Brañosera, el pueblo más antiguo de España
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02.03.2023
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Hay un lugar en Palencia que acumula más años como pueblo en su historia que habitantes en su censo. Es Brañosera, que fue fundado en el año 824 y que en la actualidad tiene unos 250 habitantes. Y hablamos de él porque ese año de fundación es especial, ya que Brañosera es el pueblo más antiguo de España. Ahora veremos por qué.
Es obvio que hay muchas localidades en España que han estado habitadas desde hace más tiempo que Brañosera. Lo que tiene de especial Brañosera es que fue el primer lugar que tuvo ese carácter de pueblo como entidad jurídica, el primero con algo equiparable a un ayuntamiento primitivo. Esto es, un lugar que se rige por ciertas normas locales que afectan a los que allí viven. Hoy Brañosera forma parte de Castilla y León, por lo que sorprende que el origen de todo esto esté en el Reino de Asturias. Y no porque el pueblo haya cambiado de sitio, como es obvio.
Brañosera se creó con la repoblación de las zonas en torno a la Reconquista
Este lugar de la montaña palentina era parte de la enorme frontera de la Reconquista. Esa frontera era un lugar en parte inhabitado, como es lógico, por el riesgo que se corría de ser atacado si uno se asentaba en la zona. La Reconquista apenas había comenzado en esos primeros años del siglo IX y faltaba, por ejemplo, casi un siglo para que llegaran los asentamientos en el Duero.
En esa situación de pelea por el territorio, a medida que se iba ganando terreno, este se iba consolidando a través de asentamientos más o menos numerosos. Se aprovechaban los ríos y las montañas como elementos de defensa natural, pero también se iban construyendo castillos y fortalezas en torno a los que se asentaban los cristianos. Estas construcciones tenían un señor, que como era de esperar gobernaba sobre las tierras aledañas. De este modo se iba organizando la vida.
Ganar terreno a los musulmanes era esencial no sólo por la propia lucha de poder, sino porque el extremo norte de la península estaba muy poblado para la época y el hambre hacia mella entre los campesinos cristianos.
La carta puebla de Brañosera es la más antigua de la que hay constancia en España
Fue entonces cuando Munio Núñez y su mujer, Argilo, a la sazón el conde y la condesa que ejercían el gobierno y el poder sobre la zona de Brañosera, decidieron que lo mejor era darles a sus propios súbditos una serie de capacidades y una organización que los hiciera autónomos, hasta cierto punto. De esa forma se fomentaba la repoblación de esa zona montañosa y se afianzaban tierras que, a la larga, supondrían más riqueza para los condes.
Este tipo de derechos para la gente que no era noble o poderosa no era algo habitual. Para formalizarlos se redactó una carta puebla, o lo que es lo mismo, un documento por el que los reyes y los señores daban unos privilegios y normas de gobierno a la población de un lugar. No hay mucha diferencia entre un fuero y una carta puebla, ya que ambos son documentos jurídicos muy parecidos en el objetivo y el valor. De hecho, la carta puebla de Brañosera también se conoce como el Fuero de Brañosera.
El 13 de octubre del año 824, el Reino de Asturias concedió a Brañosera la primera carta puebla de la que se tiene constancia en España, formando así el primer ayuntamiento, el primer pueblo. Si bien el original de este documento no ha llegado hasta nosotros, hay una copia de aquel texto en el archivo del monasterio de Silos. El Congreso de los Diputados, por cierto, le reconoció no hace mucho este título a Brañosera, esta distinción como pueblo más antiguo de España.
Los privilegios por vivir en Brañosera
Se hablaba entonces, en el siglo IX, de Brania Osaria, que vendría a ser algo así como tierra de brañas y osos. La braña, por cierto, son determinados terrenos donde pasta el ganado en verano. De ahí viene el nombre del lugar. Los privilegios que se recogían en la carta puebla no se les otorgaban propiamente a las personas, sino que tan sólo los disfrutaban por vivir allí, en Brañosera. Si cambiaban de lugar, los perdían.
Entre estos privilegios estaba el poder explotar el monte en beneficio propio, donde además podían pastar sus animales. También estaba la exención de algunas obligaciones militares y de vigilancia para controlar los avances musulmanes. Eso sí, los lugareños, los brañoserenses originales, no adquirían ningún derecho de propiedad sobre las tierras. No obstante, si alguien de fuera de Brañosera quería que su ganado pastara en la localidad, ese forastero debía pagar. Este pago se partía en dos, donde una mitad era para el conde y la otra para los vecinos.
En el documento se citan los nombres de las primeras cinco familias que se asentaron allí: los Valerio, los Félix, los Zonio, los Cristuévalo y los Cervello. La iniciativa tuvo buenos resultados como medida de repoblación y aquella carta puebla fue confirmada en los siglos venideros por distintos señores.
Detrás de Brañosera aparecieron otros lugares, como era de esperar, en la lista de los pueblos más antiguos de España, teniendo en cuenta que hablamos de pueblos desde un punto de vista formal y político. En la zona del condado de Barcelona tenemos en el siglo X lugares como Freixá (954) o Cardona (986), que recibieron su carta en esas fechas y se conformaron como pueblo abriendo camino. Longares, en La Rioja, la obtuvo en el año 1065; y Alfonso I de Aragón, el Batallador, se la concedió a Belchite en 1126.
Por supuesto, al hablar de documentos tan antiguos y de ámbito local no hay que descartar que se hayan perdido muchos otros casos por el paso de los años y el descuido en los archivos. Pero al menos de estos que hemos citado hay seguridad de que forman parte de ese grupo inicial de pueblos de España. Son los pioneros en el mundo del derecho local, esto es, en recoger en un documento las normas que regían la vida dentro de una localidad y que sólo afectaba a sus gentes por el hecho de vivir allí.
Manuel Jesús Prieto
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