6 casas rurales en pueblos medievales para una escapada histórica
Escrito por
07.04.2024
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Si las piedras hablasen las de los pueblos medievales tendrían mucha historia que contar. Estos destinos tienen un aura casi mágica que atrae a muchos viajeros cada año. Ya sea por sus castillos de leyenda, por sus calles empedradas o por los vestigios de los que por ahí pasaron siglos atrás., lo cierto es que estos pueblos son encantadores e ideales para una escapada rural.
Te invitamos a comprobarlo en primera persona en uno de estos 6 alojamientos rurales que se encuentran en algunos de los pueblos medievales más encantadores de España. ¿Cuál es tu favorito?
El Tajil (Montefrío)
Montefrío es un lugar especial. Es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza y de la tranquilidad. Se encuentra en la cima de una colina, lo que permite una vista impresionante de los campos de olivos de la región. El pueblo cuenta con un castillo medieval y una iglesia renacentista, considerada una de las más hermosas de Granada.
Alojarte en uno de los pueblos medievales más bonitos de España es un lujo y más si eliges El Tajil. El alojamiento se encuentra junto a una cueva natural, rodeado de un paisaje natural increíble y a tan solo 30 minutos de una cascada. Y todavía hay más: aquí encontrarás una piscina, jacuzzi, solárium y jardín. ¿Vienes?
La Casa de los Soportales (Chinchón)
La Comunidad de Madrid cuenta con uno de los pueblos medievales más increíbles del país. Chinchón es encantador y en su centro histórico conserva construcciones de los siglo XVI y XVII. Su emblemática Plaza Mayor está considerada como una de las más bonitas de España, rodeada de edificios históricos como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el Ayuntamiento. En la zona podrás visitar numerosas bodegas y hacer degustación de vinos.
Además, podrás alojarte en una casa rural con los balcones más famosos y fotografiados de España. La Casa de los Soportes es un alojamiento de época medieval, totalmente restaurado y equipado y que cuenta con una preciosa y original decoración.
Casa Jarreta Azagra (Albarracín)
Si hablamos de pueblos medievales no podemos olvidarnos de Albarracín, en Teruel. Este coqueto pueblo fue construido encaramado a una montaña y a día de hoy aún se pueden ver por sus calles las herencias dejadas por los árabes y cristianos de la época.
En Albarracín está la Casa Jarreta Azagra, data del siglo XVII y es la única casa azul en toda la villa. Aquí te sentirás mejor que en casa, envuelto por la magia de los pueblos medievales. El alojamiento dispone de 9 plazas y cuenta con todo lo necesario para una escapada inolvidable.
El Aserradero (La Alberca)
La Alberca es un pueblo encantador situado en plena Sierra de Francia, en Salamanca. Se encuentra en una zona de gran belleza natural, ideal para los amantes del turismo rural. El pueblo cuenta con un rico patrimonio cultural y arquitectónico, con calles empedradas y casas de estilo tradicional de la región.
Si quieres disfrutar al máximo del pueblo, te recomendamos alojarte en El Aserradero. Se trata de un conjunto de casas totalmente equipadas construidas sobre un antiguo aserradero. Cuenta con impresionantes vistas de 180º a la Sierra de Francia.
Artizarra (Hondarribia)
Hondarribia es un municipio gipuzkoano que parece salido de un cuento. En su coqueto casco antiguo podrás ver sus murallas y sus casas de estilo vasco y medieval. Una de las cosas más especiales de aquí es su ambiente pintoresco y acogedor. Cuenta con muchos bares y restaurantes donde se puede disfrutar de la gastronomía vasca.
Pero si lo que buscas es tranquilidad, puedes alojarte en las afueras del casco urbano, en Artizarra. Se trata de un alojamiento ideal para ir con los más peques ya que cuenta con amplio espacio verde donde jugar, tomar el sol y disfrutar de momentos en familia.
Ca L’Aliu (en la medieval Peratallada)
La Costa Brava está repleta de pueblos medievales preciosos, pero Peratallada siempre nos roba el corazón. Su conjunto histórico está declarado Bien de Interés Cultural ya que conserva su estructura urbana medieval, con calles empedradas, casas de piedra y un castillo que data del siglo X. Uno de sus atractivos es la gastronomía, que combina la cocina catalana tradicional con ingredientes locales como los productos del mar, los embutidos y los vinos de la región.
Y para apreciar la arquitectura local recomendamos alojarte en Ca l’Aliu. Este alojamiento dispone de 7 habitaciones, cuenta con servicio de desayuno y una terraza con porche y un jardín muy amplio. Ideal para reconectar con la naturaleza, disfrutar del silencio y relajarte.
Redacción ER