La casa donde durmió Don Quijote existe y podemos alojarnos en ella
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17.01.2023
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Una baldosa de cerámica incrustada en la entrada de una de las viviendas de Ossa de Montiel indica que “La casa aunque es chica es capaz de acoger huéspedes”. Es la Venta del Celemín, una casa rural centenaria que, sin ser precisamente “chica”, ha recibido a numerosos viajeros a lo largo de los siglos. Aunque, quizá, ninguno tan ilustre como don Quijote.
Durante sus aventuras y desventuras por Castilla-La Mancha, Alonso Quijano recorrió Albacete. Allí, como no podía ser de otra manera, su deseo era visitar las lagunas de Ruidera. Sus aguas turquesas y los saltos han convertido este parque natural en una de las joyas del interior de España.
Aunque esa no fue su única parada en la zona. Tal y como podemos leer en los capítulos XXIII y XXIV de la segunda parte de la novela de Cervantes, el ingenioso hidalgo solicitó una guía para llegar hasta la cueva de Montesinos, en los alrededores de la laguna. Una cavidad natural que, aunque pasa desapercibida entre los viajeros que visitan la zona, es todo un emblema para los lectores de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha.
Como también lo es la ermita, reconstruida tras la Guerra Civil, e incluso la casa del ermitaño situada en las inmediaciones de la cueva. Tal y como se puede leer en la novela:
“No lejos de aquí está una ermita, donde hace su habitación un ermitaño que dicen ha sido soldado y está en opinión de ser un buen cristiano, y muy discreto, y caritativo además. Junto con la ermita tiene una pequeña casa, que él ha labrado a su costa; pero, con todo, aunque chica, es capaz de recibir huéspedes”.
¿Es posible que la Venta del Celemín sea la misma que la casa del ermitaño?
La casa del ermitaño en la que se inspiró Cervantes
Hay pocas obras donde las localizaciones estén tan bien definidas como en la novela de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Cervantes describe de forma meticulosa cómo Alonso Quijano y su escudero se adentran en Ossa de Montiel, aportando todo lujo de detalles a la narración.
“Estamos hablando de una novela pero también de una ubicación geográfica muy bien definida. Casi con toda seguridad que la casa existía en 1600, cuando se escribió la novela, aunque el aspecto lógicamente no era el actual”, nos explica por teléfono Sergio Cebrián, propietario de la Venta del Celemín desde 2015.
De hecho, asegura que los lectores de la novela que llegan hasta ella lo tienen claro: la Venta del Celemín es la misma casa que la del ermitaño. “En la venta hubo una construcción anterior que posiblemente antaño fuera una casa de huéspedes. Cervantes pasó por allí y la describió”, continúa Cebrián. Y es que, durante las obras de rehabilitación, en lo que hoy es el salón, Cebrián se encontró con que había muros medievales.
No obstante, la casa tuvo varias reformas. La última fue hace 15 años, aunque siempre preservando los elementos más antiguos que forman parte de su singularidad . “La parte más antigua de la casa que se conserva es la entrada”, dice Cebrián. “Luego hay partes que han sido añadidas hace 100 años. Su aspecto actual es una amalgama de épocas”.
En total, la Venta del Celemín está compuesta por dos casas, aunque ambas se alquilan juntas. La de más reciente construcción, curiosamente, es la llamada Casa del ermitaño, en honor a la novela y a su historia. Entre ambas viviendas hay 8 habitaciones que pueden acoger hasta 21 personas. En sus exteriores dispone de un amplio jardín con árboles, y piscina.
Los aficionados a la lectura, además, podrán encontrar una amplia biblioteca llena de títulos entre los que, como no, también está El Quijote. “Tenemos varias ediciones disponibles”, comenta Cebrián.
Don Quijote no fue el único que se alojó en la venta
La Venta del Celemín es un lugar por el que ha pasado mucha gente. Otro de los viajeros que quiso dejar constancia de su paso por lo que describe en 1893 como cortijo de San Pedro – por estar ubicada la casa en la aldea de San Pedro- fue Augusto F. Jaccaci, un viajero y escritor norteamericano que publicó El Camino de Don Quijote (Por Tierras de La Mancha) con ilustraciones de Daniel Urrabieta.
“En el libro habla de la habitación donde se alojó y describe lo mal que durmió, pues estaba todo lleno de hormigas”, dice Cebrián. Por suerte, hoy la Venta del Celemín es una casa rural de lujo dirigida a un público que busca comodidad, historia y literatura. “Todo el entorno es muy literario, pues también Azorín lo describió muy bien”, puntualiza.
Y es que, además de poder alojarnos en la casa de la novela, Ossa de Montiel cuenta con numerosos atractivos. Desde la misma casa rural podemos contratar una Ruta del Quijote, que nos llevará a conocer la ermita, las impresionantes lagunas de Ruidera y la misma cueva de Montesinos donde el hidalgo se introdujo y se quedó dormido.
Una casa repleta de actividades
Para este año, además, Sergio Cebrián está preparando diferentes actividades para que los viajeros disfruten de la casa más allá de un fin de semana. “Estoy preparando experiencias temáticas: cocina manchega, pintura, escritura, actuaciones teatrales, etc. Con gente que estuvo en el pasado y que salió muy bien”, nos cuenta.
El curso de cocina, programado para abril, contará con chefs de la región considerados de primer nivel. De hecho, entre ellos hay alguna estrella Michelín. La idea es que, durante los cinco días de estancia los viajeros puedan conocer de primera mano la gastronomía del lugar y pueda replicar algunos de sus platos más populares.
Para mayo, Cebrián ya casi tiene completo el curso de pintura. “Lo impartirá Fermín García Sevilla, un pintor paisajista muy conocido”, dice. La información de los cursos y las plazas las podemos encontrar en su página web.
No hay duda de que la Venta del Celemín es una casa con un gran valor literario, sino que además es todo un ejemplo del turismo cultural.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
Yo cada mañana cuando me levanto, lo primero que hago es mirar la tablet,y Escapada Rural,es muy interesante y también compruebo los lugares que ya he estado viajando,y me hace ilusión,Y así pienso hacerlo cada mañana,y también me oriento para hacer viajes.