Cómo visitar el barco naufragado de un emperador romano

Escrito por

09.09.2015

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3min. de lectura

Bou Ferer
Fuente: José A. Moya / Proyecto Bou

Un pecio son los restos de barco naufragado. El pecio Bou Ferrer, naufragado frente a la costa de Villajoyosa (Alicante), es el barco romano mejor conservado del Mediterráneo, según el Dr. Xavier Nieto, uno de los más significados de la de la arqueología subacuática en España. Desde hace tres años, se puede visitar in situ

José Bou y Antoine Ferrer, dos submarinistas, descubrieron el barco en 1999 a 25 m de profundidad. Vieron una nave del s. I, de 30 m de eslora y una capacidad de carga de 200 toneladas con cerca de 3.000 ánforas, que zarpó del puerto de Gades (Cádiz), probablemente rumbo a Roma. Nunca llegó.

Probablemente un temporal azotó al barco cerca de las Baleares. Tratando de salvarse, regresaron a la costa de Villajoyosa, la antigua Allon. El barco naufragó a escasos 1.000 m del puerto.

El Bou Ferrer comerciaba con unas 3.000 ánforas que contenían 40 litros cada una de salsa de pescado, el garum. Los análisis de espinas de algunas ánforas del pecio han demostrado que las salsas que contenían se prepararon con boquerón, caballa y jurel..

El Bou Ferrer contenía también lingotes de plomo, extraídos de las minas de Sierra Morena, sepultados en el Mare Nostrum.

La extraordinaria conservación y la escasa profundidad sobre la que se posó el Bou Ferrer permiten alumbrar con datos su historia y la de la época.

El verano de 2014, la Generalitat Valenciana declaró al Bou Ferrer el primer Bien de Interés Cultural subacuático en la Comunidad Valenciana.

Aún queda trabajo, tanto en la promoción turística del pecio como en el análisis arqueológico.

Visitas guiadas al fondo del mar

Bou Ferer
Fuente: José A. Moya / Proyecto Bou

El cuanto a la promoción turística, el proyecto de investigación colabora con el centro de buceo local Ali-Sub y y Vilamuseu.

La visita subacuática es la oportunidad de observar in situ «la mayor nave mercante romana en excavación del Mediterráneo», según nota de los organizadores.

La primera visita submarina al pecio fue en 2013. La prueba piloto, un éxito. En los meses de verano de 2015, continuaron las visitas durante los fines de semana como actividad regular.

Para sumergirse con un guía del proyecto Bou Ferrer se requiere reserva previa, titulación de buceo con un mínimo de 35 inmersiones y donar 35€ para el proyecto, además la tarifa de inmersión de Ali-Sub. Tras la inmersión, una visita a Vilamuseo, la sede científica de las investigaciones.

No es para todos, pero sí una actividad excepcional, abierta incluso al buceo adaptado para personas con discapacidad que dispongan de la titulación requerida.

Sobre el análisis arqueológico, se ha certificado que el Bou Ferrer no era cualquier nave mercante: al menos una parte de su cargamento pertenecía al emperador de Roma, de acuerdo con las marcas de los lingotes de plomo.

Las próximas campañas de investigación, dirigidas por los arqueólogos Carlos de Juan y Franca Cibecchini, resolverán si el propietario de los lingotes del Bou Ferrer fue Claudio o Nerón, aunque los expertos aclaran que pueden estar seguros aún de si el barco perteneció al emperador o es de un comerciante al que se lo alquilaban.

Al tiempo.

Más información | Visitas subacuáticas del proyecto Bou Ferrer

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Comentarios

  1. Estel Soro Gómez 10 de septiembre de 2015 a las 09:57 - Responder

    que guaii!!! 😀

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