Playa de los cristales: el basurero que se convirtió en paraíso
Escrito por
21.06.2024
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¿Te imaginas un vertedero convertido en una preciosa cala de cristales multicolor? Si, suena de lo más extraño. Sin embargo, para muchos viajeros es un verdadero espectáculo «antinatural». Esta cala, que pasó de basurero a paraíso está en el municipio de Laxe, en la Costa da Morte (A Coruña) y es el claro ejemplo de cómo la mano del hombre impacta en el ecosistema, para bien y para mal.
Esta es la historia de una playa que escupió lo que jamás debió tragarse.
Más que una cala de colores
Para explicar la historia de la Playa de los Cristales (Praia dos Cristais) viajaremos hasta Laxe, una villa marinera de unos 3.000 habitantes (datos de 2023). Allí, los cristales que un vertedero tiró al mar, durante años, dio lugar a una cala que, como mínimo, te va a sorprender.
La historia de esta playa, antes conocida como Areal dos Botiños, cambió tras muchos años de subidas y bajadas de marea. Los vidrios volvieron a tierra pulidos y erosionados por la acción del agua, acumulándose en la orilla hasta formar una cala que para muchos es de las mas bellas de España. Sin embargo, este fenómeno o escarmiento de la naturaleza (según como se mire) sigue sin estar a salvo. Aunque parezca mentira, hay quien se niega a abandonar la playa sin llevarse un cristalito de recuerdo.
Tanto es así, que hasta el ayuntamiento de la localidad gallega tuvo que colocar carteles suplicando a los turistas que se lleven el recuerdo en su mente, pero no en su bolsillo.
Esta villa marinera evitó en el año 2004 que la Xunta de Galicia emprendiese las labores de limpieza para retirar los cristales en esta playa. Y es que, da igual si la estampa nos gusta o no, porque la Praia dos cristais ya forma parte de la historia del lugar.
Un paraíso sobrevalorado
Y llegados a este punto, va bien acordarse de aquello que dice que «nunca llueve a gusto de todos» o que «para gustos se hicieron los colores». Nunca mejor dicho. Te conviene saber que son muchos los viajeros que describen la Cala de los cristales como una auténtica decepción y montón de basura sobrevalorada.
«El sitio es pintoresco y la vista del mar es muy bonita, pero no merece la pena desplazarse hasta aquí solo para ver una calita de 6 metros llena de cristales de botellas redondeados por el desgaste de las olas. Como curiosidad puede ser una visita si estás en Laxe y no tienes otra cosa que hacer», explica uno de los visitantes del lugar. Otros, simplemente, definen el lugar como «un sitio pequeño con unos pocos restos de cristales que se van llevando los turistas en bolsas».
A pesar de lo que acabas de leer, tenemos muy buenas noticias que darte, y por ello te animamos a que visites esta calay saques tus propias conclusiones. Da igual te gusta o no, porque estarás en un lugar en el que se respira mar, arte, amor y magia por los cuatro costados. ¿Nos acompañas?
Faro de Laxe, un icono de la Costa da Morte
A tiro de piedra de la mencionada cala multicolor encontrarás el famoso faro de Laxe, hermano gemelo del Cabo Roncudo (situado en Corme), que ilumina la Costa da Morte desde 1920.
Ambos faros comparten, además de un traje de azulejo blanco, el privilegio de estar levantados en un entorno paisajístico tan bello. De hecho, muchos de los turistas desencantados con la playa de los Cristales recomiendan la visita al lugar. Simplemente, para no perderse la estampa del faro de Laxe y las vistas de ese mar al que ilumina.
‘A espera’: amor y desesperación en la Costa da Morte
Como te hemos adelantado, todo visitante se lleva de Laxe una dosis inolvidable de mar y amor, dos conceptos sin los que no se puede entender la próxima parada que te proponemos.
Junto al faro de Laxe encontrarás el conmovedor homenaje que la artista gallega Iria Rodríguez hizo a las familias de los marineros desaparecidos en el mar. Preside el mirador da Insua (Laxe), se llama «A espera» y es la escultura de una mujer tallada en bronce que sujeta a su bebé en brazos mientras avista un mar infinito.
La mujer espera al barco de su marido, que nunca regresará. Así, Iria Rodríguez refleja la desesperación de las familias de los marineros que nunca pudieron volver a tierra.
Piedra de los enamorados
La Piedra de los enamorados (Pena dos Namorados) es una gran roca pegada al faro de Laxe que atestigua el amor de muchos enamorados (algunas inscripciones datan del S.XX) que, a golpe de martillo y cincel, grababan sus nombres y se juraban amor eterno con mensajes grabados para siempre en la roca.
Cuenta la leyenda, que las parejas de Laxe y alrededores acudían hasta este lugar. Entre ellos, el famoso químico y geólogo Isidro Parga Pondal (Laxe,1900 – La Coruña, 1986), quien inscribió su nombre junto al de su pareja de aquel entonces.
Verónica Gómez
Periodista, madre de Hugo y Enzo a tiempo completo e investigadora incansable, diría que hasta cuando duermo. Antes en Crónica Global, El Liberal y El Mundo Catalunya