayores.
Continuando la subida, un espeso bosque de castaños nos acompaña hasta Pardiñas. Aquí encontramos el Museo de la Cuchillería de Taramundi, donde podremos volver nuestra mirada hacia el pasado del oficio, disfrutar de una demostración de elaboración de una navaja e incluso conocer la evolución del espacio de trabajo, desde una bodega tradicional hasta un moderno taller.
Saliendo de Pardiñas nos encontramos a muy poca distancia con la Quesería Eo-Leche donde se elabora el queso de Taramundi en sus distintas variedades que podemos degustar después de la visita guiada a sus instalaciones.
Ahora solo nos queda el último tramo de la ruta, en descenso por camino asfaltado hasta el punto de inicio, con fantásticas vistas sobre el valle dominado por la villa.
Para finalizar nuestra escapada a Taramundi con buen sabor de boca, el restaurante Los Arándanos en Almallos nos ofrece cocina asturiana reinventada, elaborada con sus propias verduras y frutos cultivados en su finca ecológica.
No te pierdas una visita a Taramundi, ya que ha sido seleccionado como uno de los mejores pueblos para hacer turismo rural.
Redacción ER
Estuve, este domingo último, y me ha parecido una experiencia inolvidable, muy recomendable el museo de molinos de mozonovo, mágico, tradición, e innovación,pasado, presente y futuro, la ruta del agua hermosa, el museo etnográfico de Esquios, pequeño e inmenso a la vez, por la cantidad de objetos allí ubicados, TARAMUNDI, para volver, sería mi titular. Gracias a sus habitantes, por tantas buenas enseñanzas.