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Anillación de flamencos en la Laguna de Fuente de Piedra, dos nuevas crías de quebrantahuesos en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén), medidas especiales antes los riesgos de incendios extremos… No hay día que el medioambiente en Andalucía no protagonice noticias esperanzadoras.
Ese es un buen síntoma del trabajo de conservación de la rica biodiversidad de la comunidad que acoge al 60% de las especies terrestres de flora y fauna presentes en España. Estos son algunos de los espacios naturales donde Andalucía se coloca en la vanguardia del desarrollo del turismo responsable y respetuoso.
El pinsapar de la Sierra de Grazalema
El Parque Natural de la Sierra de Grazalema acoge un tesoro botánico: el pinsapo, un fósil viviente que resiste desde la época glacial a toda suerte de incendios, talas, erosión, presiones urbanísticas y el actual cambio climático. Lo descubrió hace casi dos siglos el botánico Pierre Edmond Boissier y fue el principal argumento de la declaración de estas sierras como Reserva de la Biosfera y Parque Natural allá por el año 1977.
Hay un sendero que lleva a las mejores ubicaciones que requiere de autorización previa. Además del interés botánico, la Reserva de la Biosfera engloba catorce pueblos y paisajes de postal. Para ver el pinsapo también existe la alternativa de acudir al jardín botánico El Castillejo (El Bosque).
La flora de Sierra Nevada
Siemprevivas, dedaleras, tiraña, manzanilla de la sierra… La lista podría llegar a ser casi infinita con algo más de 2.100 especies, de las cuales, 66 son endemismos como la manzanilla real o la estrella de las nieves. La densidad por metro cuadrado es explosiva y se reparte en cinco pisos bioclimáticos, con lo que la variedad está garantizada.
Todas ellas constituyen casi el 30 por ciento de la flora de la España peninsular. Hay diversos senderos para adentrarse en esta galaxia floral y conocer una pequeña parte de todas las especies que crecen a los pies de las empinadas cimas.
Laguna de Fuente de Piedra y los flamencos rosados
El verano en Fuente de Piedra es de color rosa. No se trata de ninguna tradición de vestir específicamente con ropa de este color, sino que en agosto es cuando su humedal concentra la mayor cantidad de parejas de flamencos rosas.
Si el invierno ha sido lluvioso, pueden llegar a ser hasta 20.000 parejas, lo cual convierte a la reserva natural Laguna de Fuente de Piedra en una de las áreas principales de reproducción del flamenco común en Europa. El centro de visitantes de Fuente de Piedra, a menos de dos kilómetros de la reserva, es el mejor lugar donde hacer una inmersión previa a este bello paraje y sus coloridos vecinos.
Laguna del Sur de Córdoba
En medio de la campiña cordobesa, desde el mirador del centro de visitantes, se ve la laguna de Zóñar como si fuera un espejo que refleja el cielo. Aquí es donde se salvó de la extinción a la malvasía cabeciblanca.
El único lago natural de Andalucía forma parte del complejo de acuíferos de gran interés ecológico que son las Lagunas del Sur de Córdoba, un verdadero oasis de la biodiversidad que concentra una cantidad extraordinaria de aves acuáticas de fácil observación gracias a los observatorios y senderos con los que está equipado el enclave.
Además de por la Laguna de Zóñar, el complejo de seis lagunas está compuesto por Las Reservas Naturales de la Laguna Amarga, Laguna de Tíscar, Laguna del Rincón, Laguna de los Jarales y Laguna del Salobral.
Las grandes migraciones en el Estrecho
Justo en el punto más meridional de la España peninsular, el Parque Natural del Estrecho abarca una extensión de 18.931 hectáreas de terreno marítimo y terrestre. Se trata de un lugar muy transitado por diferentes especies de fauna, uno de los grandes pasos migratorios del planeta. Dos veces al año, el cielo se llena de color con miles de aves que cruzan, unas de ida y otras de vuelta, entre los dos continentes.
Destacan las aves planeadoras, cigüeñas y rapaces que saben aprovechar las corrientes de aire caliente que circulan por el brazo de mar. Mientras que bajo el agua se encuentran a los rorcuales, orcas y calderones. Para ambos casos, ya sea por el aire y por el mar, lo mejor es contar con guía con formación y medios que permitan disfrutar del espectáculo sin entorpecer.
Marismas del Odiel
Este enclave marismeño fue declarado por la UNESCO Reserva Nacional de la Biosfera en 1983 por su riqueza paisajística y biológica, especialmente ornitológica. Eso es lo que se declaró oficialmente, pero los atardeceres también debieron valer como argumento emocional a la hora de la declaración.
Más de 7.000 hectáreas que se originan en la confluencia de agua dulce y salada en la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel en el Océano Atlántico. El hogar de flamencos, garzas, espátulas, el águila pescadora y hasta 250 especies, muchas de ellas en peligro de extinción.
Sierra Morena, territorio lince
Más que un animal, el símbolo estrella de las especies en peligro de extinción. El lince ibérico estuvo a punto de seguir el destino del que fuera aún más numeroso en la península, el lince boreal. Agonizaba en el siglo XX, con apenas un centenar de individuos, cuando ecologistas, políticos, cazadores, vecinos y ganaderos llegaron al acuerdo de hacer lo posible para salvar al animal.
Desde entonces, los Parques Naturales de Andújar y Cardeña-Montoro han sido el baluarte para su conservación y ofrecen al visitante interesado instalaciones y rutas para conocer a este emblemático felino.
Sierra Norte de Sevilla
Las Sierras de lomas suaves dominan el horizonte, donde se observan zonas adehesadas de encinas y alcornoque, entremezcladas con bosque mediterráneo y algunos cultivos de olivo y vid. Un puzzle medioambiental que funciona como un perfecto muestrario del monte mediterráneo, hábitat de ciervos (que protagonizan el espectáculo de la berrea en otoño), de jabalís y del águila real, que surca los cielos majestuosos.
Así fue como mínimo desde hace 300 millones de años, que es la edad del tronco fósil del Viar, un pecio de la flora antigua que hoy se puede ver en el centro de visitantes del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, en el cortijo El Berrocal, al inicio del Sendero La Mancha del Berrocal.
Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, refugio del quebrantahuesos
Ya lo sabía el mítico Félix Rodríguez de la Fuente cuando escogió este lugar para algunos de sus documentales, pero ver la silueta del quebrantahuesos, que llega a pesar siete kilos y medir casi tres metros, volando frente a los paredones y riscos del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas sigue siendo una de las más impresionantes imágenes de la naturaleza española gracias al trabajo de conservación que se hace en el Centro de Cría Guadalentín de Cazorla.
De lo contrario su silueta solo sería un símbolo del pasado. La ruta escénica salpicada de miradores que lleva su nombre recorre la silueta del pantano del Tranco y es un buen punto de acceso a esta gigantesca galaxia natural que es el parque natural, que es además, Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Doñana, paraíso ornitológico
El Parque Nacional de Doñana es un mosaico de ecosistemas que alberga una biodiversidad única en Europa. Hay playas, lagunas, dunas, cotos y marismas. Estas últimas son, precisamente, la clave para que el parque nacional sea un verdadero paraíso ornitológico, una de las áreas de observación de aves más prestigiosa de todo Europa.
Su interés está en que se trata de una zona húmeda de extraordinaria importancia entre África y Europa que concentra más de 150 especies de aves como somormujos, patos marinos, cormoranes y gaviotas, cigüeñas negras, milanos, águilas imperiales y concentraciones de millares de flamencos.
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José Alejandro Adamuz
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