10 Puentes colgantes en España

Algunos destacan por su diseño y otros por su longitud, pero estos sobresalen por su funcionalidad y por el paisaje en el que se encuentra. Verdaderas obras imposibles, los puentes colgantes que hoy os sugerimos llaman la atención del viajero tanto por el recorrido que permite como por su construcción en sí misma.

La definición de «puente colgante» refiere una construcción en la que una plataforma aparece suspendida y sujeta por dos grandes cables apoyadas en torres, pero en esta ocasión muchas veces se salen de escala, el término se amplia, y allí donde debiera haber torres hay precipitación y vacío. ¿Te atreves?

1. Antiguo puente de San Pablo, Cuenca

El puente colgante de Cuenca, frente a las también a las famosas casas colgadas, recibe el nombre de San Pablo. En rigor se trata de un puente de viga que salva el río Huécar construido a principios del siglo XX. Anterior a este existía otro de piedra que databa el del siglo XVI, que unía el templo y la villa.

2. Puente Colgante de los Cahorros de Monachil, Granada

El puente Colgante de los Cahorros de Monachil está situado en el Parque Natural de Sierra Nevada, en la provincia de Granada. Una ruta de senderismo circular de unos 10 kilómetros nos permitirá recorrer varios puentes colgantes, túneles y pasarelas que cruzan el cañón del río Monachil. Fueron construidos para que los operarios encargados de la central eléctrica de Diechar tuvieran acceso a ella en 1917. Los hay de diferentes alturas y tamaños.

3. Puente de Portugalete, Vizcaya

El puente de Portugalete, también conocido como el puente de Bizkaia o puente colgante, está declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2006. Asimismo, ha recibido numerosos premios, pues fue el primer puente transbordador construido en el mundo de estructura metálica. Se inauguró el 28 de Julio de 1893 con el objetivo de unir los dos márgenes de la desembocadura del Nervión y, con ello, las localidades de Portugalete y Getxo. Su arquitecto fue Alberto Palacio Elissague, autor del palacio de Cristal de El Retiro, en Madrid. Fue una obra destacada de ingeniería en su tiempo.

4. Puentes colgantes del Congost de Montrebei, Lleida

Entre Huesca y Lleida está este espectacular paisaje por el que hay que cruzar por paredes vertiginosas, puentes colgantes y senderos horadados en cañones. La ruta de las pasarelas de Montfalcó, en el Congost de Montrebei, parte del antiguo pueblo de Montfalcó y llega hasta la Masieta. En total son 8,43 kilómetros de trayecto que pasan por diferentes pasarelas en el barranco de Tartera, baja por escalones encajados en la roca -bastante estrechas en algunos tramos-, cruza el puente colgante del Congost de Siegué, sigue por el camino del desfiladero del congost de Montrebei y termina tras cruzar el puente colgante el de Sant Jaume. Este tercer tramo, el que se adentra al Congost de Montrebei, está temporalmente cerrado debido a desprendimientos, aunque ya han comenzado las obras para su reapertura.

5. Caminito del Rey, Málaga

En Málaga provincia se encuentra una de las sendas más populares de España: el sobrecogedor Caminito del Rey, en el Desfiladero de los Gaitanes, entre los términos de Ardales y de Álora. Alfonso XIII cruzó el camino en el 1921 a propósito de la inauguración de la presa del Guadalhorce, de ahí al nombre del camino.

Como ocurre con otras sendas, fue creado para los trabajadores de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro. Sin embargo, acabó siendo utilizado por los vecinos del pueblo para moverse de un punto a otro. El sendero se compone de varias pasarelas y puentes colgantes, construidos sobre el río Guadalhorce. Antaño estaba considerado como uno de los caminos más peligrosos, por eso estuvo cerrado durante algunos años hasta el 2015, que se logró reabrir con las máximas medidas de seguridad, convirtiéndose rápidamente en todo un éxito de visitantes.

6. Puente de El Saltillo, Málaga

En la séptima etapa de la Gran Senda de Málaga, pionera en Andalucía por aunar las maravillas naturales de diferentes municipios, encontramos uno de los puentes colgantes más largos de España: el puente de El Saltillo. Solo lo superan el de la Hermida, en Cantabria; del Congost de Montrebei, entre Huesca y Cataluña; y el de los Cahorros, en Granada. Fue inaugurado en la sierra de Tejeda en 2020, pues la idea era unir Sedella y Canillas de Aceituno mediante un puente que cruzase el río Almanchares. En total, tiene 60 metros de altura, 50 metros de largo y 1,20 metros de ancho.

7. Puente Colgante Soutomaior, Pontevedra

Muy cerca del castillo de Soutomaior, en Pontevedra, está este puente colgante que se eleva 6 metros sobre el río Verdugo, en la unión con el río Oitavén. Forma parte de la ruta señalizada que recorre la orilla del río, donde se pueden ver antiguos molinos, y está muy cerca de una playa fluvial donde pasar el día en familia. El entorno es conocido como poza das Bestas y es apto para el baño. El puente, que se puede ver desde la playa, es muy transitado por los pescadores de la zona. Es seguro, pues las maderas del suelo fueron renovadas hace unos años.

8. Puente colgante de Rupit i Pruit, Barcelona

Este puente colgante fue creado en 1945 para unir las localidades de Rupit i Pruit, en la provincia de Barcelona, aunque desde 1977 ambos forman el mismo municipio. El puente es muy transitado, por lo que tuvo que ser reconstruido en 1994. No se recomienda que pase mucha gente por él a la vez. El núcleo de Rupit es conocido por su arquitectura medieval, mientras que en la vecina Pruit destacan las masías y tiene un carácter más rural propio del valle de Sau-Collscabra, donde se encuentran, ya casi rozando con la frontera con Girona.

9. Puentes colgantes de Chulilla, Valencia

Los dos puentes colgantes de Chulilla están en la Ruta de los Pantaneros, también conocida como la de los Calderones. El nombre se debe a que fueron creados para que los operarios del pantano pudiesen cruzar por el cañón del río Turia por arriba, de una forma más fácil y rápida. Los originales desaparecieron a causa de una riada en 1957, por lo que los nuevos datan de 2013. El más alto de los dos no es apto para gente con vértigo, pues tiene 15 metros de alto y 21 de largo. El segundo de ellos solo tiene unos 5 de alto. La ruta, en total, tiene unos 7,5 kilómetros de longitud y es sencilla, pues apenas presenta desnivel.

10. Puente colgante de La Hermida, Cantabria

En el extremo oriental de los Picos de Europa, en el desfiladero de La Hermida, está uno de los puentes colgantes más largos de España. Tiene 100 metros de longitud y está ubicado entre grandes paredes de piedra. Solo es apto para aventureros, pues ara poder cruzarlo habrá que hacer la vía ferrata de La Hermida. Aunque este no es el único desafío de este increíble paraje cántabro. ¿Te atreves a recorrerlo?