Castillos y palacios en Sintra más allá del Palacio da Pena
Escrito por
22.05.2023
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Visitar Sintra no deja a nadie indiferente. Parece que estamos llegando a un pueblo encantado con sus palacios y castillos, rodeado de una inmensa naturaleza verde que le da un toque aún más especial a todo el escenario. Con suerte, puedes llegar en un día de niebla, muy habitual en este microclima, cuya penumbra le confiere un ambiente mágico y misterioso.
Aquí podemos viajar al pasado, cuando no había coches, e imaginar el silencio roto apenas por el canto de los pájaros, las voces de la gente a lo lejos o el paso de caballos y carretas.
Sintra fue refugio de reyes, reinas y otras figuras cortesanas. A las puertas de la capital -a unos 30 minutos de Lisboa- fue el destino de la nobleza y las élites portuguesas, y su arquitectura romántica es testigo de ese pasado noble.
Una visita a Sintra debe incluir un recorrido por sus callejuelas, donde se pueden descubrir rincones con encanto y edificios de época, así como la visita a los distintos palacios e idílicos jardines erigidos en los alrededores.
Seguro que ya has leído y visto fotos del Palacio da Pena, el ex libris de Sintra y el palacio más visitado del país. No hay cómo escapar a esta maravilla de la arquitectura y exponente máximo del romanticismo del siglo XIX en Portugal. Sus colores, la mezcla de estilos arquitectónicos, su imponencia del alto de la sierra, hacen del Palacio da Pena un monumento único y especial.
Pero Sintra -el primer Paisaje Cultural de Europa, clasificado por la UNESCO en 1995- tiene mucho más para ofrecer. Palacios, castillos, casas señoriales y chalets, todos ellos rodeados de bosques y jardines exuberantes, no se quedan atrás del famoso Palacio da Pena. Y, cómo son menos conocidos, podrás disfrutarlos más tranquilamente y sin centenas de turistas a tu alrededor.
Castillo dos Mouros
Dominando la sierra de Sintra, y con una configuración irregular, se trata de una fortificación construida hacia el siglo X tras la conquista musulmana de la península ibérica, siendo ampliada tras la reconquista cristiana.
Se trata de dos cinturones de murallas que perfilan irregularmente los bloques graníticos de la sierra, entre peñascos y sobre escarpados acantilados. A lo largo de la muralla es posible observar Sintra, el Palacio da Pena y la extensa llanura al norte hacia el océano atlántico.
Palacio Nacional de Sintra
También le llaman Palacio da Vila y da la bienvenida a todos los que llegan al centro de Sintra. Con sus dos grandes chimeneas blancas y múltiples ventanas rojas, es un monumento único e imprescindible por su valor histórico, arquitectónico y artístico.
De todos los palacios que los monarcas portugueses habían construido a lo largo de la Edad Media, sólo el de Sintra ha llegado hasta nuestros días prácticamente intacto, manteniendo la esencia de su configuración desde el siglo XVI.
Puedes visitarlo y descubrir los majestuosos salones. Destacamos los techos ricamente adornados. Mira particularmente con atención la Sala dos Brasões y la Sala dos Cisnes.
La cocina de este palacio real también es objeto de mucha curiosidad. Es desde aquí que las dos chimeneas cónicas, de 33 metros de altura, marcan el perfil de Sintra. Esta cocina fue dimensionada para los grandes banquetes de caza que se hacían allí, con destaque para los diversos fogones y los dos grandes hornos, además de una estufa y un juego de cocina en cobre estañado.
Quinta da Regaleira
Con cuevas, pozos, varios caminos para explorar y mucha vegetación, la Quinta da Regaleira es un lugar increíble para pasar una tarde descubriendo una visión arquitectónica surrealista. Situada al final del casco histórico de Sintra, fue construida entre 1904 y 1910.
Su afortunado propietario, António Augusto Carvalho Monteiro, asoció su audaz proyecto arquitectónico al genio creativo del arquitecto y escenógrafo italiano Luigi Manini, lo que permitió la construcción de un palacio, una capilla y otras construcciones escénicas en el contexto de un jardín idílico.
En la Quinta hay referencias a la mitología, al Olimpo, al famoso poeta italiano Dante, al poeta portugués Camões, a la misión templaria de la Orden de Cristo, a los grandes místicos, a la Magna Obra Alquímica, entre otras. No olvides echar un vistazo al precioso pozo en espiral digno de un cuento de hadas y entrar en las cuevas excavadas de la Quinta da Regaleira.
Palacio y parque de Monserrate
Muy cerca del centro de Sintra se encuentra una de las más bellas creaciones arquitectónicas y paisajísticas del romanticismo en Portugal. El Palacio de Monserrate combina influencias góticas, indias y moriscas, así como motivos exóticos y vegetales que se extienden armónicamente en el exterior.
Los jardines recibieron especies de todo el mundo y se organizaron por áreas geográficas. Mientras caminas por los jardines por caminos sinuosos, puedes encontrar ruinas, rincones, lagos y cascadas flanqueadas por plantas de México, Australia o Nueva Zelanda.
Chalet y jardin da Condessa d’Edla
Aquí viajamos a los chalets alpinos que inspiraron la construcción de este retiro romántico del rey Fernando II y su segunda mujer, Elise Hensler, la condesa d’Edla.
De la decoración ecléctica, se destacan las pinturas murales, los estucos, los azulejos y el uso exhaustivo del corcho como elemento ornamental. En el exterior, el jardín que rodea el chalet reúne vegetación autóctona y especies botánicas de los cuatro rincones del mundo.
Palacio y parque Biester
En la antigua propiedad de Quinta Velha encontramos el palacio y parque Biester, que data de las dos últimas décadas del siglo XIX. Gracias a un reciente esfuerzo de restauración, este palacio abre sus puertas a los visitantes por primera vez. Será posible descubrir el edificio que, siendo tan misterioso y fascinante, fue incluso escenario de cine: Roman Polanski lo eligió para filmar parte de su largometraje de 1999, La novena puerta, con Johnny Depp y Frank Langella.
El recorrido por la escalera principal, entre frescos y vidrieras, conduce a los visitantes al primer piso, donde el paso a un pórtico de piedra esconde una vista privilegiada del castillo dos Mouros, visible también desde la capilla neogótica del palacio, vinculada al legado dejado por la orden de los templarios de Sintra.
En el parque Biester también hay mucho por descubrir, empezando por una gran variedad de especies exóticas, como camelias de China y Japón, hayas verdes y rojas de Europa Central, acacias de Australia y abetos norteamericanos.
Con la firma del paisajista François Nogré, el jardín se organiza en una lógica inclinada: diferentes niveles ofrecen diferentes vistas. Dentro de un receso rocoso, también se encuentra una formación natural, la Cueva de la Pena.
Ângela Coelho