12 pueblos para visitar en Portugal en 2023 (uno para cada mes del año)

El comienzo de un nuevo año es siempre un momento de introspección, en el que enumeramos los mejores y peores libros, películas, canciones, descubrimientos del año. Es un momento en el que recordamos los objetivos que nos planteamos y hacemos una valoración de lo que hemos conseguido alcanzar.

También es común hacer una lista de propósitos para el próximo año. Leer más, pasar más tiempo de calidad con la familia y los amigos, volver al gimnasio, pasar menos tiempo online… Son algunos de los objetivos que mucha gente se propone alcanzar.

Este 2023, permítenos sugerirte un propósito de Año Nuevo: hacer más escapadas rurales en Portugal. Por eso te recomendamos un pueblo para cada mes del año. ¿Te atreves a cruzar la frontera y descubrir el país vecino?

Enero: Pitões das Júnias, un pueblo nevado

¿Por qué no empezar el año a 1.200 metros de altura? Pitões das Júnias, en el municipio de Montalegre, es uno de los pueblos más altos de Portugal. Por ello, no es de extrañar que durante los fríos meses de invierno el paisaje del pueblo se pinte de blanco, dándole un aspecto aún más bello y pintoresco.

Se desconoce el origen de Pitões das Júnias, pero se ha asociado a la fundación del Monasterio de Santa Maria das Júnias, clasificado como Monumento Nacional. Pero lo cierto es que el mayor atractivo de Pitões das Júnias es su paisaje, perpetuado para siempre en el tiempo y marcado por las montañas. El pueblo alberga antiguas tradiciones que se adentran en las raíces culturales celtas.

Febrero: Carnaval en Podence

En Portugal, el carnaval se toma muy en serio, aunque sea un día de juegos y diversión. Por eso, en febrero te recomendamos que visites un pueblo con una tradición de carnaval muy única y especial. Todos los años, durante esta festividad, la paz que suele reinar en Podence, un pueblo de cerca de 200 habitantes del municipio de Macedo de Cavaleiros, se ve interrumpida por unos personajes demoníacos que salen a la calle a molestar a la gente.

Los “caretos” es una tradición carnavalesca de la región de Trás-os-Montes y Alto Douro con raíces celtas. Pero los “caretos” de Podence son distintos. Estos son los únicos que tienen “chocalhos” (una especie de campanas que hacen mucho ruido cuando se mueven por el pueblo) y que, desde diciembre de 2019, están en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

Los “caretos” de Podence eran parte de las festividades de invierno de estas regiones y simbolizaban la fertilidad en una estación oscura del año y en una época de gran soledad en las comunidades rurales. El carnaval era una excusa para cometer muchas exageraciones y los rituales estaban ligados a la llegada de la primavera y la esperanza de las sociedades agrícolas de tener buenas cosechas.

El domingo antes del día de carnaval y el martes de carnaval, los chicos del pueblo se visten con trajes de rayas con una capucha de colores brillantes y una máscara con una nariz protuberante hecha de cuero, latón o madera y interpretan personajes misteriosos y, llenos de energía, corren alrededor de Podence saltando y gritando.

Marzo: la primavera en Trancoso

Marzo es el mes de la llegada de la primavera y en Portugal hay grandes extensiones de tierra que se cubren de blanco y rosa cuando los almendros florecen. Trancoso es un de los pueblos históricos de Portugal, que, por situarse en lo alto de la montaña, tiene una vista privilegiada para los almendros en flor. Además de los almendros, puedes conocer el pueblo y la región, incluyendo las Portas D’El Rei, la entrada principal a la muralla del casco antiguo.

Las murallas que aún rodean el casco antiguo medieval, así como el vasto patrimonio arquitectónico civil y religioso, confieren al casco histórico una imagen única. Aquí también puedes visitar la antigua judería, que incluye la casa del gato negro, la antigua residencia del rabino de esta ancestral comunidad judía portuguesa.

Abril: Semana Santa en Castelo de Vide

Este año, la primera semana de abril coincide también con la Semana Santa, ¿y qué mejor excusa para una escapada hasta Portugal? Te sugerimos un viaje al pueblo raiano de Castelo de Vide, cerca de una hora de Badajoz.

La Semana Santa en Castelo de Vide es uno de los mayores eventos locales y es particularmente singular por la forma en que las prácticas católicas se asocian con elementos de la cultura judía, testigos del pasado histórico. Una de estas tradiciones especiales es la Bendición de los Corderos, que simboliza el momento en que los judíos salieron de Egipto y sacrificaron corderos para poder marcar las puertas con su sangre, para que no mataran a los primogénitos de los hebreos.

En este pueblo alentejano, todavía se celebra este momento, junto con componentes cristianos para realzar ambas culturas. En la mañana del Sábado Santo, los pastores invaden el centro del pueblo con sus rebaños, para ser bendecidos y luego vendidos.

Mayo: pasarelas en Sistelo

El buen tiempo de mayo pide caminadas en la naturaleza, por eso sugerimos una visita a Sistelo, en el municipio de Arcos de Valdevez. En pleno Parque Nacional de Peneda-Gerês, junto al nacimiento del río Vez, encontrarás un magnífico paisaje verde en terrazas que le valió el apodo de “el pequeño Tíbet portugués”.

Si te gustan los paseos por la naturaleza, toma el camino de las Brandas de Sistelo de nueve kilómetros que comienza en el pueblo y es considerado por muchos como una de las rutas de senderismo más bellas de Portugal. También puedes caminar por las famosas pasarelas de Sistelo que conectan el puente medieval de Vilela con el icónico pueblo. Aprovecha después para hacer un picnic y nadar en las aguas cristalinas de la playa fluvial.

Junio: cerezas en Alcongosta

Si visitas Alcongosta, un típico pueblo serrano, entre marzo y abril encontrarás la Serra de Gardunha cubierta por un manto blanco por la floración de los cerezos. Pero si visitas el pueblo en junio, podrás disfrutar de las maravillosas cerezas que allí se recogen. 

El segundo fin de semana de junio, el pueblo acoge la Fiesta de la Cereza. Así, ya sean los cerezos en flor o la cereza en fruto, ambos ofrecen al viajero un conjunto de programas turísticos que le permiten disfrutar de experiencias únicas.

En Alcongosta, también podrás descubrir el antiguo arte de hacer cestos de madera de castaño en los talleres ancestrales de los cesteros.

Julio: verano en Melides

En julio queremos sol, calor y playa. Por eso, nuestra sugerencia es el pequeño pueblo costero de Melides, en el municipio de Grândola, un paraíso por descubrir en la costa alentejana. Con poco más de 1.600 habitantes, Melides es un Portugal diferente, fuera de los concurridos circuitos más buscados en verano y que sorprende por su tranquilidad y por ser aún un poco desconocido para el turismo de masas.

En este pueblo, la playa más conocida es la de Melides. Cerca de la playa se encuentra la laguna de Melides, que se extiende hasta el pueblo a través de extensos arrozales y pequeños islotes, donde la rica flora y fauna garantizan actividades como la observación de aves, el piragüismo o el senderismo.

Agosto: Linhares da Beira en parapente

Linhares da Beira es conocida como la Capital del Parapente, ofreciendo condiciones únicas para la práctica de este deporte de aventura, como buenas pistas de despegue y aterrizaje y excelentes condiciones de relieve y clima para la práctica del ala delta. Desde 1992, el parapente ha atraído a Linhares da Beira muchos practicantes y amantes de este deporte de todo el mundo.

En agosto, se suele organizar el Festival Internacional de Parapente. Si eres un profesional o simplemente un aficionado a este deporte, no pierdas la oportunidad de visitar Linhares da Beira, situado a 820 metros de altitud en el Parque Natural de la Serra da Estrela. Además de su belleza arquitectónica, que por sí sola ya justifica una visita, también ofrece durante este evento, un deslumbrante y colorido espectáculo brindado por parapentistas.

Septiembre: vendimias en Provesende

Septiembre es mes de vendimias, por eso nada mejor que viajar hasta la región del Douro. Situado en el margen norte del río Duero, en lo alto de la montaña, Provesende ofrece una vista única sobre la región vinícola más antigua del mundo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los numerosos viñedos que lo rodean, la plaza principal del pueblo y sus magníficos edificios ofrecen un viaje en el tiempo con mucho por descubrir.

Provesende es un pueblo bien conservado que promete encantar con su patrimonio único y singular. En un largo paseo por las calles del pueblo, observe las casas típicas de granito y las diversas casas nobles que atestiguan el poder y la riqueza de la región. El pueblo conserva una bonita picota y junto a la iglesia Matriz, que data del siglo XVIII, se encuentra la fuente de granito, que data de 1755.

Octubre: Curral das Freiras, el pueblo más bonito de Madeira 

Octubre es el mes ideal para viajar hasta la isla de Madeira. Mientras en Portugal continental empieza a hacer frío, en Madeira todavía hace buen tiempo y se puede disfrutar del sol y de la playa. Curral das Freiras es un lugar de referencia de la isla, por su ubicación, historia y características naturales. Este pueblo está ubicado en un valle enclavado entre montañas, en un entorno que parece casi sacado de un cuento de hadas.

La gran mayoría de viajeros tiene su primer contacto con este pueblo desde varios de los miradores que se encuentran en las imponentes montañas, como Boca da Corrida o Montado do Paredão. Desde estos lugares, podemos contemplar Curral das Freiras, instalado en un lugar formado gracias a varios eventos naturales, como la erosión hídrica y los derrumbes, que a lo largo de millones de años (y con alguna mano humana también) han ido dando forma al bonito paisaje.

Noviembre: la fiesta de las setas en Alcaide

Mientras que en el pueblo de Alcongosta la cereza es la reina en el mes de junio, en el vecino pueblo de Alcaide reina la seta, en especial los “míscaros”, el tipo de seta que da nombre a la fiesta que se celebra cada noviembre desde 2009.

Quienes visiten la región durante los días del festival “Míscaros” podrán aprovechar los paseos micológicos y maravillarse con la naturaleza circundante de la Serra da Gardunha, degustar diferentes formas de hacer setas y otras especialidades de la región en las tabernas especialmente preparadas en el pueblo.

Para acompañar estos sabores y aromas otoñales, también hay exposiciones, talleres, conferencias, cocinas en vivo con chefs invitados y animación. Este es un festival gratuito para familias y para todas las edades, que cada año atrae a miles de personas de norte a sur de Portugal e incluso de fuera del país.

Diciembre: Navidad en Cabeça

Hay muchos eventos navideños en Portugal en el mes de diciembre, pero la Navidad en el pueblo de Cabeça es diferente. Aquí no hay Papá Noel ni renos. Cada año, los habitantes de este pequeño pueblo del municipio de Seia se reúnen para decorar sus casas y calles con materiales reciclables y naturales.

Los habitantes de Cabeça colaboran de forma voluntaria para vestir el pueblo del espíritu navideño, pero siempre sin olvidar sus orígenes y tradiciones. Todas las decoraciones están hechas con materiales de la naturaleza que resultan de la limpieza de los bosques del Parque Natural Serra da Estrela y tierras vecinas. Escobas, bejucos, pinos, hojas, tallos de maíz, lana de oveja y otros materiales reciclados, sirven de materia prima para los adornos navideños.

Es así desde 2013, cuando un concurso de ideas promovido por el Ayuntamiento de Seia dio origen al evento “Cabeça, Aldeia Natal”. Desde entonces, el evento se ha realizado todos los años. Así que, en diciembre, Cabeça se transforma por completo en un “paraíso rústico de invierno”, como lo llamó el periódico británico The Guardian, en 2021. La misma publicación bautizó al pueblo como “la capital de la Navidad en Portugal”.