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Nada es para siempre pero hay cosas, e incluso seres vivos, que parecen tener el don de la inmortalidad. Es el caso de algunos árboles que llevan enraizados en la tierra del país desde hace miles de años. Y esta afirmación es literal, no una hipérbole, ya que hay algunos ejemplares que han dado sombra a muchas de las civilizaciones que han habitado la Península desde tiempos inmemoriales. Ese tejo en el que ahora se puede apoyar un paisano en una tarde de junio, también pudo ser el refugio de un soldado romano en un caluroso día de verano.
Esos árboles de mil anillos en el interior de su tronco están repartidos por todo el territorio, de norte a sur, de este a oeste y viceversa. En algunos casos como en el del drago milenario de Icod de los Vinos la edad no está muy clara, aunque su ‘apellido’ le otorgue más de diez siglos. Se decía que tenía más de 3.000 años, pero la afirmación no se extraía de ningún estudio riguroso y, de hecho, actualmente se estima que tiene unos 800 años. Pese a su ‘juventud’ fue declarado Monumento Nacional en 1917 y es el símbolo vegetal de la isla de Tenerife. Los que aparecen a continuación sí son algunos de los árboles milenarios de España.
La farga del Arión de Ulldecona (Tarragona)
La farga del Arión de Ulldecona fue declarado árbol monumental por la Generalitat de Catalunya en 1997 y forma parte del Museo Natural de Olivos Milenarios del Arión junto a otros ejemplares similares, de los que se sigue extrayendo aceite. Actualmente se organizan visitas guiadas para que los visitantes puedan disfrutar de la visión de esos troncos que se retuercen sin dañar el entorno.
Tiene más de 1.700 años y es el olivo más viejo de España, según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Según los cálculos de la investigación, se plantó durante el mandato del emperador Constantino I, en el año 314 dC.
Tejo milenario de Barondillo (Sierra del Guadarrama)
También conocido como tejo del arroyo de Valhondillo, se calcula que este árbol tiene entre 1.500 y 2.000 años. Mide 8 metros, su tronco tiene un perímetro de 9,10 metros y su copa 15 metros de ancho. En 1985, la Comunidad de Madrid lo incluyó en su catálogo de especies protegidas.
Se puede llegar a él recorriendo una ruta a pie que sale del área recreativa de La Isla, en el valle del Paular, y transcurre al lado del arroyo de la Angostura, a través de un pinar y pasa por la presa del Pradillo. El gran tejo está rodeado de otros hermanos más jóvenes pero que también son muy viejos.
Tejo de la sierra de Cazorla (Jaén)
Tiene 2.000 años, así que no es raro oír o leer la afirmación de que es el más viejo del país, pero otros como el de Barondillo también le rondan en edad. Sea como sea, ambos han visto pasar la historia de España bajo sus ramas, impasibles y creciendo entre las rocas del campo.
Se encuentra en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, rodeado de otros congéneres que componen la Ruta de los Tejos milenarios. El sendero parte de Cañada de las Fuentes, cerca de donde nace el río Guadalquivir y termina en el mismo sitio, ya que el itinerario es circular. Su recorrido es de cinco kilómetros y es muy sencillo.
Lo Parot de Horta de Sant Joan (Terra Alta)
Tarragona es tierra de olivos famosos como Ulldecona o este, que está en la comarca de Terra Alta. Su nombre indica que es el patriarca, el padre del resto de los árboles. Podría ser el más antiguo de Cataluña, aunque como se indica aquí, es difícil establecer su edad exacta porque los olivos no forman anillos ‘de cumpleaños’ en su tronco.
Mide unos 8 metros, el perímetro del tronco es de 7,5 metros y también está catalogado como árbol monumental desde 1990. Pertenece a una variedad de olivo doméstico desconocida y está rodeado con una vallita para impedir que los visitantes se acerquen demasiado y dañen sus raíces, o cualquier otra de sus partes.
Tejo de Bermiego (Asturias)
También se lo conoce como teixu de Bermiego, está al lado de la iglesia parroquial, así que tiene otro nombre más: teixu l’iglesia. Monumento Natural por el Principado de Asturias, se estima que tiene más de mil años aunque no se sabe su edad concreta. Mide alrededor de 10 metros, el diámetro de su tronco es de 6,80 cm y el de la copa de 15 metros. La leyenda dice que los tejos tienen propiedades sobrenaturales y por eso se encuentran tantos cerca de las iglesias, para dirigir a los espíritus al camposanto.
Muy cerca de él, al lado de otra iglesia, había otro árbol monumental conocido como el Rebollón. Era un ejemplar de roble albar que medía más de 12 metros, tenía una copa de 20 metros y rondaría el milenio, pero en 2004 se desenraizó después de unas lluvias muy fuertes.
Olivera Gorda de Ricote (Murcia)
Este nombre tan rotundo pertenece a un olivo de unos 1.400 años (hay voces que apuntan más bien a 800) que creció en el valle de Ricote, en Murcia y ahí sigue. Actualmente está protegido por ley ante cualquier trato abusivo o potencialmente dañino.
La tradición dice que Tudmir Ibn-Ju (Ben Hud), inició su levantamiento y fue coronado rey en este olivo. Es solo uno hechos históricos de los que se le atribuye haber sido escenario, ya que también se cuenta que el rey Jaume I hizo rendirse a los musulmanes bajo su copa. Actualmente el árbol mide cerca de 8 metros y su tronco tiene un perímetro de más de 6.
Castaños milenarios de San Justo (Zamora)
Para salir un poco de los tejos y los olivos, se puede viajar a la comarca de Sanabria, en Castilla y León, para ver el bosque de castaños situado junto al santuario de La Alcobilla. Todos los ejemplares tienen cientos de años, algunos superan el milenio y tienen troncos de más de 8 metros de diámetro.
Además de los mencionados en la lista, existen otros árboles milenarios de España de interés por su edad como la olivera grossa de Villajoyosa (Valencia), a la que también se le calculan unos 1.400 años; la oliva de Agua Amarga del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería) de entre 1.500 y 2000 años y el tejo milenario de San Cristóbal de Valdueza (León), que también se mantiene vivo junto a la ermita del pueblo, como es habitual en estas especies por las creencias populares.
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
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