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Cuentan los romanos con orgullo que los alumnos de sus escuelas sólo tienen que salir a la calle para conocer parte de su historia. Lo mismo podría decirse desde Andalucía viendo el increíble patrimonio arqueológico e histórico que se reparte por toda la comunidad.
Además, no solo de la época del imperio, sino que, muy entrelazada con ella, está la parte de los íberos o, incluso más allá, hasta los tiempos legendarios de los primeros pobladores de Europa.
Conjunto Arqueológico de Cástulo (Jaén)
“Una ciudad tan poderosa y célebre se halla reducida hoy al cortijo de Cazlona, residuo de su antiguo nombre”, así escribía de Cástulo en el año 1851, Pascual Madoz. Sin embargo, trabajos posteriores han revelado la compleja secuencia estratigráfica del Conjunto Arqueológico de Cástulo, convirtiéndolo en uno de los enclaves históricos más interesantes de la península.
La ciudad íbero-romana de Cástulo fue uno de los centros de la antigüedad gracias a la agricultura y la minería y tuvo su protagonismo durante la Segunda Guerra Púnica que enfrentó a Cartago con Roma por el control del Mediterráneo occidental.
La zona arqueológica creada en 2011 está compuesta por el Museo Arqueológico de Linares y la propia ciudad de Cástulo, donde se encuentran necrópolis, factorías e infraestructuras públicas que abarcan un periodo que va desde la Prehistoria a la Baja Edad Media. Las termas y el bellísimo mosaico de los Amores son dos de sus estrellas.
Conjunto Arqueológico de Itálica
El tesoro de Santiponce busca ser declarado Patrimonio de la Humanidad y razones no le faltan. Y es que esta ciudad, la primera fundada en Hispania, fue capaz de dar dos emperadores de la talla de Trajano y Adriano.
Cuando se visita el conjunto arqueológico de 52 hectáreas impacta por su riqueza y monumentalidad, con un anfiteatro que es el tercero en tamaño de todo el Imperio, su teatro, las termas y ricas casas decoradas con mosaicos. Cuando el visitante recorre el antiguo trazado de esta mítica ciudad puede sentir que está en Roma y que su viaje ha sido, además de en kilómetros, hacia atrás en el tiempo.
Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia
En esta parte de Tarifa es habitual ver a los bañistas ascender con calma hasta la cresta de la duna de Bolonia. Desde arriba, se divisa la masa de pinos, el mar y el complejo arqueológico romano de Baelo Claudia, declarado Monumento Histórico Nacional y prueba del buen gusto que tenían los romanos para escoger ubicaciones para sus asentamientos.
Esta fue una de las ciudades-factoría romanas más importantes del litoral hasta el maremoto que en el siglo III d.C. provocara su decadencia. Quedaron su teatro, sus cuatro templos y el edificio de la curia abandonados poco a poco, testigos de un esplendor pasado que hoy se puede sentir aún paseando por el recinto.
Conjunto Arqueológico de Carmona
El británico George Edward Bonsor se inició en la arqueología de forma privada en Carmona, donde fue conocido como Jorge Bonsor en la asociación de eruditos locales con quien compartió pasión.
Ellos fueron los que descubrieron y excavaron la necrópolis romana de Carmona y el anfiteatro entre 1882 y 1885. Hoy el recinto arqueológico musealizado es uno de los argumentos que esgrime Carmona para ser el próximo Patrimonio de la Humanidad que sume en su haber España.
Ciudad Romana de Ocuri
En pleno parque natural de Grazalema hay un lugar que guarda el secreto de las huellas romanas de esta parte de Cádiz. A muy poca distancia de Ubrique, el recorrido del yacimiento asciende cómodamente entre encinas y algarrobos por el cerro del Salto de la Mora. Van apareciendo elementos arqueológicos de importancia, como el Mausoleo (S. I y II d.C.), externo aún a la ciclópea muralla (con origen en el s. V a. C.) que tuvo la ciudad, y destinado para enterrar a los muertos.
Una vez atravesada la muralla, hay restos de cisternas, termas y viviendas que revelan la vida cotidiana de estos antiguos habitantes. El disfrute de todo ello en la actualidad es gracias a la intuición del vecino Juan Vegazo, que compró estos terrenos en el s. XVII para comprobar los restos que se veían en aquel cerro.
Viaje al Tiempo de los Íberos
El Museo íbero de Jaén es un buen punto de partida para conocer cómo era Andalucía allá en el primer milenio a. C. y conocer la cultura íbera a través de 300 piezas, algunas tan importantes como el ajuar funerario de la Cámara Funeraria de Piquía de Arjona. A escasos metros está el Museo de Jaén, donde hacer un recorrido histórico por la provincia y disfrutar del importante Conjunto Escultórico Íbero de Cerrillo Blanco de Porcuna (con esculturas que datan del siglo V a.C.).
Este es el espectacular inicio a la ruta Viaje al Tiempo de los Íberos. Luego, a cuatro kilómetros de Jaén, se localiza ya la ciudad fortificada de Puente Tablas, con su destacada Puerta del Sol. La ruta sigue por la Ciudad Íbero-Romana de Cástulo; la Necrópolis Dinástica de Cerrillo Blanco; el Santuario Ibérico de La Cueva de la Lobera; las tumbas principescas de Toya y Hornos, en Peal de Becerro; la ciudad fortificada de Giribaile; y finalmente, la muralla ciclópea de Ibros, hoy integrada en el casco urbano como símbolo de que el presente no deja de ser fruto del pasado.
Ruta Bética Romana
La Vía Augusta fue la calzada romana más larga de la Hispania romana con una longitud aproximada de 1500 km desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo. Hoy la Ruta Bética Romana busca recordar esta verdadera autopista, tan importante para la red viaria en la Hispania romana, pasando por Cádiz y haciendo paradas en Santiponce, Carmona, Écija, Almodóvar del Río, Córdoba, Montoro, Baena, Almedinilla, Puente Genil, Osuna o Marchena.
Una nómina de ciudades pequeñas andaluzas que ponen en valor tanto espacios naturales como el Parque Natural de la Subbética Cordobesa, la Campiña, el Parque Natural de la Bahía de Cádiz o el Valle del Guadalquivir, junto a hitos arqueológicos de importancia como villas romanas, mosaicos de gran belleza, esculturas e infraestructuras romanas varias.
Gran Senda de los Primeros Pobladores
Basta un poco de imaginación para ver que las poblaciones de Castril, Huéscar, La Puebla de Don Fadrique, Orce, Galera y Castilléjar forman sobre el mapa la silueta de un animal, tal vez un ciervo, al modo en que se se solían plasmar en el arte rupestre.
Un trekking de seis etapas que suman 143 kilómetros es el trazo de este imaginativo dibujo y constituye una interesante propuesta que suma patrimonio natural, cultural, etnográfico y gastronómico. Un reto tan exigente como satisfactorio para conocer a fondo la Comarca de Huéscar, la más grande de las provincias de Granada.
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José Alejandro Adamuz
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Con respecto a la Bética los emperadores Trajano y Adriano de ascendencia noble turdetana eran de la capital que conservo su etimología, pues no fue fundada por los romanos sino anexionada, lo que prueba la historia y la arqueología es que Corduva era la capital turdetana por lo que ya basta de especulación y mas lógica/ciencia por favor.