8 museos del Bierzo para visitar con niños (y no tan niños)

El Bierzo es una comarca tan bella como poco explotada para el turismo familiar. Conocida por sus famosas Médulas y los encantadores pueblos por los que pasa el Camino de Santiago, El Bierzo es mucho más. Es el Valle del Silencio hasta Peñalba de Santiago, es la zona ancaresa con sus profundos valles, sus castros y pallozas; su gastronomía de montaña, sus vinos con terruño, sus monasterios medievales y su especial orografía moldeada por la tradición minera.

El Bierzo es una zona perfecta para visitar con niños, créeme. Para descubrir sabores y olores de campo, para enlazar sus ricos espacios naturales con el pasado de esta comarca ligada a la mina y al ferrocarril. Y también para entrar en los museos del Bierzo y destripar su historia de una forma lúdica y divertida.

Fábrica de la Luz, uno de los mejores museos del Bierzo

Si tienes que elegir sólo un museo para visitar con niños en El Bierzo, que sea este. Situado a las afueras de la ciudad de Ponferrada, en la avenida de la Libertad, el Museo de la Energía se ubica en la antigua central de la Minero Siderúrgica de Ponferrada. Más conocida como MSP, la central estuvo activa desde 1920 hasta 1971. Hoy funciona como espacio cultural para conocer la importancia del carbón en la comarca del Bierzo y ha sido reconocido con diversos premios y menciones internacionales, como la nominación al mejor museo europeo del año 2015 en los premios EMYA (European Museum of the Year Award).

El Museo de la Energía se conoce también como fábrica de la luz porque aquí se transformaba mágicamente el carbón en energía eléctrica: ¡se hacía la luz! Antes de entrar al museo quizá te parezca que puede resultar una visita algo técnica o aburrida para hacer con niños. Nada más lejos de la realidad porque, además de resultar ameno e informativo, el recorrido apela a las emociones: la que transmiten los empleados que trabajaron en la fábrica y que explican, en formato vídeo, su experiencia.

El museo se divide en tres espacios. El primero de ellos es el muelle de carbones y quizá sea uno de los más atractivos ya que en él se encuentran dos de los puntos fuertes del museo: una vieja locomotora a vapor que se puede ver en funcionamiento y una vagoneta que simula introducirse en un túnel minero. Esta zona es, además, muy interactiva, con paneles informativos y testimonios en vídeo de los trabajadores, que cuentan anécdotas de su vida y consiguen convertir una experiencia didáctica en un verdadero viaje en el tiempo.

En la nave de calderas puede verse el proceso de quemado del carbón en los altos hornos de la central y, por último, en la nave de turbinas es donde el museo hace su magia creando la luz. Además no hay que dejar de admirar el exterior del edificio, considerado una de las joyas del patrimonio industrial español, ni de disfrutar de los jardines que lo rodean.

Para sacarle todo el jugo a este museo son recomendables las visitas guiadas, en concreto la Visita en familia, que tiene lugar los sábados, domingos y festivos a las 11:45 sin reserva previa.

Museo de la Radio Luis del Olmo

El casco histórico de Ponferrada, pequeño y acogedor, sorprende por la cantidad de museos que alberga. Entre ellos está el Museo de la Radio, situado en una bonita casa solariega de estilo barroco tardío: la casa de Los Escudos. En su interior nos encontramos con una amplia colección de receptores de radio -hay más de 200- que pertenecen al famoso locutor, nacido en Ponferrada, Luis del Olmo.

Es muy llamativo observar la evolución de estos aparatos, tanto en aspecto como en tecnología, desde los más rústicos hasta los más modernos. Además, el museo da a conocer algunos episodios históricos de España a través de una extensa recopilación de recortes radiofónicos que se van escuchando durante la visita y se convierten en un buen aliciente para los niños más mayorcitos.

¿Una curiosidad? Su aula de radio, con aparatos fabricados por las mejores compañías europeas y norteamericanas, como Philips, Telefunken o Marconi.

Museo del Ferrocarril de Ponferrada

El tren es otro de los símbolos testigo del pasado minero e industrial del Bierzo: es lógico y es de justicia que Ponferrada le dedique un museo propio. La historia del ferrocarril en esta comarca comienza en 1918, con el proyecto de Ley del Ministerio de Fomento que daba luz verde a la construcción de una línea férrea entre Villablino y Ponferrada. ¿El motivo? Transportar el carbón desde las cuencas mineras del Sil.

Este acontecimiento marcó un antes y un después en la economía e industria de la zona, que sufrió un gran avance en su evolución. Pero por aquellas vías no sólo se transportaba carbón, también había espacio para una línea de transporte de pasajeros, que fue la última de España en usar locomotoras de vapor hasta 1980, fecha en la que desapareció.

¿Te gustaría ver alguna de estas locomotoras o los planos del proyecto inicial de esta vía? Todo eso y mucho más se guarda con esmero en el Museo del Ferrocarril de Ponferrada, que encantará a niños y mayores por igual, donde profundizar sobre la importancia de la minería y el ferrocarril a lo largo del s. XX.

Museo de Ciencias Naturales de Villafranca del Bierzo

La imponente fachada barroca de la iglesia de San Nicolás, en Villafranca del Bierzo, guarda una grata sorpresa en su interior: un inesperado y completo Museo de Ciencias Naturales y Etnográfico que cuesta imaginar en una villa tan pequeña. Fueron los Padres Paúles, que regentan desde 1913 el edificio eclesiástico, quienes recuperaron las colecciones del museo para su exhibición, ayudados por una asociación de vecinos, el Ayuntamiento de Villafranca e investigadores de la Universidad de Vigo.

Pero el principal impulsor del museo original fue el Padre Tobar, un personaje digno de estudio, conocido como “El Julio Verne español”, que además fue inventor y profesor en Villafranca. Con su esfuerzo nació este peculiar museo dedicado a la zoología, en el que se exponen un gran número de animales disecados, entre los que destacan aves traídas de Filipinas, además de colecciones de conchas y minerales. Otra zona del museo se dedica a la etnografía, para conocer algunos elementos tradicionales de Villafranca, como los Gigantes y Cabezudos.

El Museo de Ciencias Naturales suele celebrar eventos familiares. Este Halloween todas las familias que acudan con niños a visitar el museo durante el puente disfrutarán de una actividad especial con premio: ¡la búsqueda de los monstruos del museo!

Museo Arqueológico de Cacabelos

Recorrer el Museo Arqueológico MARCA situado en la pequeña localidad de Cacabelos, es como hacer un viaje en el tiempo desde la Prehistoria hasta el s. XX. Su fundación comenzó en 1964 gracias a Eunemio García Neira, una autoridad de la arqueología en El Bierzo. Con él se inició la colección permanente, formada por las piezas extraídas de los yacimientos de Castro Ventosa y La Edrada.

A estas piezas se añadieron otras medievales como escudos, armas, libros antiguos y arte sacro, además de elementos etnográficos de distintas épocas como útiles domésticos, que permiten conocer el modo de vida de los pueblos que habitaron la comarca del Bierzo.

Otro de los puntos fuertes del MARCA son sus exposiciones temporales en las que participan importantes artistas nacionales. Pero además el museo organiza talleres para niños (también para adultos), con los que pretende motivar a los más pequeños para que aprendan historia y se interesen por el arte y la arqueología de la forma más amena posible: a través de divertidas actividades lúdicas.

Museo del Alto Bierzo en Bembibre

En el desconocido Bembibre, antiguo caserío de origen astur, se encuentra el Museo del Alto Bierzo, situado en la planta alta de la Casa de las Culturas. Es un espacio dedicado en su totalidad a la historia, cultura y tradiciones de una de las zonas menos visitadas del Bierzo, el Alto Bierzo. Es un museo de fácil recorrido por lo atractivo de sus elementos etnográficos, como los utensilios de la casa berciana (cacerolas, molinillos, sartenes, cántaros…), los utilizados en actividades agrícolas y ganaderas (arados, hoces, yugos…) y otros oficios tradicionales, entre los que destacan el de carpintero, zapatero y herrero.

A estas áreas expositivas se ha sumado en septiembre una más, la de Geología y Paleontología, que sin duda añadirán un plus al atractivo turístico de este museo, que es mucho.

Hay que hacer especial mención a la exposición de los trajes típicos bercianos y a la recreación de algunas viviendas y de la escuela del pueblo, la escuela de Doña Matilde, con sus pizarras, antiguos mapas y pupitres y sus alumnos vestidos de época. Un museo encantador donde acercarse a la esencia del Bierzo.

Otros museos del Bierzo para disfrutar en familia

En esta lista de museos del Bierzo para visitar con niños deberían estar otros muchos de la comarca, pero vamos añadir dos más: el Museo del Carro y el Museo del Monasterio de Carracedo.

El primero merece la pena por el entorno en el que se ubica, Villanueva de Valdueza, un pintoresco pueblo del valle del Oza declarado Bien de Interés Cultural, pero también por ser una colección de carros familiar que en su origen se exponía al aire libre y ahora cuenta con su propio museo. El segundo lo localizamos en el interior del Monasterio de Santa María de Carracedo, un cenobio medieval restaurado en el s. XII que merece una visita por sí mismo, al que el museo suma puntos con un breve paseo por sus orígenes e historia.