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El tema del acceso de los perros a lugares públicos es controvertido y el debate se acrecienta con la llegada del verano, cuando los dueños de las mascotas quieren disfrutar de la playa sin dejar a sus canes en casa. Poco a poco el número de arenales a los que se puede acceder con perro va aumentando, pero aún hay muchas restricciones. Tener una guía en la que consultar dónde está permitido el acceso es de gran ayuda para planificar escapadas y vacaciones.
El Gobierno del Principado está aumentando la lista de playas para perros en Asturias. Este año hay seis en las que las mascotas pueden acceder a cualquier hora durante todo el año, pero siempre cumpliendo una serie de requisitos. Alguna playa puede tener más que otras pero los generales son:
-Los perros deben estar desparasitados, vacunados y tener el chip. Los dueños deben llevar consigo la documentación del animal en regla.
-Los perros de razas catalogadas como potencialmente peligrosas deben llevar el bozal puesto y estar atados en todo momento.
-Los dueños son responsables de la recogida de los excrementos del animal y de que no molesten al resto de usuarios.
Estas son las seis playas para perros en Asturias aprobadas en 2022:
1. Playa canina de Cambaredo, El Franco
Aquellos que huyan de las aglomeraciones encontrarán aquí su lugar ideal, porque el nivel de ocupación de esta playa suele ser bajo. Para acceder a ella hay que bajar un camino de 130 escalones y no tiene paseo marítimo.
No es muy grande –220 metros de largo por 20 de ancho– pero en ella los perros pueden correr sin restricciones a todas horas y durante todos los días del año. Eso sí, mejor ir con comida y bebida, porque no hay chiringuito ni servicios en general.
2. Playa del Sablón en Bayas, Castrillón
Es el concejo asturiano con más cantidad de playas para perros dentro de sus límites. Y también con una de las asociaciones caninas más activas, Perros de Castrillón sigue peleando para que la playa de Salinas –una de las más famosas de Asturias– permita el acceso a los perros durante la época de baños (del 15 de mayo al 15 de septiembre).
Mientras tanto, las personas con perro pueden disfrutar de los atractivos de la playa del Sablón, perfecta para dar largos paseos ya que tiene una extensión de 3 kilómetros de arena blanca. En una de sus zonas, conocida como Los Requexinos, es habitual el nudismo. Además, hace un par de años se mejoró el acceso y tiene aparcamiento, servicios y duchas.
3. Cala para perros Salencia, Cudillero
Está al lado de la parroquia de Novellana, que en 1992 recibió el Premio Príncipe de Asturias al ‘Pueblo ejemplar’. De hecho, hay que dejar el coche allí porque la cala no tiene aparcamiento y aunque se puede acceder con un vehículo no es recomendable. Además, forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental de Asturias, un título que merece la pena cuidar.
La playa no dispone de servicios ni de salvamento marítimo, así que hay que andarse con ojo, porque además suele haber oleaje moderado. No tiene arena fina, sino que la orilla es pedregosa. Parecen todo inconvenientes, pero se trata de un territorio virgen espectacular y que merece la pena conocer, aunque sea con precauciones.
4. Playas para perros Campiecho, Valdés
Es una de las dos playas que permiten acceso canino en el concejo. Antes también estaba en la lista la playa de Sabugo, pero en 2019 se volvió a prohibir. Según la prensa, esa decisión se tomó en base a que el arenal forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental de Asturias y a las protestas de los vecinos.
La playa de Campiecho es casi un rincón secreto, conocida principalmente por los aficionados a la pesca, ya que sus condiciones naturales son perfectas para esta actividad: está rodeada de piedras –de hecho, en lugar de arena tiene un pedrero– y hay muchas olas (hay que tener mucha precaución a la hora del baño).
No tiene aparcamiento, pero el coche puede dejarse relativamente cerca (no llega el transporte público). Para acceder hay que bajar por una rampa que salva un desnivel de 8 metros. Todas sus características hacen improbables las aglomeraciones.
5. Playa para perros Quintana, Valdés
Cuando se prohibió el acceso de los canes a Sabugo, el alcalde Óscar Pérez se comprometió a incluir la playa de Quintana en la lista de playas para perros. Y cumplió su promesa. Si bien no está permitido que las mascotas corran sin correa por todo el espacio, hay puntos en los que sí lo cual convierte la playa en un espacio de convivencia.
Es una playa que tampoco está dotada de servicios –bocadillo y agua en la mochila– y que no tiene aparcamiento, aunque se puede acceder fácilmente desde el pueblo homónimo. Es bastante similar a la anteriormente mencionada del mismo concejo. No tiene arena sino cantos rodados, está rodeada de acantilados y tiene oleaje. Pero es un entorno natural espectacular y también forma parte del Paisaje Protegido de la Costa Occidental de Asturias.
6. Playa para perros El rinconín, Gijón
Xixón/Gijón fue la primera ciudad asturiana en permitir que los perros entrasen junto a sus dueños en la playa durante todo el año, incluida la temporada de verano. También conocida como playa de Cervigón, es una cala pequeñina que está en uno de los extremos de la playa de San Lorenzo, cuando termina el paseo marítimo. Muy a mano para bajar un rato a la arena sin tener que hacer muchos malabares, aunque la marea sube mucho así que hay horas en las que el arenal casi desaparece.
Con el baño hay que tener precaución porque el fondo es pedregoso y dependiendo del día puede haber oleaje fuerte. Pero está habilitada con servicio de salvamento, duchas, aseos, aparcamiento y demás comodidades. Al fin y al cabo, se trata de una playa natural, pero de ciudad.
Carmen López