Así fueron las escapadas en el siglo XVI
Escrito por
06.09.2011
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3min. de lectura
Para inspirar un pequeño viaje también sirven los mapas antiguos. Os sugerimos una escapada a ciudades históricas utilizando los mapas de Joris Hoefnagel para ilustrarla. El trasfondo histórico, el plano original y los detalles de la época se mezclan curiosamente en ellos.
¿Quién fue el tal Joris Joefnagel? Fue un artista del s. XVI, pintor viajero, hijo de una familia dedicada a los diamantes, como buen ciudadano de Amberes (Holanda). Tuvo el tiempo, los medios y el talento necesarios para dedicarse a la creación artística en sus viajes. De su producción destacan los mapas, como los de España. Así podrían haber sido las escapadas en el s. XVI.
Santander. Santander siempre fue un puerto importante, pero desde 1372 (con la victoria de la armada castellana en La Rochella, Francia) se posicionó como un enclave vital para la estrategia naval y el comercio. Enrique II de Castilla mandó construir una atarazanas reales, como las de Sevilla.
Hispalis. Sevilla. Siempre fue un lugar importantísimo para las comunicaciones, el aprovisionamiento, la estrategia militar… Pasaron por Sevilla los tartesos, los cartagineses, los romanos, los musulmanes y cristianos. Aquí nació la ciudad de Italica y de Hispalis, la capital de uno de los reinos de al-Andalus y el en s. XVI el puerto de Indias del Guadalquivir, con inumerables embarcaciones. Hoefnagel plasmó la sociedad de aquella Hispalis extramuros.
Granata y Albayzin. Del s. VIII al XI el territorio que hoy ocupa Granada estaba deshabitado. En pocos casos una ciudad alcanzó el esplendor cultural, económico y artístico en tan poco tiempo como la de Granada. Desaparecido el Califato de Córdoba, a partir del s. XI el enclave se convertirá de a poco en la capital del reino Nazarí. Hoefnagel retrata con gracia la arquitectura del nuevo poder de Carlos V y la antigua admiración por la Alhambra y el Albaicín.
Barcino. Barcelona. La antigua Barcino romana fue convirtiéndose en la ciudad más importante de los condados catalanes. Tal fue su crecimiento que el conde de Barcelona asumía la dirección de todo el territorio y velaba por sus intereses, el primus inter pares. El mar siempre fue esencial en la estrategia comercial y militar. En este caso es Hogenberg quien marca la entrada a la ciudad con arco desde el puerto.
Toletum. Hoefnagel descubría al paso las ciudades más importantes de la Península. Toledo fue esencial, además de siempre hermosa, y no sólo para los intereses locales. La escuela de traductores vertió la cultura griega a través de textos árabes: llegaban del Sur, perdidos, y se transmitían al Norte, recuperados, desde Toledo. Cuando el pintor se fijó en sus monumentos y atalaya, de aquí volvió a brillar la lógica de Aristóteles, textos de astronomía, literatura y medicina que renovó los cimientos de la época y se desarrolló el Renacimiento y la posterior Revolución Científica. Queda retratada algo más que una ciudad con encanto.
Escapada Rural
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