12 de las calas más pequeñas de España

España cuenta con unos 8.000 kilómetros de costa. Entre acantilados, resguardadas y escondidas, se encuentran un sinfín de pequeñas playas donde darse un chapuzón. Algunas de ellas son tan pequeñas que apenas pasan los 15 metros de longitud. Todas tienen agua cristalina, están limpias y rodeadas de increíble paisaje. Algunas no son muy conocidas. Aquí os dejamos una lista de algunas de las más pequeñas, según los datos del Magrama (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente).

1. Cala Déntol, Mallorca

Con 10 metros de largo y 5 de ancho, la cala Déntol es una de las más pequeñas de España. Se trata de una playa nudista que está situada en las inmediaciones de Artà, en la isla de Mallorca, en una zona escarpada a la que se tiene que acceder a pie o en barco. La playa es pedregosa y apenas presenta oleaje. Para acceder a ella podemos ir en bus urbano desde Artà o, si vamos en coche, hay que coger la carretera que va en dirección a Capdepera, aunque no hay aparcamiento en sus inmediaciones.

2. Cala Lliteres, Mallorca

Muy cerca de la cala Déntol, en Capdepera, está la Cala Lliteres. También cuenta con unos 10 metros de largo y está compuesta de piedras, por lo que conviene llevar un calzado acuático cómodo como escarpines o cangrejeras. El lugar es bastante turístico, pues en ella hay un centro de buceo y restaurante. No muy lejos de la orilla hay varios islotes a los que se puede ir nadando. Esta playa es más accesible, pues cuenta con aparcamiento, aunque suele estar bastante concurrida en los meses de verano.

3. Cala Sant Roc, Girona

La cala Sant Roc está en Calella de Palafrugell, uno de los pueblos con más encanto de la Costa Brava. Está encajada entre acantilados y rocas, junto a los porches de los pescadores. Al igual que las anteriores, cuenta con una longitud de 10 metros, por lo que durante la temporada estival es complicado encontrar hueco para poner la toalla. Hay unas escaleras para acceder a ella desde el paseo, donde hay duchas y restaurantes. Como curiosidad, el nombre de la cala se debe a la fuente que allí se encuentra y que es muy popular en el pueblo.

4. Playa de Touro, A Coruña

La playa de Touro está compuesta de arena dorada y fina. Está situada en la localidad de Ribeira, en A Coruña, y es una de las calas más pequeñas de España porque cuenta con una extensión de 10 metros de largo por 10 metros de ancho. Su grado de ocupación es medio y, aunque no cuenta con paseo marítimo, está cerca del centro urbano, por lo que es fácil acceder a ella a pie, en coche o en autobús urbano. Se puede aparcar en sus inmediaciones.

5. Cala Truja, Ibiza

La cala Truja está al final de una acantilado de Sant Josep de sa Talaia, en Ibiza. Se trata de una pequeña playa muy tranquila de 12 metros de largo cubierta de piedras. Para acceder a ella podemos ir en coche hasta el restaurante Es Boldadó, aunque desde allí habrá que caminar durante unos 10 minutos por un camino pedregoso. Recomendamos llevar calzado cómodo. La Truja no suele estar concurrida ni en los meses de verano.

6. Cala de Aiguafreda, Begur

Siguiendo el Camino de Ronda desde Begur, entre Sa Tuna y Cap Sa Sal, está la cala de Aiguafreda. Una minúscula playa de 15 metros encajada entre rocas y con un pequeño embarcadero. La cala está rodeada de pinos, entre los que hay un merendero donde podemos hacer picnic (siempre respetando el entorno). También hay un chiringuito.

7. Cala Binidali, Menorca

La cala Binidali, que recibe el nombre de la urbanización de sus inmediaciones, es un rincón muy tranquilo de arena dorada y aguas turquesas. Tiene 15 metros de largo y, aunque no es muy conocida, debido a sus dimensiones es posible que durante la época estival esté algo llena. Se puede acceder a ella en coche, ya que en sus inmediaciones hay un aparcamiento. No cuenta con servicios.

8. Cala Morlanda, Mallorca

Situada en la urbanización con el mismo nombre, la cala Morlanda está cerca de s’Illot en Manacor. Este rincón de aguas cristalinas tiene unos 15 metros de largo, aunque no suele estar muy frecuentada. La anchura, en cambio, depende un poco de los vientos y las corrientes marinas. Es una zona de acantilados y rocas, por lo que conviene acceder a ella con calzado cómodo.

9. Platja d’en Malaret, Girona

También en Begur está la platja d’en Malaret que, junto a port d’Esclanyà, forma parte de las calas de Fornells. Se trata de una playa interurbana de 15 metros de largo y 5 de ancho, compuesta de piedras y arena, y de aguas tranquilas. No es muy turística, aunque debido a su tamaño es posible que en ocasiones pueda estar completa. Se puede acceder a ella fácilmente a pie y tiene servicio de salvamento.

10. Playa de Adormideras, A Coruña

Más ancha que larga, la playa de Adormideras cuenta con unos 15 metros de largo por 30 de ancho. Está situada al norte de A Coruña, por lo que se puede acceder a ella en bus. Por su ubicación, es una playa bastante resguardada, de arena fina y de oleaje moderado. No suele estar muy concurrida, aunque no se permite la entrada a animales.

11. Aigua Xelida, Girona

También en el Camino de Ronda, en pleno corazón de la Costa Brava, a kilómetro y medio de la playa de Tamariu está Aigua Xelida. Una cala de arena y roca de 17 metros de largo que, en el verano, suele estar bastante concurrida. Es de fácil acceso y sus aguas son tranquilas. Los amantes de la lectura seguramente la conozcan porque fue la primera escala de Un viaje frustrado, obra de Josep Pla.

12. Cala Gracioneta, Ibiza

La Gracioneta es una pequeña cala situada en el municipio de Sant Antoni de Portmany, a continuación de la cala Gració. Tiene una longitud de 17 metros encajados entre roca, aunque la playa es de arena fina y sus aguas son tan transparentes que son perfectas para el snorkel. Es una playa tranquila, aunque suele reunir a bastantes viajeros, pues tiene chiringuito y es de fácil acceso. Se puede llegar a ella desde cala Gració o en coche.