El viajero sentirá como hoy reina la paz; pero en otras épocas, en estas tierras de la Beira portuguesa se vivieron luchas, refriegas, escaramuzas, recelos y conquistas. Y es que así se dibujan las fronteras, ya sea entre tiras y aflojas de castellanos contra portugueses, de musulmanes contra cristianos o de invasores franceses, que todos pasaron por aquí.
Las aldeas históricas de Portugal pueden parecer lugares salpicados en el mapa, pero lo cierto es que ayudaron a forjar el destino de un país y a marcar la frontera con España.
Estas aldeas crecieron alrededor de un castillo, se refugiaron tras murallas, recibieron cartas forales y privilegios para los que se estableciera allí, porque la tierra debía habitarse. Las capillas, las iglesias y las leyendas contribuyeron a crear patria. Todo aquello pasó y hoy nos quedaron un grupo de villas. Conocerlas es hacer un viaje a otra época mientras disfrutamos de las comodidades de nuestro tiempo.
La red de Aldeas históricas de Portugal
Las aldeas históricas de Portugal son doce villas ubicadas en la región Centro de Portugal. Hacen equilibrios a lo largo de la frontera con Extremadura y se encaraman en sierras que son fortificaciones naturales.
La red nació como una estrategia de apoyo entre los pueblos y hoy se ha convertido en uno de los destinos más destacados de turismo rural en Portugal, lo cual ha contribuido en la recuperación de las antiguas aldeas como patrimonio histórico-cultural. Nos aguarda una rica gastronomía, artesanía, naturaleza, museos y sostenibilidad. Recientemente, ha recibido el sello Biophere Destination, del que solo disfrutan otros 120 destinos en todo el mundo. ¿Viajamos al Portugal Medieval?
1. Castelo Mendo
A sólo 10 kilómetros de la frontera con España, Castelo Mendo nos da la bienvenida a la Beira portuguesa. Acercándonos, vemos un pequeño conjunto de casas sobre la elevación de un cerro. En un extremo, las ruinas de la Igreja Nossa Senhora do Castelo que domina los valles circundantes y más allá el río Côa.
Desde aquí, con esta amplia panorámica, comprenderemos la importancia estratégica de estos pueblos históricos. Aunque hoy, al entrar a la villa por la «Porta dos Berroes», el viajero sólo encontrará el sosiego de un lugar sin prisas.
2. Almeida
Una sorprendente villa dentro de una fortificación en forma de estrella, nos aguarda en la ruta de aldeas históricas de Portugal. Casi tres kilómetros de murallas, fosos insuperables y baterías de cañones son viva muestra de la ingeniería militar de los siglos XVII y XVIII.
Acceder por la puerta monumental de Almeida es como traspasar un túnel del tiempo. Al traspasarla nos aguarda un coqueto jardín con algunas direcciones indicadas. Lo mejor será dejarnos llevar y descubrir poco a poco el pueblo.
3. Castelo Novo
“Castelo Novo –dice José Saramago en Viaje a Portugal– es uno de los recuerdos más conmovedores para el viajero. Tal vez un día vuelva, tal vez no regrese nunca, tal vez hasta evite volver, porque sé que hay experiencias que no se repiten”.
Después de que la autopista nos deje en el estrecho camino que nos conducirá a otra época, la villa se divisa en un promontorio a nuestra derecha. Sus calles saben a castañas y aceite de oliva, a tradiciones antiguas, y serpentean del color de la piedra hasta el castillo que las amparó desde el comienzo.
4. Sortelha
En su libro Viaje a Portugal, también Saramago describe la llegada a esta aldea histórica: “Entrar en Sortelha es entrar en la Edad Media”. Lo dice por lo enorme de sus murallas, por la dureza de la calzada y por las calles empinadas. El castillo de Sortelha son apenas muros, pero sigue imponiendo igual que en la torre del homenaje sigue ondeando la bandera portuguesa.
Desde el promontorio del castillo, las viviendas de la histórica villa descienden escalonadas. Aquí el color y la textura que dominan es la del granito, en armonía con el silencioso paso del tiempo.
5. Belmonte
El hijo más ilustre de Belmonte es Pedro Álvares Cabral, descubridor de Brasil. En esta villa conviene pasear por el barrio de Marruecos, donde se estableció la importante comunidad de judíos expulsado de España. Si atendemos con detalle, podremos ver grabados en las piedras distintos símbolos sefarditas.
6. Linhares da Beira
El de Linhares da Beira está considerada uno de los castillos góticos más importantes de la Beira Interior. A lomos de una gran mole de granito que al viajero tal vez le recuerde al elefante de la novela de José Saramago, el castillo con sus torres domina el panorama del valle, hermoso al atardecer.
7. Trancoso
El castilo de Trancoso es uno de los mejores conservados de las aldeas históricas. Al aproximarnos, lo vemos sobre la meseta que ocupa el pueblo. Si el viajero comienza a contar, verá que el castillo tiene hasta quince torres, suficientes para proteger el territorio del asedio de los castellanos. Aquí creció la comunidad judía hasta que en 1536 se instaló la Inquisición en Portugal.
8. Monsanto
El impresionante castillo de Monsanto domina las dehesas con encinas y alcornoques. La villa, erguida sobre un saliente escarpado parece dar la razón al dicho popular: «Nunca se sabe en Monsanto, donde las águilas rozan con las alas, si la casa nace de la roca». En 1938, fue considerado el pueblo más portugués de Portugal. No obstante, Monsanto conserva el trazado urbanístico de las urbes de La Beira, lo que, además, le brinda una atmósfera plenamente medieval.
9. Idanha-a-Velha
Idanha-a-Velha es una pintoresca villa que fue declarada Monumento Nacional. Su historia es resumen de la de la zona: se levanta en el lugar donde en tiempos existió una ciudad de fundación romana (siglo I a.C.), más tarde fue sede episcopal bajo el dominio suevo y visigótico. En el siglo VII, estuvo ocupada por los musulmanes y fue reconquistada por los cristianos en el siglo XII. Destacan la muralla romana con sus ocho torres defensivas semicilíndricas y la Iglesia de Santa María.
10. Castelo Rodrigo
Los peregrinos del Camino de Santiago pasan por esta villa, toda ella un verdadero conjunto monumental que refleja la historia de este territorio fronterizo. Durante más de 600 años, Castelo Rodrigo fue villa y capital de provincia.
Su importancia se remonta al reinado de Alfonso IX de León, cuando conquista a los musulmanes este territorio y levanta la serie de fortificaciones a lo largo del río Côa. Hoy las ruinas del palacio de Cristóbal Moura se levantan sobre los tejados de las casas. Antaño, hasta trece torreones componían la muralla. Hay que ver la cisterna medieval, la torre del homenaje y del reloj, y la bella Puerta del Sol, con vistas al convento de Santa María de Aguiar.
11. Piódão
Piódão está reconocido como «Lugar de Interés Público». El viajero se encuentra con un pueblo fabuloso de granítica fachada encaramado a la Serra do Açôr. Las casas, rodeadas de bancales y en medio de pendientes, se adaptan y se apiñan hasta la parte más elevada. Por algo este es el único de los pueblos históricos sin defensas: no le hacía falta, la naturaleza era la mejor muralla.
12. Marialva
La Aldea de Marialva se encuentra a solo 7 Km de la sede del municipio de Mêda, en la margen izquierda de la ribera de Marialva. Podemos visitar tres núcleos distintos: la Ciudadela en el interior del Castillo, ahora despoblada y un remanso de paz; el Arrabalde que prolonga la villa más allá de las murallas; y, más al sur, la Devesa, que se extiende por la llanura hasta la ribera del río Marialva y se asienta sobre la antigua ciudad romana. Forma todo un escenario que transporta al viajero a las raíces más profundas de la historia del país, al Portugal medieval, el que acabó por fijar la actual frontera con España.
¿Cómo recorrer la red de aldeas históricas de Portugal?
Las Aldeas Históricas de Portugal son un destino único que va mucho más allá del rico legado histórico. Hay que destacar la naturaleza de la Beira portuguesa también como un importante patrimonio: el Parque Natural de la Sierra de la Estrella, el Parque Natural del Tajo Internacional, el Parque Natural del Duero Internacional, la Reserva Natural de la Sierra de Malcata o el Paisaje Protegido Regional de la Sierra de la Gardunha constituyen el marco físico de las aldeas, unidas por una gran cantidad de caminos marcados que podremos hacer a pie (el GR22 o Gran Ruta de las Aldeas Históricas de Portugal), en bicicleta o en coche. ¡Tú eliges!
Mas información www.visitportugal.com/es
Redacción ER
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Aldeas de Portugal es una ruta preciosa. Recomiendo hacer «Campamento base» en Castelo Branco y desde allí recorrerlas
Me ha gustado y me interesa
Hola: estoy interesada en visitarlas en Semana Santa, nos pueden decir cuántos días hacen falta para visitarlas y el mejor sitio para tener el hotel y desde allí hacer un recorrido.
Gracias
Nos gustaria visitar las 10 Aldeas en bike. Es posible hacerlo? Sugerencias de Hospedaje y servicio de equipaje para cada dia en sus diferentes alberges. 2 Cuartos , 4 Personas.