El puente colgante más largo del mundo está en Portugal

Escrito por

03.05.2021

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6min. de lectura

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puente colgante 516 Arouca
Por Ângela Coelho

Portugal es el país con el puente colgante más grande del mundo y desde el 3 de mayo de 2021 se puede visitar. La apertura del puente debió ser en octubre de 2020, pero debido pandemia por SARS-CoV-2, se pospuso. Ya es posible cruzar los 516 metros sobre el río Paiva.

El puente colgante 516 Arouca

516 Arouca
Por Ângela Coelho

Su nombre es 516 Arouca y está en Arouca, en el distrito de Aveiro. La cifra es la clave de su sello de identidad: son los metros exactos que mide de largo, los que le han convertido ya en toda una celebridad en todo el mundo pese a que todavía no se ha abierto definitivamente.

Ya se puede ver tendido, uniendo los dos extremos del barranco, espectacular e indiferente a la gravedad. Las pruebas de carga muy avanzadas, con vídeos donde ya se ve a personal especializado cruzándolo, hacen prever su pronta apertura al público en general.

Ha desbancado al también espectacular Charles Kuonen Suspension Bridge de Suiza. Inaugurado el 29 de julio de 2017, conecta Grächen y Zermatt. Hasta ahora era el puente peatonal colgante más largo del mundo con sus 494 metros de longitud.

Pero ya hay quien piensa en robarle el título al puente de Arouca. El municipio de Torre de Moncorvo pretende construir el puente peatonal más grande del mundo con unos 750 metros, para unir las dos orillas del río Duero, entre el Museo de Côa, en el municipio de Vila Nova de Foz Côa, distrito de Guarda y el Alto da Barca, en Peredo dos Castelhanos, en Torre de Moncorvo.

Pero dejando de lado las discusiones sobre cuál es el puente colgante peatonal más grande del mundo, lo mejor de todo es poder disfrutar de magníficos paisajes, con un poco de adrenalina a la mezcla.

Algo que singulariza al 516 Arouca es que está construido con una liviana reja metálica como suelo por el que se transita y que convierte la experiencia en una aventura llena de adrenalina: la vista del río Paiva a nuestros pies a unos 175 metros de profundidad promete ser de esas que ponen el vello de punta. Sin duda, no apto para quienes sufran de vértigo.

El puente peatonal colgante más largo del mundo es un proyecto del estudio de arquitectura Itecons que ha buscado con su diseño estilizado la mínima resistencia al viento. El objetivo principal es garantizar la seguridad y las posibles oscilaciones laterales cuando el viento llegue a soplar con rachas más fuertes.

Éste no es el único atractivo en el lugar, pues el Geoparque de Arouca, además de ser un destino ideal para la práctica del rafting, el barranquismo, el piragüismo y el rafting, cuenta también con la espectacular pasarela de los Passadiços do Paiva. Se trata de una ruta senderista de ocho kilómetros de recorrido en las laderas del río homónimo.

El ticket de entrada cuesta 12€. La tarifa también ofrece entradas a 10€ para niños y jóvenes (de 6 a 17 años), estudiantes y mayores de 65 años, así como ofertas familiares. Los niños menores de seis años no pueden entrar.

Las entradas están disponibles en línea y también brindan acceso a los 8,7 kilómetros de Passadiços do Paiva, ya que el nuevo puente es un complemento de esta ruta turística. Sin embargo, las entradas no están disponibles a un precio diferente para quienes quieran visitar solo el puente sin acceder al resto del recorrido.

España no se queda atrás

Lo de los puentes colgantes no es solo algo del país vecino. Resulta que en España también hay mucha afición por este tipo de construcciones en entornos naturales que atraen la mirada de los aficionados a las emociones fuertes.

El último en unirse a la lista se encuentra en la séptima etapa de la Gran Ruta de Málaga, un sendero vertiginoso entre desfiladeros a lo Caminito del Rey que se ha convertido ya en el tercer puente de estas características más largo de España.

Efectivamente, el puente de El Saltillo, que se estrenó en octubre de 2020, solo tiene dos rivales por encima: uno es el puente de los Cahorros de Monachil (Granada), con una longitud de 63 metros, y el otro es la pasarela metálica colgante que salva el río Ulla entre Couso y Pontevea (en Pontevedra), con 80 metros de largo. Ambos son toda una experiencia vertiginosa y sin embargo parecen pequeños comparados con los espectaculares 516 metros del puente portugués.

El recién estrenado puente de El Saltillo une los dos extremos de un acantilado de 50 metros de ancho, a 62 metros de altura por encima del cauce del río Almanchares.

En sí mismo una atracción, ha llegado finalmente tras ser demandado por los usuarios de esta larga ruta que conecta hasta cuatro parques naturales, dos reservas naturales y hasta cinco parajes naturales.

La alternativa hasta ahora era caminar varios tramos por el arcén de la carretera, lo cual restaba encanto a la Gran Ruta de Málaga, además del peligro vial que podía suponer.

La de El Saltillo es una de las 35 rutas que forman la Gran Senda de Málaga, una ruta senderista que vale como eje vertebrador de la provincia a través de algo más de 800 km de extensión que regalan privilegiadas vistas a las cumbres del Parque Natural de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama.

Esta sección del camino se puede iniciar desde los municipios malagueños de Canillas de Aceituno, Sedella o Cómpeta (la más exigente a nivel físico, pero también la más bella). Como colofón, la belleza de uno de los puentes colgantes peatonales más bellos de España.

Más puentes colgantes españoles que cruzar

Congost de Mont-rebei
Congost de Mont-rebei. Por nastyakamysheva

Los caminos que forman la popular ruta senderista del Congost de Mont Rebei, en la sierra del Montsec, incluyen algunos puentes colgantes espectaculares como el que cruza el barranco de Sant Jaume o el del Seguer, que mide 35 metros de longitud.

También son muy famosos los puentes colgantes de Chulilla (Valencia), en los alrededores del parque natural de Chera. El más alto de los dos está tendido por cables de acero a 15 metros sobre el río y tiene 21 metros de recorrido.

Sin embargo, los aficionados a cruzar una y otra vez este tipo de puentes peatonales colgantes tienen su meca particular en Galicia, donde abundan varios de ellos.

Ahí está el singular puente de la Ínsua de Seivane (Outeiro de Rei, Lugo), que une la pequeña isla salvando el Miño desde la vecina parroquia de Parada, y también el bello puente colgante de Calvelo que une las poblaciones de A Retorta y Calvelo, dentro de la Red Natura 2000, o el puente de Noia (A Coruña), que cruza el río Tambre y forma parte de una ruta de senderismo que llega hasta Ponte Nafonso.

Redacción ER

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