Un castillo dentro de un castillo: la doble fortaleza de Xátiva
Escrito por
12.06.2023
|
5min. de lectura
¿Cuál es la mejor manera de medir la popularidad de algo o de alguien en la actualidad? Pues, aunque a veces cueste reconocerlo, es su presencia en las redes sociales y la cantidad de publicaciones etiquetadas en un lugar en concreto marcan su popularidad turística. En España hay numerosos ejemplos y en algunos de ellos hasta han tenido que restringir su acceso por las quejas de los vecinos ante la avalancha de turistas, como en La Muralla Roja de Calpe firmada por Ricardo Bofill.
El pueblo de Xátiva y en concreto sus dos castillos están ganando cada vez más presencia en Internet. Solo hay que hacer una búsqueda rápida en Instagram con el hashtag #xativacastle para comprobar que hay miles de fotografías y vídeos que responden a esa etiqueta. Los motivos son muchos: para algunos usuarios, lo más atractivo de la edificación –bueno, de las edificaciones– es su historia, mientras que para otros es su estética.
Por ejemplo, una instagrammer ha mencionado su parecido con los castillos de Juego de Tronos, una de las series que más turistas mueve por el mundo en busca de sus localizaciones. Este pueblo valenciano no acogió ningún rodaje de dicha serie, pero la similitud ya es suficiente para captar la atención de los fans.
La fortaleza sirvió de escenario para otras producciones como la segunda temporada de Andor, perteneciente a la saga de Star Wars que se estrenará en 2024. En el pueblo también se rodaron películas como Tintín y las naranjas azules (Philippe Condroyer, 1964), la miniserie Entre naranjos (Josefina Molina, 1998) o el filme El síndrome de Svensson (Kepa Sojo, 2006), entre otras.
La historia de la doble fortaleza de Xátiva
Esta doble fortaleza, que se divide entre el Castell Menor y el Castell Major, está situada en la parte superior de Xátiva, en la sierra del Castell. Cada uno tiene orígenes temporales diferentes, lo que hace que sus estilos arquitectónicos sean un recorrido por el tiempo así como los hechos relacionados con su trayectoria.
El más antiguo es el Castell Menor, edificado sobre la de la Penya Roja desde donde se puede obtener una panorámica estupenda del valle de Bisquert. Pertenece a las épocas ibérica y romana y la leyenda lo relaciona con la esposa de Aníbal, la princesa ibera Himilce. Según se dice, la pareja tuvo un hijo allí en el año 218 a.C y desde ahí podía ver las batallas que libraba su marido y de los romanos Escipión y Sertorio.
Entre los puntos de interés de esta zona de la fortaleza está, precisamente, la puerta de Aníbal. Se supone que por ella accedió al castillo el general que le da nombre y, años después, Publio Cornelio Escipión, que era su enemigo. Hay que remarcar que la puerta que hay ahora es más actual, aunque data del siglo XV.
Además, también es de interés la segunda puerta del castillo, construida en el siglo X y restaurada en el siglo XV, así como las murallas y la torre cuadrada, que sirve de mirador. El balcón de Himilce, un promontorio construido en lo alto del edificio, ofrece vistas al Castell Major.
Este último fue construido en la Edad Media sobre la cresta de la sierra de Vernissa. Está dividido en parcelas que permitían la vida cotidiana dentro de la fortaleza. Sus principales puntos de interés son la puerta de Socorro y la de Santa María, los cuatro aljibes que suministraban el agua de lluvia que recogían a la fortaleza y la capilla de la reina María, que la monarca que le da nombre mandó levantar en el siglo XV.
Asimismo, destaca por su curiosidad la celda ahora conocida como del Conde D’Urgell, el preso más famoso que ‘se alojó’ en la mazmorra después de su rebelión ante el descarte de su persona para ser rey de la Corona de Aragón en 1412. Según dice otra leyenda, cuando salió al exterior se quedó ciego por la luz del sol después de estar tanto tiempo encerrado en las tinieblas y murió.
En la visita –que es guiada– también se pueden conocer los jardines de Ibn Hazm, dedicados al poeta andalusí que escribió Collar de la paloma durante su exilio en Xátiva. Este espacio, donde hay una representación de la diversa flora local, se construyó en época reciente.
Después de conocer esta peculiar fortaleza, es recomendable dirigirse al pueblo para ver otros de sus atractivos como la iglesia Colegial Basílica de Santa María, a la que también se conoce como Seu. Se construyó en el siglo XVI y es Monumento Nacional desde 1931. Más o menos enfrente está el Hospital Reial o el Hospital Mayor de Pobres, como se prefiera, edificado por Jaume I en el siglo XIII y que dio servicio hasta que en 1982 se inauguró el nuevo hospital. Sin duda, amortizaron la obra.
En el centro histórico del pueblo está la plaza del Mercado, un lugar indispensable en la visita, en donde se pueden encontrar numerosos bares y restaurantes donde probar los platos típicos de la zona. Los protagonistas de los menús son los arroces preparados de múltiples maneras (al forn, arròs blanquet o el arroz caldoso) incluida la paella. Entre sus dulces tradicionales destaca el arnadí, un postre de ascendencia andalusí que se elabora con almendras y calabaza. Tentador ¿verdad?
Carmen López
Soy periodista y escribo sobre cosas que importan en sitios que interesan desde hace más de una década.
Etiquetas
Si te ha gustado, compártelo