El faro de Kizkitza, una guía marítima a 35 kilómetros de la costa

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03.12.2024

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6min. de lectura

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Faro de Kizkitzako
Faro de Kizkitzako junto a la ermita. Por Xabier Armendaritz

Los faros son construcciones que nos fascinan. Imaginarnos el oficio en peligro de extinción del farero, su soledad, su silencio, sus largas horas frente al mar… Pero también, ¡en medio de la montaña! Hoy nos acercamos a una curiosa torre de señalamiento luminosa que está a nada menos que 35 kilómetros de la costa vasca. Se trata del faro de Kizkitza, entre las montañas de Guipúzcoa.

¿Por qué hay un faro en medio de la montaña?

Embalse de Arriaran
Embalse de Arriaran. Por olatz

El faro de Kizkitza se encuentra en la ermita del mismo nombre, cerca del pequeño pueblo de Ezkio-Itsaso. La pregunta obvia que nos asalta al llegar a él es: ¿por qué está tan lejos de la costa? Una de las explicaciones más extendidas es que marcaba los bosques de los que se extraía la madera que se empleaba para la construcción de pequeños astilleros y que servía de guía para los barcos que navegaban por la costa de Guipúzcoa.

El interior de la ermita de Nuestra Señora de Kizkitza es una mezcla de motivos religiosos y marinos, como un ancla que cuelga del techo. En la actualidad este pequeño templo está cerrado, pero te puedes asomar por una ventana para ver el interior. En él apenas se celebran ya oficios. Hoy solo suele abrir el 1 de mayo, para bendecir los campos; y en la romería que se hace el 8 de septiembre hasta la ermita y el domingo posterior, en el que los visitantes pueden besar una reliquia de San Andrés.

Ruta al faro de Kizkitza

Ermita de Kizkitzako
Ermita de Kizkitzako. Por Ayuntamiento de Itsaso

Longitud: 3,8 kilómetros

Dificultad: fácil

Tipo de ruta: lineal

Al faro de Kizkitza y su ermita solo podemos llegar caminando a través de una sencilla ruta por el monte. Podemos acercarnos a la Benta de Mandubia, que está en el puerto de montaña del mismo nombre, a 541 metros de altitud, en la carretera GI-2635, a unos 8 kilómetros de Beasain y a unos 16 kilómetros de Azpeitia.

Aquí se puede aparcar e iniciar el sendero, veremos un cartel informativo con el recorrido. Son 3,8 kilómetros a pie que podemos hacer en una hora. No tiene dificultad y únicamente hay que llevar ropa y calzado apropiado para hacer senderismo por el monte. También es aconsejable, como siempre que hacemos una excursión, meter en la mochila agua y algo de comida. Así como llevar el móvil cargado de batería.

Mandubia
Mandubia. Por Xabier Armendaritz

La agradable ruta de senderismo al faro de Kizkitza discurre toda por el término municipal de Ezkio-Itsaso. Arrancando desde el restaurante de la Benta de Mandubia, progresaremos por pastizales con ganado, repoblaciones de coníferas exóticas, hayedos y trozos de bosque mixto. Un entorno de gran belleza, valor ecológico y cultural, ya que es un espacio que tradicionalmente han aprovechado los habitantes de la zona desde tiempos inmemoriales.

El camino coincide durante algo más de 1 kilómetro con el Camino de Santiago, concretamente con la variante del Camino del Interior a su paso por Guipúzcoa. Nuestro destino, la ermita de Nuestra Señora de Kizkitza, forma parte de un Itinerario Cultural marcado. En vuestros pasos os toparéis con puestos de caza. Tened en cuenta que esta se puede practicar en la zona desde finales de septiembre hasta finales de noviembre, así que conviene evitar la ruta en estos meses.

Faro de Kizkitzako
Faro de Kizkitzako. Por Ayuntamiento de Itsaso

Insistimos en que la ruta no tiene ninguna dificultad, apenas un último repecho en el que hay que superar 200 metros de desnivel. Poco a poco y con calma, llegaremos a la zona del faro de Kizkitza, la ermita y un área recreativa con paneles informativos, mesas y barbacoas. Un buen lugar en el que hacer una parada, contemplar el entorno tranquilamente y compartir un almuerzo. En este punto estarás a 676 metros de altitud.

Si la ruta nos sabe a poco, podemos alargarla yendo hasta el pueblo de Ezkio o bajar hasta Ormaiztegi, destinos hasta los que se puede llegar siguiendo la señalización.

Dónde comer: dos imprescindibles

Restaurante Mandubiko Benta
Restaurante Mandubiko Benta. Por Goierri Turismo

Para hacer la ruta propuesta al faro de Kizkitza, lo más fácil es dejar el coche en el amplio aparcamiento de la Benta de Mandubia. Y después del paseo, no dudes en tomar algo o comer en este restaurante muy conocido por los locales y con una cocina exquisita. Tiene amplios comedores decorados con elementos tradicionales de “baserri” (caserío en castellano). Y es que tiene más de 200 años.

El restaurante abre de miércoles a domingo de 9h a 21h. Entre semana hay menú con muchos primeros y segundos a elegir, cocinados con mimo, y los fines de semana se sirven platos a la carta. Sus especialidades son los potajes, las carnes, el cordero asado y las típicas alubiadas. No dejéis de probar la sopa de pescado. Si hace una temperatura agradable, siempre podéis tomar algo en la terraza con vistas al embalse de Arriaran. Un paisaje espectacular de montañas salpicadas por prados y caseríos vascos.

Otra opción cercana es el Ostatu de Itsaso. Ubicado en un caserón vasco clásico, no tiene una carta fija, ya que varía en función de los ingredientes de la temporada. Ofrecen menú y pintxos de barra muy variados, destacando entre sus especialidades los guisantitos con jamón «siglo XXI» y la chuleta de ciervo a la parrilla con salsa de humo y coliflor en suspensión.

Otros planes que hacer en los alrededores

Caserío Igartubeiti
Caserío Igartubeiti. Por Akerbeltz

Si se os queda corta la ruta a la ermita del faro de Kizkitza, te proponemos continuar con el calzado de senderismo y seguir el camino señalizado que da la vuelta al embalse de Arriaran, una gran obra de ingeniería que se inauguró en 1994 para abastecer a las poblaciones de la comarca de Goierri. Son unos 4 kilómetros y no tiene apenas desnivel, por lo que es apto para toda la familia. Se puede aparcar en la misma presa.

Otro punto de interés al que recomendamos acercarse es el Caserío Museo de Igartubeiti. Cuenta con un centro de interpretación que ofrece una detallada explicación sobre la historia de los caseríos vascos a lo largo de más de mil años, que nos ayudará a descubrir cómo vivían, qué producían, cómo se divertían o en qué creían sus habitantes.

Va acompañado de una visita a un “baserri” de mediados del siglo XVI que ha sido rehabilitado (manteniéndose, eso sí, sus viejas e imponentes vigas). Además, cuenta con un gran lagar de sidra en su interior. Se puede comprar la entrada conjunta para complementar esta experiencia con un paseo por la historia del País Vasco del siglo XIX en el Museo Zumalakarregi del cercano pueblo de Ormaiztegi.

Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.

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