El embalse de Almendra es enorme. Parece, más que una presa de Salamanca, un océano a punto de precipitarse con violencia si alguien añadiera una gotita más al conjunto. Podemos imaginar incluso la cara de esfuerzo que pondrían a diario esos muros de contención para soportar esa enorme arremetida, paciente, tenaz.
La presa de Almendra ocupa 8.650 hectáreas. No es la más grande del país, aunque quizás sí la que cause mayor impresión porque es la más alta (202 metros). Por delante de él están el embalse de La Serena (13.949 hectáreas) en Badajoz y el de Alcántara (10.400 hectáreas) en Cáceres. Estos tres son, de los más de 1.200 embalses con más de 50 hm3 de capacidad de España, los más grandes. Los titanes de nuestro país.
Con precisión: el embalse de Almendra tiene una capacidad de 2649.00 hm3 de agua que recoge del río Tormes, según el IGN (Instituto Geográfico Nacional). Dicho así, en hectómetros cúbicos, no nos hacemos una idea. Pero imagina soportar ese peso de la imagen bajo los hombros. No, mejor no lo imagines.
A la presa de Almendra también se le conoce como Salto de Villarino. La construcción comenzó el 28 de agosto de 1964, bajo las órdenes de Pedro Guinea. Las obras llevaron 6 años y costaron 4.000 millones de pesetas (unos 24 millones de euros).
El embalse se inauguró en 1970, siete años después de que Iberduero comprara un ordenador IBM 1401 que calculó en tres horas el proyecto, cuando los trabajos de cálculo para la presa de Aldeadávila habían llevado medio año de esfuerzos.
Su función fue y es producir energía hidroeléctrica. La potencia del salto es enorme porque la ingeniería del complejo multiplica por dos la altura de la presa, de por sí la más elevada del país.
Luis Berga Casafont, del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, indica en un estudio que «una presa bóveda [como la de Almendra] de más de 200 m de altura tiene unas cargas que pueden variar entre 5 y 10 millones de toneladas«. ¿Te lo imaginas?
Por lo general, las presas de bóveda como la de Almendra son espectaculares. Fuera de nuestras fronteras podrías admirar las presas Kölnbrein (Austria), Hoover (entre Arizona y Nevada) o la presa Gordon (Tasmania). En España, las de Aldeadávila (Salamanca) o la de Quentar (Granada) son excelentes ejemplos de la grandeza de la ingeniería conquistada por los humanos.
Podrías preguntarte cuánto hormigón se necesita para construir un embalse como el de Almendra. Pues bien: 2.188.000 m3 de agua y cemento. La impresión que provoca el embalse de Almendra oscurece lo que de genialidad tiene el sistema de producción eléctrica.
Aquí no se dispone un salto de alivio a la mayor altura posible (202 m) y las turbinas debajo, como es habitual. Un complejo sistema de túneles y galerías multiplica la fuerza del desagüe a una altura equivalente de 410 m y a 15 km de distancia desde el embalse hasta el «salto».
El embalse se encuentra a 5 km de Almendra y la central a unos pocos kilómetros de Villarino de los Aires.
Redacción ER
Etiquetas
Si te ha gustado, compártelo
Publicidad
Nuestra estancia en Venta los Arribes,estupenda, Victor y su padre fabulosos, lo recomiendo!
Es impresionante,cada vez que pasaba no podia evitar pensar si regentaba.
La primera imagen también la vi y senti, la imaginación monto su pelicula.
Preciosa la presa del pueblo de mi ama.
Para dormir y comer recomiendo La Posada de Doña Urraca. Espectacular !!
Años como el actual,con tanta agua es espectacular. No lo sabemos apreciar al tenerlo tan cerca
A nosotros nos impresionó una barbaridad. Es grandisima, no ves el final del agua. Nosotros nos bajamos del coche, hicimos fotos y dimos de comer a los barbos al lado del puente.
Es un paraje espectacular digno de visitarlo, impresinante presa y si es posible ir a la cantera ,es una cura para el estres de las ciudades, la estancia tanto en la Posada Doña Urraca. Como en la venta son personas que se quedarán en el buen recuerdo por su trato y dedicatoria.
Somos de Pereña de la Ribera. Es uno de los paisajes mas impresionantes que se pueden contemplar. LLevamos años 45 viajando a estas tierras tan maravillosas las Arribes del Duero y nunca nos cansamos de contemplar esta maravilla. Merece la pena una escapada a estos parajes. No os arrepentiréis. Os lo prometo. Hay sitios espectaculares muy desconocidos.
Son los orígenes de mi familia por ambas ramas, bellas vivencias, paisaje espectacular! En pocos kilómetros confluyen dos provincias Salamanca y Zamora, junto con Portugal.