El mayor museo subacuático de Europa está en España y peligra su existencia
Escrito por
19.11.2020
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10min. de lectura
Visitamos el Museo Atlántico: el primer museo subacuático de Europa y el único en España
El Museo Atlántico no es un proyecto nuevo, fue inaugurado en 2017 en la isla de Lanzarote. Su apertura no hizo mucho ruido, aunque para aquellos que lo habíamos visto en fotos, sumergirnos y bucear entre sus esculturas era un sueño viajero más que, este año, se ha visto cumplido. No todo el 2020 iba a ser malo.
El responsable de la belleza del Museo Atlántico es Jason deCaires Taylor, un artista británico reconocido internacionalmente por unir su afición por el submarinismo con su carrera artística. El resultado: seis museos subacuáticos repartidos por diferentes partes del mundo: México, Bahamas, Indonesia, Maldivas… Y España.
El de Lanzarote es su cuarto trabajo y el primero realizado en el Atlántico. “Pensé que tendría que concentrarme más en los detalles, pues no tiene un fondo muy colorido como puedes encontrar en las zonas tropicales. No obstante, trabajar en Lanzarote fue increíble. Tiene un fondo marino muy rico. Hay esponjas de mar, rayas, tiburones, miles de especies de peces e incluso el color del agua es diferente: el Atlántico tiene un azul oscuro muy mágico”, admite deCaires .
Damos fe de ello. La rica biodiversidad marina ha hecho que las Islas Canarias sean un reconocido destino de buceo. Nada más sumergirnos, antes de entrar al museo, una raya se cruzó en nuestro camino.
El Museo Atlántico: fusión de arte y naturaleza
A veces nos olvidamos que somos naturaleza
Jason deCaires
El Museo Atlántico fue un encargo del expresidente del Cabildo, Pedro SanGinés, a Jason deCaires. Las obras realizadas anteriormente en el Caribe (Granada, Cancún y Bahamas) fueron un éxito; y quién no iba a querer un museo igual bajo sus aguas.
Para su construcción, deCaires estuvo viviendo en Lanzarote durante 5 años. “Lo que más me gustó de vivir en Lanzarote fue su silencio, el paisaje… Es una isla muy bonita”. Y reconoce que, durante ese tiempo, se inspiró en los vecinos de la isla y en su vegetación para crear sus esculturas.
En total, el museo está compuesto por unas 300 figuras repartidas en 10 grupos con diferentes temáticas. Aunque, según DeCaires, todas están relacionadas con la naturaleza. “Con quiénes somos. A veces nos olvidamos que somos naturaleza”, explica.
“Una universidad está haciendo un estudio sobre el museo y, en un año, han visto un incremento de un 200% en la vida marina. Era un área donde antes no había más que arena, sin nada vivo y ahora hay sardinas, algas y variedad de peces”, dice Jason DeCaires.
Un espacio para reflexionar
Las esculturas están sujetas al fondo marino. Es el trabajo más profundo de deCaires. No solo por su temática, sino porque están entre 12 y 14 metros de la superficie. Para poder visitarlo, será necesario contratar una inmersión en un centro de buceo.
En el Jardín híbrido podemos ver cómo el hombre se mimetiza con esa naturaleza de la que habla DeCaires. En ellos hay especies típicas como el drago canario y diferentes tipos de cactus. Aunque no es su única referencia a la isla. Justo a la entrada del museo están Los jolateros, un grupo de niños que reman sobre las embarcaciones típicas de Lanzarote.
La escultura Inmortal está inspirada en un pescador de La Graciosa. En ella el artista representa al hombre sobre un conjunto de palos como si se tratase de una pila funeraria.
Su obra también pretende despertar la conciencia social. La balsa de Lampedusa nos hace reflexionar sobre la crisis humanitaria de los refugiados. En ella ha inmortalizado el naufragio de la fragata francesa Medusa en la costa de Mauritaria, y es un homenaje a todos los inmigrantes que se han quedado atrapados en el mar. Su imagen es tan realista que resulta estremecedora.
Justo enfrente, una pareja haciéndose un selfie con la balsa de refugiados detrás nos da un golpe de realismo sobre la superficialidad y la hipocresía con la que tratamos las tragedias a través de la tecnología.
As soon as we sink them, they belong to the sea
Jason deCaires
Uno de los momentos más mágicos durante el tour por el museo subacuático es cruzar el Rubicón. Un enorme muro de hormigón con una puerta hacia la que caminan unas 35 esculturas. Simboliza la salida del mar. Todas las figuras son a tamaño real.
También emociona el Giro humano: 200 esculturas colocadas unas encima de otras haciendo un círculo.
El resto de obras, no menos impactantes, os dejo que las descubráis por vosotros mismos. Los propios guías os explicarán su historia antes de comenzar la inmersión.
Una obra que genera vida
Pocos artistas pueden decir que con su obra han creado vida. Jason deCaires es uno de ellos.
Con su primer trabajo en Granada (Caribe), utilizó el arte para conservar el lugar. “La costa quedó muy dañada por un huracán. Todo el coral quedó destruido, excepto uno de los arrecifes. Los turistas entonces iban allí a bucear, por lo que esto hizo que se dañase aún más”, explica.
Para ayudar a conservarlo, deCaires se puso a pensar cómo desviar esa atención de las zonas delicadas y montó un museo subacuático a pocas millas de allí donde, además de atraer a los turistas, los peces comenzaron a crear un nuevo hogar.
Según el artista, las esculturas están cambiando constantemente. “En Lanzarote hice dos árboles drago en la zona del Jardín híbrido donde, en sus ramas, se asentaron peces pequeñitos. Como había peces pequeños, entonces comenzaron a llegar algunos más grandes. Después lo hicieron los depredadores, por lo que se formó vida alrededor de estos árboles. Seis meses después, había miles y miles de peces. Algo muy pequeño se convirtió en algo muy grande”, explica emocionado.
Cómo visitar el Museo Atlántico
El Museo Atlántico está situado en la bahía de las Coloradas, en Playa Blanca. Es una inmersión sencilla pues, aunque las esculturas están entre los 12 y 14 metros de profundidad, apenas hay desniveles y es raro que en esa zona haya corrientes, tal y como nos explicó Salvatore, el instructor de buceo.
Para poder bajar a visitarlo será necesario contratar una inmersión con barco en uno de los centros de diving de la zona. Lo ideal es tener título de buceo, mínimo Open Water; aunque si no es el caso, también se hacen visitas para aquellos que no hayan buceado nunca.
La diferencia es que con el título puedes bajar en grupo, con un solo instructor y es mucho más económico, pues solo pagas la inmersión y el permiso para acceder al museo. Sin experiencia necesitarás hacer un bautismo primero y contratar un instructor solo para ti, por lo que el precio es algo más elevado.
Por lo general, el museo se puede recorrer en una sola inmersión. El tiempo para recrearnos en sus detalles dependerá de cuánto oxígeno consumamos. Cuanta menos experiencia, en general menos tiempo se está sumergido.
Lanzarote prohíbe promocionar el Museo Atlántico
En marzo de 2020, el Cabildo de Lanzarote anunció que dejaría de promocionar el Museo Atlántico y dio orden a los centros de buceo y al Centro de Arte y Cultura de Lanzarote de retirar la imagen corporativa que hasta entonces se estaba usando.
La zona donde está el museo, en la bahía de las Coloradas, dejó de gozar de protección. “Antes, para bucear allí tenías que tener una autorización y estaba el barco de Emerlan que estaban pendientes de la seguridad de los buceadores”, nos explicó Salvatore, el instructor de buceo.
“Es una tragedia. Es el único museo de estas características de Europa y se nos prohíbe promocionarlo”
Para los centros de submarinismo, la falta de protección también permite que cualquier embarcación pueda fondear encima. “Las anclas pueden destruir las esculturas. Además es peligroso, ya que los buceadores tienen que salir a la superficie”, dice Salvatore.
Según el Centro de Arte y Cultura del Cabildo, “Es una tragedia. Es el único museo de estas características de Europa y se nos prohíbe promocionarlo”.
Las razones que dieron a los centros de submarinismo es que el Museo Atlántico – que en 2017 recibió más de 10.000 visitas– no era rentable. No obstante, tal y como ha explicado Jason DeCaires, “Las esculturas están hechas de piedra y, aunque el tamaño y la forma van cambiando, están diseñadas para que duren para siempre”.
Fuentes cercanas al Cabildo aseguran que las razones son meramente políticas. El proyecto fue realizado por el anterior presidente, Pedro SanGinés, y el nuevo Gobierno no quiere continuar con él. También le han reprochado a SanGinés que muchas de las esculturas están inspiradas en amigos y conocidos suyos. Según Jason deCaires, quien no conocía a nadie cuando llegó a la isla, algunos de los modelos para las esculturas fueron contratados por el Gobierno. “De 300 personas, igual hay 2 o 3 que trabajaban para el Cabildo”, dice. “El problema en política es que cuando un partido tiene poder siempre intenta echar por tierra lo que ha hecho el anterior”.
A pesar de la polémica, según el Centro de Arte y Cultura del Cabildo, no se van a sacar las esculturas del mar. El museo sigue ahí y para los centros de buceo sigue siendo un gran reclamo: “Mucha gente empieza a bucear porque quiere visitar el museo y luego sigue haciendo submarinismo”, dice Salvatore, de Dive College Lanzarote. Y es que, el museo es una pasada pero la biodiversidad de la isla hará que no quieras salir del agua.
- Reportaje elaborado con la colaboración de Ângela Coelho
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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