Las Médulas, la huella del oro en las montañas de León
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25.05.2022
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Arropada por los viñedos de la comarca de El Bierzo, en la zona más occidental de la provincia de León, encontramos unos de los parajes más pintorescos de la geografía española: Las Médulas. Un llamativo paisaje de afilados farallones cobrizos sobresaliendo entre el intenso verde de las montañas, resultado de la explotación de una gran mina de oro por parte del pueblo romano. No en vano, esta obra está considerada la mayor explotación aurífera a cielo abierto de todo el Imperio romano.
Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, el Monumento Natural de Las Médulas atrae a miles de curiosos cada año. Una afluencia motivada principalmente por la excepcionalidad paisajística pero, también, para intentar comprender las artimañas que tuvieron que llevar a cabo nuestros avariciosos antepasados para acometer semejante actividad.
El aula arqueológica instalada en la localidad homónima de Las Médulas tiene como objetivo resolver todas estas dudas. Un espacio didáctico que explica con detalle, a través de una reproducción audiovisual y diferentes paneles informativos, el cómo y el por qué de este asalto a la naturaleza, así como las claras consecuencias que tuvo para el entorno y las villas de alrededor. Sin ir más lejos, el lago de Carucedo, un embalse de 4 kilómetros de perímetro y 30 metros de profundidad, tuvo su origen en las aguas utilizadas para extraer y lavar el preciado mineral.
Ruta por Las Médulas
¿Las mejores panorámicas? Desde el mirador de Orellán. Poco antes de llegar al municipio de Las Médulas nace la sinuosa carretera de montaña que lleva hasta su amplio aparcamiento gratuito. Una vez allí, se deberá caminar un tramo adicional, ligeramente empinado, de 600 metros. Un esfuerzo minúsculo si se compara con las espectaculares vistas que ofrece este balcón. Brutales.
Además de obtener la imagen más fotografiada de Las Médulas, en este mismo emplazamiento se pueden visitar las galerías de Orellán. Una experiencia única a través del conglomerado de túneles subterráneos, excavados hace mas de dos mil años, que permite alcanzar una de las ventanas de la montaña. Un vertiginoso precipicio desde el que seguir capturando la inigualable belleza paisajística de este lugar. La entrada tiene un coste de 2€.
Bajamos de las alturas y salimos del subsuelo para adentrarnos en el corazón de Las Médulas a través de las diversas rutas de senderismo que hay habilitadas. Una de las más populares es la senda de las Valiñas , con 2 kilómetros. Camina de manera cómoda y relajada entre gigantes desnudos y rojizos hasta llegar a La Cuevona y La Encantada, los dos enclaves más visitados de la zona.
Ambas galerías son visitables de manera gratuita pero siempre bajo la responsabilidad del visitante. No hay que olvidar que cualquiera de sus recovecos puede sufrir algún desprendimiento fortuito sin previo aviso.
Otra de las sendas realizables es la que conduce hasta el lago Somido y el mirador de Chao y que parte, al igual que la anterior, desde la localidad de Las Médulas. Un breve camino de poco más de un kilómetro, y dificultad nula, que regala unas bonitas y agradables vistas del valle, especialmente en primavera, cuando la flora autóctona está en pleno apogeo.
Si bien estamos acostumbrados a advertir la huella del hombre en no pocos rincones naturales de este país, lo cierto es que la particularidad de Las Médulas sobrepasa lo imaginable. Un episodio que, como poco, invita a la reflexión.
Elísabet García
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