¿Quién es el mejor perro pastor? Concursos sobre un oficio milenario

Cuenta la profesora Francesa Navarro Roman en el prólogo del libro Terra de pastors (Xavier Amat, Universitat d’Alacant, 2021) que buscar la paz y la tranquilidad en las zonas rurales es una “mirada urbanita”: “Siempre, pero, no todo ha sido calma, silencio y quietud. En otros tiempos, no tan pasados, el tránsito de personas y animales era lo más habitual para nuestras comarcas montañosas.

El protagonista no era el silencio que ahora habita, sino el sonar de los cencerros, las voces que dirigían unos trabajos y el ajetreo de las faenas del campo. Y este espacio bien vivo y ruidoso era el personaje principal de historias, canciones, leyendas y palabras que formaban parte de una memoria colectiva».

¡Cuánta razón tiene! Los remansos de paz vienen precedidos, la mayoría de las veces, por el abandono de los oficios tradicionales y/o de la marcha de sus habitantes a las ciudades. Afortunadamente, y pese a tener un sistema en el que lo tienen todo en contra, todavía hay algunos –y algunas- que mantienen vivos el pastoreo de ovejas al aire libre, en lugar de tenerlas encerradas en grandes granjas y alimentadas a base de piensos industriales.

Estas personas no podrían hacer igual su trabajo si no fuera por la inestimable ayuda de los perros pastores. Contemplar la complicidad entre un pastor y su can es todo un espectáculo que roza lo artístico: su comunicación verbal y no verbal, sus miradas, sus gestos, sus sonidos. Es difícil encontrar a quienes se entiendan tan bien con tan pocas palabras. Inicialmente, estos canes tenían la única función de proteger al rebaño de los depredadores (los lobos, fundamentalmente); a principios del siglo XX es cuando se introdujo el adiestramiento para que también dirigieran los rebaños.

¿Te gustaría verlo? Entre finales de agosto y septiembre tienen lugar los concursos de perros pastores más conocidos en Euskal Herria y en Cataluña, aunque hay otros territorios que también celebran estos eventos tan divertidos como curiosos y que nos acercan a un oficio milenario. ¡Cualquier persona puede ir como público!

Dos ejercicios y prohibido el maltrato animal

Cada provincia vasca –las de la Comunidad Autónoma de País Vasco, Navarra y el País Vasco francés- celebra un concurso de perros pastor. Sus campeones y subcampeones pasan a participar en el “Campeonato de Euskal Herria” en Atxondo, mientras que los campeones se clasifican para el “Campeonato Internacional” de Oñati, que se amplía a participantes de Cataluña, Islas Baleares y Francia. Ambos eventos tienen lugar en septiembre.

Pero, ¿en qué consiste un campeonato de perros pastor? Se trata, básicamente, de eventos en los que pastor y perro intentan mostrar al jurado y al público su destreza para cuidar y guiar el rebaño. No es tan fácil como suena. Los concursos vascos constan de dos ejercicios concretos: el primero, donde el pastor debe mandar al perro por un circuito determinado sin rebaño, hasta llegar a las ovejas, que deberá llevarlas hasta una circunferencia dibujada cerca del ganadero.

El segundo es parecido, pero con un circuito más complicado para el perro y con un nuevo recinto en el que debe introducir de forma suave al rebaño y en un tiempo máximo estipulado. Durante el trascurso de ambas pruebas el jurado podrá decirle hasta dos veces al pastor cuándo debe parar el perro mediante un silbido.

Los rebaños están compuestos por unas 25 ovejas y se reparten en tres grupos, que se van alternando conforme avanzan los ejercicios. Esto se hace así para que las ovejas no memoricen el camino, algo que facilitaría el trabajo del perro y pastor que vengan a continuación, dejando en clara desventaja a los primeros participantes.

Se valora negativamente lo lógico: que el perro no pare cuando el jurado lo indica, que no entre en alguna de las banderas que marcan el circuito, que se salga del recorrido y que no le haga caso al pastor. Además, está totalmente prohibido el maltrato animal y eso incluye las palabras mal sonantes del pastor y que el perro muerda al rebaño (de hecho, es motivo de penalización y hasta de descalificación). Por parte del público, es importante recordar que tiene que estar en completo silencio para no afectar a la comunicación y al desarrollo de las pruebas.

Si hay una asignatura pendiente en todos estos concursos es la todavía poca presencia de mujeres concursando. Algo que podría cambiar en un futuro cercano con las nuevas generaciones de pastoras que están saliendo de las escuelas.

Los campeonatos vascos de perros pastores cuestan unos 4 euros y se enmarcan en celebraciones en los pueblos que suelen ir acompañadas de otras tradiciones como danzas y músicas o “herri kirolak” (los deportes tradicionales del pueblo vasco). Una buena oportunidad para sumergirse en un ambiente de lo más rural y auténtico. Es el caso de la fiesta que se monta en Uharte Arakil, en Navarra, alrededor del Artzai Eguna que se celebra cada año el último domingo de agosto y que incluye, entre sus actos, el famoso concurso de perros pastores.

Otros concursos de perros pastores

El primer evento vasco de este tipo se celebró en 1955 en Oñati, pero no fueron los pioneros. Se inspiraron en un campeonato que se hacía en Cataluña desde 1948. Hoy el más importante entre los pastores catalanes es el concurso internacional que tiene lugar en el Prat del Castell de Castellar de n’Hug el último domingo de agosto, abierto también para valencianos y baleares.Otros de más reciente creación que demuestran un esfuerzo por mantener vivo un oficio tradicional y por prestigiarlo son el de Ares del Maestrat (en junio), en el interior de Castellón, o el de Agres (en abril), en el norte de Alicante.

Y, pese a las circunstancias y trabas en las que se encuentra actualmente el pastoreo, todavía nacen nuevos campeonatos para visibilizar el trabajo de los pastores y sus perros: este 2023 se celebró la primera edición del concurso “Gossos de Ramat” en Alfarp, en la provincia de Valencia, abierto a participantes de la Comunitat Valenciana, pero también de la comarca del Matarraña de Teruel.