Pueblos encantadores con museos sorprendentes

El turismo etnográfico engloba la cultura y las tradiciones locales de los pueblos. Son los elementos distintivos que hacen que cada pueblo tenga su propia seña de identidad. En estos lugares, la historia suele tener un papel fundamental, con presencia de gremios artesanales y todo tipo de tradiciones. Presta atención a esto coquetos pueblos con museos impresionantes para hacer turismo etnográfico.

El pueblo de Taramundi y el Museo de Molinos de Mazonovo

Taramundi es un pueblo asturiano que limita con Lugo y es uno de los municipios donde se habla eonaviego, una lengua que bebe del asturiano y el gallego. En cuanto pongas un pie sobre esta aldea, te transportarás a un cuento. Escucharás el sonido de los riachuelos, la brisa fresca y los animales pastando. El ritmo de vida es lento y sosegado, por lo que podrás desterrar todo síntoma de estrés o ansiedad.

Se encuentra asentado sobre una ladera y destaca el campanario de su iglesia parroquial junto con la antigua casa del cura. Cuando estés caminando por sus calles, te percatarás de que, en uno de sus rincones, hay un castro excavado. Es uno de los más importantes de Asturias y se le conoce por el nombre de Os castros. Tuvo gran protagonismo durante la Edad del Bronce como enclave comercial, ya que está localizado en la ruta que transcurre entre el suroccidente asturiano y la ría del Eo.

Por si fuera poco, Taramundi cuenta con el Museo de Molinos de Mazonovo, un paraje natural e histórico que te hará retroceder en el tiempo. Es el mayor museo de molinos de España (con un total de 19) y sus senderos empedrados te guiarán por cada una de estas construcciones tan mágicas.

Para disfrutar de la noche fresca asturiana, te recomendamos Casas da Lexa, un alojamiento rural que se encuentra a tan solo un kilómetro de Taramundi, en un valle de exuberante belleza atravesado por el río Turia. Son casas de labranza rehabilitadas para ofrecer a los visitantes todas las comodidades sin perder la esencia del mundo rural. Los materiales constructivos se han conservado, por lo que destacan la piedra, la madera y la pizarra.

Albarracín y su turismo etnográfico con cultura y tradiciones locales

Albarracín es un pueblo de Teruel que alberga un gran patrimonio histórico. Cuenta con vestigios celtas y romanos, pero también es un gran representante de la arquitectura islámica. En cuanto eches un vistazo por el exterior, podrás observar su elegante muralla, que bordea la ciudad y que recuerda al viajero su función.

En cuanto te adentres en la aldea, podrás quedarte embelesado con su casco antiguo, siendo un lugar idóneo para dar un paseo nocturno con tu persona especial. Para sumergirte en su faceta histórica, es recomendable visitar el Museo de Albarracín. Cuenta con una colección exquisita de piezas que ilustran su etapa medieval, y cobra especial interés su repertorio de cerámicas procedentes del Castillo de la ciudad. Además, podrás observar una pieza de alto valor histórico originario del ayuntamiento: el Fuero de Albarracín del siglo XIII.

Para descansar, te recomendamos los Apartamentos Cine Capitol, en el propio Albarracín. Esta casa rural es verdaderamente interesante. Cobran vida en el antiguo edificio que alojaba el Cine Capitol y se encuentra en pleno centro histórico del pueblo. Desde sus ventanas, podrás gozar con una de las mejores panorámicas de la ciudad y de la ribera del río Guadalaviar. Además, frente al alojamiento rural, se sitúa la oficina de Turismo, donde podrás obtener información más detallada de toda la aldea y sus alrededores.

Para completar tu viaje, debes saber que durante el ocho de septiembre se lleva a cabo un homenaje a la patrona de la localidad, Santa María de Albarracín, y durante el 14 de septiembre, se ofrece homenaje a su patrón, el Cristo de la Vega. Por último, si eres un amante de la naturaleza, durante el día 11 de septiembre Turismo Sierra de Albarracín organiza un paseo guiado a las tajadas de Bezas y muchas otras actividades durante todo el mes.

España cuenta con innumerables aldeas que gozan de un patrimonio histórico y artístico espectacular. Además, cada región española se caracteriza por contar con su propia cultura y sus propias tradiciones locales, por lo que siempre podrás observar una cara diferente de la vida en la península. Taramundi y Albarracín son dos emplazamientos que se encargan de demostrar con creces la diversidad que se respira en España.