El lago español que Joey menciona en Friends para ligar
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11.02.2023
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No sé si os acordáis -sí, claro que sí- de “cuando fui mochilero en Europa”. La mítica historia para ligar que Joey decía que utilizaba en sus citas y que le recomendó usar a Ross en Friends cuando le pide ayuda porque, según el paleontólogo, estaba atravesando “una especie de sequía sexual”. Al contrario que a Joey, a Ross no le fue muy bien con la historia ni con su cita; Sin embargo, más tarde sería Rachel quien la utilizaría con Ross y sí, funcionó.
El relato, como buen fan que se precie recordará, dice así:
“Hace años, en mi viaje a lo mochilero por Europa (…) estaba en las afueras de Barcelona, haciendo excursionismo por el monte Tibidabo. Llegué al final de un sendero, que conducía a un claro y había un lago, muy apartado. Lo rodeaban un montón de árboles, había un silencio sepulcral muy hermoso y, al otro lado del lago vi a una mujer preciosa bañándose desnuda, pero estaba llorando.”
Según Joey, es una historia que él se inventó (no tenemos dudas) y es muy romántica (meh). Lo que está claro es que en ella los norteamericanos han logrado reconocer que existen más sitios románticos en el mundo que no son Francia. En este caso, se trata de Barcelona. Vale, también porque un mochilero en París quedaba un poquito desubicado.
Y, aunque en la serie no se nombra el nombre del lago, sí nos aclaran dónde está: en el monte Tibidabo, el pico más alto de la sierra de Collserola donde está uno de los parques de atracciones más antiguos aún en funcionamiento de Europa. Junto a él y muy cerca de la ciudad condal hay un lago. Y sí, puede ser muy romántico, al menos más que la historia. ¿Será al que se refiere Joey?
Entre los árboles… El embalse de Vallvidrera
El estany de Vallvidrera en catalán, embalse o pantano de Vallvidrera en español, es uno de los cursos de agua más importantes de la sierra de Collserola. Tal y como relata Joey, se trata de un pantano que actualmente está rodeado de árboles y vegetación. Un lugar con merenderos al que podemos llegar tras una excursión sin mucho esfuerzo por la sierra.
La presa que hace posible la existencia del embalse fue levantada en el siglo XIX, más concretamente en 1860, aunque no se inauguró hasta cuatro años más tarde. Fue obra del arquitecto Elies Rogent y, por sus características, fue considerada en su época como una joya de la ingeniería hidráulica.
A finales del siglo XX la presa se abandonó, lo que hizo que la vegetación se la comiera. No fue hasta el 2005 cuando fue reformada para preservar la población de anfibios autóctona, como la ranita meridional, que habitan en sus aguas.
Ruta sencilla al embalse de Vallvidrera para impresionar a tu ligue
Esta ruta debería de funcionar para conquistar a cualquier fan de Friends. Es muy fácil, por lo que es apta para todos los públicos, sean amantes de la montaña o no. Además, tampoco hace falta coche, podemos ir desde el centro de Barcelona con los ferrocarriles.
Desde la misma plaza de Cataluña podemos coger el ferrocarril que va hasta la parada Baixador de Vallvidrera, en el Parque Natural de la Sierra de Collserola. Allí seguiremos la ruta señalizada con el color verde en los paneles del parque. En total, la ruta son poco más de 2 kilómetros que se hacen fácilmente en unos 45 minutos.
En el caso de ir en coche, aunque siempre será mejor hacerlo en transporte público para preservar el entorno, junto al Centro de Información del Parque hay una zona de recreo con aparcamientos. Está muy cerca de la parada de ferrocarriles.
A pocos metros también está la Santa Maria de Vallvidrera y Vil.la Joana, la Casa-Museo de Jacint Verdaguer. Una masía reformada en el siglo XIX donde el escritor catalán pasó sus últimos días de vida hasta que murió en junio de 1902.
Siguiendo el sendero Camí del Pantà llegaremos al pantano, donde podemos continuar la ruta rodeándolo. La primera parada será la pasarela, un buen punto de observación desde donde hay que prestar atención al croar de las ranas. Unos pasos más adelante encontraremos la presa, que está considerada como un ejemplo de creación de arco de gravedad.
Al final del embalse, siguiendo el camino y bajando unas escaleras, está la Casa del guarda. Actualmente el edificio, abierto desde 2010 después de 4 años de rehabilitación, acoge el Espacio de Interpretación del pantano. En su interior hay una exposición permanente sobre la historia de la presa, el embalse, su entorno y las diferentes especies que habitan en él. También sobre el peligro que supone la introducción de especies invasoras en la zona, pues pueden amenazar a la biodiversidad local.
La Casa del guarda solo está abierta al público en primavera y verano, meses en los que ofrece hacer visitas guiadas.
A pocos metros de la casa, a la derecha del camino, está la Mina Grott. Una galería subterránea excavada a mediados del siglo XIX que servía para transportar el agua a los vecinos de Sarrià. Sin embargo, cuando ya no fue necesario bajar agua, en 1908 el túnel se aprovechó como vía para el primer tren eléctrico de pasajeros que llegaría hasta el pantano.
El recorrido duraba unos 6 minutos y estaba iluminado por bombillas de colores. En total, el primer mes y medio de su funcionamiento en él viajaron más de 32.000 personas. Tuvo un gran éxito, hasta que en 1916 se dejó de usar debido a la aparición del ferrocarril.
El parque de atracciones junto al lago que nunca fue
En 1907, un joven emprendedor llamado Heribert Alemany puso en marcha el proyecto Lake Valley Park, que consistía en abrir un parque junto al embalse con diferentes tipos de atracciones. Se levantaría una montaña rusa, habría paseos a caballo, se abriría la Mina Grott para hacer recorridos en tren, habría un paseo lleno de bancos e incluso un mirador con vistas a toda Barcelona.
El ambicioso proyecto, no obstante, nunca llegó a ver la luz. Según explican desde el Parque Natural de Collserola, “La proximidad del Tibidabo y sus atracciones influyeron en el fracaso del proyecto del Lake Valley Park”. Aunque lo que hizo que finalmente se descartara fue el cierre definitivo de la Mina Grott”.
Dos parques de atracciones en el mismo sitio igual habría sido too much. Además, de haber existido, quizá el lago hubiera perdido romanticismo y a Joey no le hubiera funciona tan bien su historia.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.