Domus Templi, ruta templaria II

Continuamos y finalizamos el reportaje sobre la Ruta de los Caballeros Templarios a través de las zonas de la antigua Corona de Aragón, que propone y gestiona el Consorcio de la Ruta del Temple, compuesta por los ayuntamientos de Monzón, Lleida, Miravet, Tortosa y Peñíscola.

En el primer artículo vimos una breve introducción a la Ruta y a la Historia de los Caballeros Templarios, comentando uno de los cinco castillos que propone el itinerario. En esta ocasión nos vamos a las cuatro fortalezas que restan para completar este viaje apasionante al Mundo Medieval del noroeste peninsular. Ceñíos la capa blanca y la cruz roja, concluye esta cruzada.

Castillo de Gardeny

• Está situado en Lleida, elevándose por entre los hombres sobre un montículo que domina la región, justo como cuando en el siglo XII llegaron los Caballeros Templarios. Antes de su construcción, ya Julio César habría dirigido en la zona una campaña contra Afranio y Petreio como bien se indica desde Turisme de Lleida.
• El territorio cayó en manos de los Templarios tras su campaña contra los musulmanes en Lleida (la Ilerida romana); sus participaciones daban lugar a compensaciones y donaciones. A medida que atesoraba patrimonio y tierras se hacía inevitable centros o «encomiendas» desde las que se administrasen.
• El Castillo de Gardeny y su conjunto monumental llegaron a representar un gran centro de poder desde el cual se tomaban algunas cuestiones de relevancia para la Orden en la Corona de Aragón. Tras la bulla de Clemente V por la que se disolvía la Orden Templaria, los bienes y el patrimonio de los monges-gurreros pasaría a la Orden de los Hospitalarios.
• El conjunto monumental de Gardeny incluye la Torre-Habitación, el Recinto Amurallado y la Iglesia de Santa María de Gardeny.

Castillo de Miravet

• La siguiente parada se encuentra en Tarragona, se dice que es la tierra templaria por excelencia. Su castillo se eleva sobre las construcciones, dominando el territorio y el cauce del río, una zona estratégica de paso hacia el interior catalán.
• El territorio fue conquistado por Ramón Berenguer IV, a mediados del siglo XII, y con este hecho los templarios accedieron al castillo-convento que todavía hoy podremos observar, dotándolo de un nuevo estilo y estructura.
• El Castillo de Miravet, especialmente debido a su importantísima situación como vía hacia el Mediterráneo y hacia el interior, fue sede del maestre provincia en el siglo XIII.
• De nuevo, en esta ocasión, el Castillo de Miravet sufrió la política de Jaime II y su asedio que, pese a que también se rindió, duró más de un año. La dotación que habían hecho los templarios a las estancias, las leyes que habían implantado y las medidas de control y seguridad de los caballeros le valieron casi una victoria, frente a la autoridad política y eclesiástica.

Castillo de Tortosa

• Otro de los lugares clave de la Ruta Templaria de nuevo en la provincia de Tarragona, a orillas del río Ebro y junto al Mar Mediterráneo. La fortaleza, declarado Monumento Nacional, también es conocido como El Pozo Sarraceno o Suda, ya que existe el cementerio árabe al descubierto único en Cataluña.
• Algunos de los elementos actuales perviven desde época musulmana, como la estructura, el pozo, la necrópolis o la línea de las murallas. En esta ocasión fue Alfonso I, en el siglo XII, quien donó a los Templarios el castillo. Desde aquí se ideó la conquista de Peñíscola, la última parada de la Ruta Templaria.
• Una serie de leyendas recorren las dependencias del castillo, como la que retrotrae el origen de Tortosa a un pasaje bíblico, protagonizado por Túbal, nieto de Noé.

Castillo de Peñíscola

• Llegamos a la última parada de la Ruta Templaria, en Peñíscola, tras una buena dosis de experiencias, sensaciones y curiosidades. Pero todavía nos queda la visita a esta última fortaleza templaria, más allá del río Ebro, en Castellón.
• La construcción se asienta en el antiguo núcleo primigenio de Peñíscola, rodeado completamente por sus murallas, como encajado dentro de su barrera de seguridad, dominando la ciudadela y el Mar.
• Se levantó en tan sólo 12 años, concluyendo el día en el que se decretó la disolución de la Orden Templaria. Para sorpresas de muchos, el Castillo de Peñíscola también fue sede pontificia, como también Avignon (Francia) y el Vaticano (Italia) en la actualidad.
• Los viajeros que descubran el castillo serán testigos de los rincones que recorrió Benedicto XIII, el «Papa Luna», cuya figura hoy se ha desacreditado con el sobrenombre de «el antipapa».
• Más allá de las curiosidades queda la fortaleza y los hechos importantes que aquí se desarrollaron.