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Sigüenza es un pueblo medieval conocido como la Ciudad del doncel, porque en el interior de su catedral se encuentra la que, según el ensayista José Ortega y Gasset, es “la más bella escultura fúnebre” del país. Se levantó en honor a uno de los guerreros caídos durante la Toma de Granada, entonces en manos de los musulmanes.
Sigüenza sirvió de residencia para algunos de los reyes de Castilla que estaban de paso. Su riqueza no solo se puede percibir en su arquitectura, sino también en la mesa. La villa dispone de dos restaurantes estrella Michelín.
En 2017, Sigüenza fue elegida como Capital del Turismo Rural y, desde 2020, aspira a convertirse en la tercera localidad Patrimonio de la Humanidad de Castilla-La Mancha.
Aquí os dejamos algunas curiosidades sobre Sigüenza.
1. Un castillo/posada para los reyes de Castilla
El castillo de Sigüenza sirvió de residencia a muchos de los reyes de Castilla que hicieron parada en el lugar. Algunos de ellos fueron los Reyes Católicos, Juana la Loca, Fernando VII y Doña Blanca de Borbón. También se alojaron aquí el Cardenal Cisneros y el Cardenal Mendoza.
2. Dicen que el castillo de Sigüenza está habitado por un fantasma
Los interiores de este castillo del siglo XII fueron reconstruidos como Parador de Sigüenza en 1976. En aquella década, ya bien era conocida la leyenda del castillo.
Al parecer, el lugar está habitado por Doña Blanca de Borbón, una joven que fue obligada a casarse con el rey Pedro I el Cruel. No sabemos si su apodo tiene algo que ver con los hechos, pero cruel era.
A los tres días de su matrimonio, Pedro I decidió irse con su amante y obligó a los guardias a que encerraran a su reciente esposa en el castillo de Sigüenza. Estuvo aquí viviendo sola durante cuatro años, hasta que la enviaron a Medina Sidonia, Cádiz, donde murió en extrañas circunstancias.
Se cree que su espíritu volvió al castillo. Por eso, según la leyenda en ocasiones se la puede oír llorar y hay quien dice oír el ruido de sus cadenas arrastrándose. El Parador ha mantenido en una estancia la celda donde estuvo Doña Blanca de Borbón, su escritorio y su silla.
Iker Jiménez grabó aquí varios de los programas de Cuarto Milenio.
3. Tiene dos restaurantes con estrella Michelín
La gastronomía seguntina tiene muy buena fama, por los productos de calidad que se cultivan en sus alrededores. Sigüenza es un pueblo de poco más de 4.000 habitantes y con dos restaurantes con estrella Michelín: El Doncel y El Molino de Alcuneza.
Al frente del primero está Enrique Pérez, quien obtuvo la estrella en 2017. Según él mismo, lo logró con “Una propuesta muy honesta”, y con los productos cercanos que tienen.
En El Molino de Alcuneza, restaurante de un antiguo molino harinero reconvertido en un Relais & Châteaux, está Samuel Moreno. Su estrella Michelín le llegó en 2018 y su éxito se debe a la mezcla de tradición con las nuevas técnicas.
4. El Doncel de Sigüenza no es un doncel
El Doncel de Sigüenza es uno de los principales reclamos turísticos del pueblo. Está situado dentro de la catedral, en uno de sus laterales. Y, según Ortega y Gasset, “Es la más bella figura fúnebre de España”.
Se trata de Martín Vázquez de Arce (1461-1486), un caballero de la época de los Reyes Católicos, siglo XV, que murió en el campo de batalla, en Granada. Sus padres fueron quienes ordenaron construir la escultura.
Se cree que el joven cuando murió tenía 25 años, por lo que el uso del término de doncel es erróneo, según el guía de la catedral Óscar Figueroa. La palabra doncel se usaba como tratamiento para los jóvenes de 12 a 16 años que venían de una familia de hidalgos o de caballeros cercanos a la nobleza.
El responsable por la que esta escultura fue denominada el Doncel de Sigüenza fue Unamuno. Lo llamó así en uno de sus relatos que escribió para un periódico y que hoy está recogido en su libro Viajeros ilustres. Antes que él ya lo había hecho otro periodista, Manuel Lasala, aunque fue Unamuno quien popularizó el término.
5. La catedral de Sigüenza sirvió de alcázar para los milicianos republicanos
Durante la guerra civil, la catedral de Sigüenza –dedicada a Santa María la Mayor, la patrona– fue ocupada por los milicianos y los civiles republicanos durante la Batalla de Sigüenza. Las tropas franquistas, por su parte, se atrincheraron en Atienza hasta que, en septiembre de 1936, decidieron atacar Sigüenza.
El pueblo fue ocupado el 8 de octubre, aunque dentro de la catedral aún quedaban 800 personas, entre militares y civiles. Algunos consiguieron huir, pero el 15 de octubre debido a la cantidad de cadáveres y escombros de los bombardeos acabaron rindiéndose.
La catedral de Sigüenza aún conserva las heridas de la contienda.
6. Félix Rodríguez de la Fuente grabó en sus alrededores
La popular serie El hombre ya la Tierra, de Félix Rodríguez de la Fuente, fue rodada entre el barranco del Río Dulce y el pantano del Vado.
Desde el municipio de Pelegrina, a escasos kilómetros de Sigüenza, Rodríguez de la Fuente nos mostró cómo estaba la población de zorros en el centro de España en un momento en el que se consideraba peligrosos para la salud por haber transmitido la rabia selvática hasta el sur de Europa en los años 20.
En los diferentes capítulos, él y su equipo nos llevaron a explorar la Sierra Norte de Guadalajara, con parajes como el Hayedo de Tejera Negra; así como Sigüenza, Campillo de Ranas, Pelegrina y Retiendas para mostrarnos la fauna ibérica: lobos y buitres leonados.
Uno de los miradores lleva el nombre de Félix Rodríguez de la Fuente, como homenaje al naturalista y divulgador español.
7. Es candidata para ser Patrimonio de la Humanidad
La primera ciudad de Castilla-La Mancha declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco fue Toledo, en 1986. 10 años más tarde, Cuenca tuvo el honor en ser la segunda que consiguiera el título de la Unesco.
Desde 2020, Sigüenza está optando por el título. Podría ser la tercera que lo consiga, y motivos no le faltan. La villa conserva su esencia medieval como si el tiempo se hubiera parado en ella. Dispone de joyas arquitectónicas de diferentes épocas: del románico, del gótico y del Renacimiento. Además, en la gastronomía, puede presumir de contar con dos estrellas Michelín.
Sigüenza enamoró a escritores como Ortega y Gasset y Unamuno, ¿por qué no iba a cautivar a la Unesco?
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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