Brujas, misterio, encanto y fiesta en Zugarramurdi

Los cuentos y las películas se han encargado, durante décadas, de transmitir una imagen malvada de las brujas. Pero, ¿y si todo este relato socialmente extendido desde tiempos inmemoriales solo buscaba criminalizar a unas mujeres diferentes que realmente lo que hacían eran experimentos para sanar y ayudar a sus congéneres?

Cerca del siempre precioso y misterioso Valle de Baztan, en Navarra, nos invitan a conocer la otra cara de las brujas, con unas propuestas llenas de leyendas y superstición, pero también de reconocimiento y justicia hacia estas personas que han marcado la historia de sus pueblos por la persecución que sufrieron.

Descubre un mundo idílico y fantástico, mágico y tenebroso al mismo tiempo a través de sus paisajes, folklore, modos de vida, gastronomía, fiestas y enclaves fascinantes y legendarios como las Cuevas de Zugarramurdi. Vence tus miedos y trata, cara a cara, con las brujas del lugar.

Destinos embrujados en el Valle de Baztan

La trilogía literaria del Baztan de Dolores Redondo ha contribuido a aumentar todavía más la leyenda de brujería que rodea este valle tan bello como misterioso. Y cerca de aquí se encuentra el famoso “Pueblo de las Brujas”: Zugarramurdi. Entre elegantes caserones, vacas pastando y entramado urbano típico de esta zona, quizás todavía escuchemos las risas y discusiones de esas mujeres que protagonizaron aquelarres y las pesadillas de más de uno.

Si hay un lugar de esos que dan algo de miedo o, al menos, imponen respeto en cuanto lo pisamos, es sin duda la Cueva de Zugarramurdi, a solo 400 metros del pueblo. Deja el coche en un parking habilitado para turistas en el pueblo y acércate a la legendaria gruta por un camino-carretera hasta llegar a un agradable paseo por el bosque. Se dice que este fue el escenario de cientos de aquelarres en los que se adoraba al diablo. Tiene galerías profundas excavadas por el discurrir de las aguas que le dan un aspecto de lo más tenebroso a la par que sorprendente por su gran altura.

¿De dónde viene esta fama? La leyenda de la brujería se consolidó en 1610, cuando el Tribunal de la Santa Inquisición de Logroño investigó a 40 mujeres acusadas por sus vecinos, de las cuales 11 fueron condenadas a morir en la hoguera. Un panel con sus nombres recuerda a estas “brujas”.

Para conocer a fondo la historia de esas mujeres que se dedicaban a llevar una vida poco convencional en la época y conocidas por sus pócimas, hechizos y ungüentos, se puede visitar el Museo de las Brujas de Zugarramurdi. Es un espacio de memoria histórica que muestra la vida cotidiana de esas gentes hace 400 años, dejando de lado los estereotipos y rompiendo con la imagen folklórica de las brujas, reflejando la realidad de mujeres y hombres acusados de cosas inverosímiles a través de audiovisuales, atractivas escenografías y pantallas interactivas.

Otros pueblos con mucha magia

El Valle de Baztan tiene un halo mágico que empaña todos sus rincones y que hace que cada pueblo sea de visita obligatoria para desconectar y dejar volar la mente en unos paisajes bucólicos y verdes, también en verano.

Si no disponéis de muchos días, tenéis que pasar por Elizondo, la capital del valle. Es la localidad más grande y donde lo mejor que podemos hacer es dejarnos llevar sin prisas por sus calles llenas de encanto, con una arquitectura característica a base de palacetes y casas señoriales que son un vivo reflejo de la riqueza que volvió de la mano de quienes emigraron a “hacer las Américas”. Párate frente al río para contemplar las truchas y degusta el exquisito chocolate y quesos autóctonos.

Otro destino que no debería faltar en vuestra ruta es Amaiur (o Maya, como se conoce en castellano). Es una localidad históricamente muy relevante para los navarros, ya que fue el último reducto de la resistencia del Reino de Navarra frente al Reino de Castilla. Nos embelesará con una estructura típica de pueblo-calle con caseríos dispuestos alrededor de una calle principal y con ejemplos de todos los tipos de arquitectura baztanesa. Atención al curioso molino del pueblo, que comenzó a producir harina en el siglo XVIII y hoy todavía está en funcionamiento. ¡Buena excusa para probar los sencillos pero deliciosos talos! Son tortas típicas elaboradas a base de harina de maíz.

Fiestas ancestrales: el Baztan más auténtico

Una forma divertida e interesante de adentrarnos en la cultura local y conocer la idiosincrasia propia del lugar es acercarnos a sus pueblos en fiestas. Entremézclate con sus gentes en el ambiente ameno de la Fiesta del Valle de Baztan (Baztandarren Biltzarra, como se le conoce en euskera). La gran celebración de hermandad que da cita a los habitantes de los 15 pueblos que lo componen se suele hacer el 16 de julio. Hay desfile, música al son del txistu, bailes en la plaza del Ayuntamiento, puestos de artesanía, una comida popular en la plaza del Mercado y mucho más.

Otra fiesta imprescindible es el Zikiro Jate del 18 de agosto en un escenario incomparable: la Cueva de Zugarramurdi. Unas mil personas –entre músicos, gente del pueblo y visitantes- se reúnen en una gran comida popular en la que cada participante cuenta, únicamente, con un plato, una cuchara y un vaso. El menú es tipo “buffet libre” y se compone de cordero asado en varas de avellano, “Zugarramurdiko piperrada” y sopa, todo ello maridado con vino refrescado en el arroyo de la cueva, así como queso, café y copa para terminar. Con el estómago lleno y la alegría ya metida en el cuerpo, el buen ambiente inunda las calles del pueblo y la fiesta se alarga lo que cada uno quiera (¡o aguante!).

Y aún hay más: en Urdazubi/Urdax se celebran la Fiesta del Deporte Rural el 19 de agosto, con degustación de sidra, sardinada y productos típicos de la zona; el Día de las Cuevas de Ikaburua el 15 de julio con mercado de artesanía, espectáculos de magia y taller de txalaparta; o el Día del Hierro el 5 de agosto, cuando los vecinos rememoran la llegada del mineral del hierro procedente de las minas de Triano (Bizkaia) al monasterio, donde el abad lo compra a cambio de unas monedas de oro para su transformación en herramientas y armas en la ferrería del propio templo, escenificación acompañada de un mercado de artesanía, comida popular y actuaciones musicales. 

¡Un verano de lo más completo y mágico en el Valle de Baztan, Zugarramurdi y Urdazubi/Urdax!

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