Pozas, gorgas y cascadas: las mejores piscinas naturales en Huesca

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31.08.2022

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6min. de lectura

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Piscinas naturales en Huesca: cascada de Orós Bajo
Piscinas naturales en Huesca: cascada de Orós Bajo. Por poliki

A Huesca no le hace falta playa, tiene algunas de las piscinas naturales más vírgenes e impresionantes del país. Gracias a su ubicación, entre las imponentes montañas del Pirineo, las aguas bajan de los glaciares y manantiales hasta desembocar en pequeñas pozas ubicadas entre la naturaleza. Debido a su estado salvaje, hay que tener precaución. 

Muchas de estas piscinas que os exponemos a continuación tienen fácil acceso, pero no hay que olvidar que están en lugares rocosos, en la montaña. Recomendamos llevar calzado adecuado, tanto para hacer rutas a pie como para meterse en el agua. Unas cangrejeras son perfectas para disfrutar de un buen chapuzón en algunas de las mejores piscinas naturales de Huesca. 

1. Pozas de Puyarruego

Piscinas naturales en Huesca: Pozas de Puyarruego del río Bellós
Piscinas naturales en Huesca: pozas de Puyarruego del río Bellós. Por Juan R. Lascorz

El río Bellós nace en el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, a más de 2.500 metros de altitud, y discurre por el cañón de Añisclo hasta crear una piscina natural a la altura de Puyarruego. En total son 5 kilómetros repletos de pozas de aguas turquesas cuyo tramo más accesible es la playa fluvial del camping. 

Para llegar hasta las pozas de Puyarruego habrá que tomar la carretera que va de Aínsa a Escalona. Después circularemos por la HU 631 hasta llegar al camping y a las pozas. 

2. Pozas De San Martín y cascada del Confesionario

En el municipio de Boltaña, a la altura de Sieste, parte una ruta circular que nos lleva hasta una de las pozas de San Martín y la cascada del Confesionario. Esta última también es conocida coloquialmente como el “Coño del mundo”. 

La ruta es sencilla, tiene unos 6 kilómetros y un desnivel de 290 metros, por lo que se puede hacer en familia y con niños. El coche lo podemos dejar en un aparcamiento que hay 4 kilómetros después de Sieste, a solo 15 minutos del inicio de la ruta. 

El camino discurre bajo el barranco de San Martín hasta llegar a las pozas y, si continuamos, sigue junto al río Sieste hasta llegar al salto del Confesionario, donde también podemos darnos un chapuzón. 

3. Salto del Pozán de Vero

En la sierra de Guara, en uno de los márgenes del municipio Pozan de Vero, está el salto homónimo. La cascada se formó tras la construcción de un antiguo azud para desviar el agua a la acequia de San Marcos y regar las huertas de Castillazuelo y Barbastro. Además de para que los molinos de la ribera tuvieran suficiente agua. 

Hoy, el entorno es uno de los lugares de recreo más populares de la sierra debido a la belleza de su cascada. La poza que se ha formado a sus pies es una de las mejores piscinas naturales en Huesca donde podemos darnos un refrescante baño. Podemos acceder a ella desde Pozan de Vero y Castillazuelo, solo nos llevará 5 minutos y es de fácil acceso. En la época estival puede estar masificado. 

4. La gorga de Boltaña 

A su paso por la localidad de Boltaña, en el Pirineo aragonés, el río Ara ha creado una piscina natural de aguas turquesas que durante la Expo del Agua de 2008 fueron integradas dentro del programa de Ríos con magia. No es de extrañar, además de la calidad de su agua, esta piscina fluvial se encuentra bajo el puente de la localidad. 

Podemos llegar andando hasta ella desde el mismo pueblo de Boltaña, por lo que es perefecta para disfrutar en familia y con niños. 

5. La cascada de Orós Bajo 

Cascada de Orós Bajo
Cascada de Orós Bajo. Por Juanperezgargallo

En la comarca del Alto Gállego, entre Senegüe y Biescas, está Orós Bajo y sus dos saltos de agua de 7 y 5 metros de caída. Justo debajo, cuando hay caudal suficiente, se ha formado una poza de unos 5 metros de diámetro que es perfecta para el baño. 

Para llegar a ella podemos dejar el coche en el aparcamiento que hay después de cruzar el puente sobre el barranco d’ Os Lucas. De ahí parte un camino de 1,2 kilómetros (ida y vuelta) que llega hasta las cascadas. Solo tiene 40 metros de desnivel, aunque es necesario llevar calzado cómodo ya que se trata de un sendero pedregoso. 

Es recomendable visitar la cascada de Orós Bajo cuando hay poco caudal y extremar las precauciones por posibles desprendimientos de rocas. 

6. Embalse de Lanuza 

Lanuza
Lanuza. Por Lucía

Una de las mejores opciones para darse un chapuzón y disfrutar de uno de los pueblos más bonitos de Huesca. El embalse de Lanuza, situado en el valle de Tena, recoge las aguas del río Gállego, además de la de otros arroyos y riachuelos más pequeños que descienden por los Pirineos. En el embarcadero de Suscalar, además, hay una amplia oferta para realizar actividades acuáticas. A orillas del río, en las inmediaciones de Lanuza, hay un escenario flotante donde durante el mes de julio se celebra el Festival Pirineos Sur. 

La presa de Lanuza fue inaugurada en 1980. Pocos años antes, los habitantes se vieron obligados a dejar el pueblo debido al riesgo de que quedase anegado bajo las aguas. En los años 90, no obstante, algunos de los vecinos volvieron a recuperar las casas que no se inundaron y regresaron al pueblo. 

7. Gorgas de Puértolas

Las gorgas son remolinos que forman el agua de los ríos en algunos lugares, excavando en ella la arenas del fondo, según la RAE. 

En la carretera que va de Aínsa a Bielsa (A-138), a la altura de los kilómetros 59 y 63, en Puértolas, están estas pozas donde podemos darnos un chapuzón. En total son siete zonas de baño de fácil acceso en el cauce del río Cinca, cada una de ellas con distintas profundidades. Cerca hay una zona para estacionar el coche. 

Redacción ER

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