Aunque parece que fue ayer cuando tomamos las uvas, y nadie entiende muy bien cómo es posible estar ya en marzo, es hora de ir preparando la escapada de Semana Santa. De hecho, al ritmo que avanza el tiempo es posible que cuando acabes de leer este post ya sea Jueves Santo.
Esquiar, salir de vinos, bailar al ritmo de tambores, perderse en la naturaleza o seguir los pasos de las procesiones son algunas de nuestras propuestas para disfrutar de estos cuatro días de fiesta haciendo lo que más nos gusta o siguiendo lo que marca la tradición. Tú eliges.
1. Ruta por la sierra de Tramuntana (Mallorca)
Declarada Patrimonio de la Humanidad, la sierra de Tramuntana es uno de los lugares más representativos de Mallorca. Su pico más alto, el Puig Major (1.445 metros) corona todo el macizo ofreciendo las mejores vistas de toda la isla.
Para explorar la sierra lo mejor es realizar alguna de las rutas que marcan las diferentes sendas. Una de las más bonitas es la GR 221, 167 kilómetros divididos en varias etapas que pasan junto a vestigios históricos.
Los que prefieren subir más alto, existe otro itinerario que llega hasta la cumbre de Puig des Teix, situada a algo más de 1.000 metros. Otras rutas recomendadas son la del tren de Sóller y la literaria que discurre entre Valldemossa a Pollença.
La Semana Santa es una buena época para visitar la sierra de Tramuntana y practicar algunos deportes de aventura como barranquismo por las gargantas de la sierra, realizar rutas de BTT, salir a pescar y disfrutar del piragüismo en la costa de Sóller.
2. San Genarín y Las Médulas (León)
Cada Jueves Santo, los leoneses sacan a pasear por el barrio Húmedo a San Genarín, el patrón de los borrachos. Genarín era un hombre muy conocido de León. Al amanecer del Viernes Santo de 1929, el camión de la basura le atropelló mientras hacía sus necesidades junto a la muralla de León. Desde entonces, cada aniversario la cofradía que lleva su nombre lo saca en procesión durante la noche.
Otra de las costumbres más típicas en el barrio Húmedo durante la Semana Santa es “matar judíos”, que consiste en ir de bar en bar a beber limonada de vino durante las fiestas.
Para pasar la resaca, nada mejor que un paseo por uno de los patrimonios más valiosos de El Bierzo (León): Las Médulas. Una de las minas a cielo abierto más importantes del Imperio romano. Actualmente existen varias rutas que permiten explorar sus alrededores y conocer cómo se extraía el oro en la antigüedad.
3. Esquí en Sierra Nevada y la Alhambra (Granada)
Nuestra propuesta en Granada aúna dos actividades que harán que disfrutemos de la naturaleza y de la cultura de esta ciudad andaluza. Una de ellas es acercarse a esquiar a Sierra Nevada, una de las mejores estaciones del sur que ofrece un gran abanico de actividades en la nieve.
Al terminar la jornada de esquí podemos acercarnos hasta uno de los numerosos baños árabes de la ciudad, para darnos un masaje y relajarnos. Aunque para entender la cultura árabe será imprescindible una visita a la Alhambra. Esta ciudadela del reino nazarí, declarada Patrimonio de la Humanidad, es una de las joyas del arte andalusí.
4. Tambores, nazarenos e historia en Moratalla (Murcia)
Situado en lo alto de un cerro, coronado por un castillo y su torre del Homenaje, Moratalla destaca por contener una de las colecciones de arte rupestre más importantes de Murcia. Las pinturas están declaradas Patrimonio de la Humanidad y en sus alrededores también se pueden visitar antiguos asentamientos ibéricos, medievales y romanos.
La mejor época para visitar Moratalla es en Semana Santa, pues es cuando se celebra su popular tamborada de Interés Turístico Regional. La Fiesta del Tambor es la que se lleva todo el protagonismo, aunque también hay procesiones que desde hace más de cinco siglos recorren las angostas calles del pueblo.
5. Los Picaos de San Vicente de la Sonsierra y vinos (La Rioja)
Las procesiones de Semana Santa no son exclusivamente del sur de España, aunque muchas de ellas se hayan ganado la fama de ser las mejores del país. En La Rioja esta festividad también se celebra a lo grande. De hecho, son la única comunidad que aún mantiene viva una de las tradiciones más religiosas: la autoflagelación como acto de fe.
Conocida como Los Picaos de San Vicente de Sonsierra, esta costumbre ancestral la organiza la Cofradía de la Santa Vera Cruz, a la que pertenecen los disciplinantes que se someterán a la penitencia durante el Jueves y el Viernes Santo.
San Vicente de Sonsierra está muy cerca de Haro, por lo que podemos aprovechar para hacer enoturismo y visitar algunas de las bodegas más conocidas de La Rioja. El Barrio de la Estación de Haro es perfecto para adentrarse en esta cultura y realizar una cata de los mejores vinos riojanos.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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