Una de las excursiones por excelencia desde la ciudad de Barcelona es Montserrat. Son 60 los kilómetros que separan a la gran urbe de uno de los monasterios benedictinos más afamados. Esta popularidad hace que la visita a la patrona de Cataluña, más conocida como la virgen de la Moreneta, se haya convertido en un reclamo que copa los planes de turistas y locales.
La escapada a este particular rincón barcelonés se puede encarar desde diferentes aspectos. Por un lado, el santuario de Nuestra Señora de Montserrat es el responsable de abrir las puertas a fieles y peregrinos. Por otro, las montañas, con sus particulares formas, son un reto para los excursionistas más intrépidos y las familias que desean el contacto con la naturaleza. Y por último, bucear y conocer de primera mano la cultura e historia que emana la comarca del Bages es más que interesante.
Tres opciones para visitar Montserrat
Las alternativas son infinitas, así que combina tu escapada a tu gusto y descubre tu propio Montserrat. ¿Te atreves?
1. Espiritualidad
El aura que se respira en Montserrat es indescriptible. El constante goteo de peregrinos avala la riqueza patrimonial que atesora este santuario. Y no es de extrañar la presencia de los fieles, pues Montserrat junto con otros cuatro santuarios constituye la Ruta Mariana.
Un itinerario guiado por la espiritualidad y devoción mariana, que cada año aumenta el número de visitantes. Anualmente, acoge entre sus cinco santuarios alrededor de 12 millones de peregrinos. Un número importante de devotos a los que Montserrat da la bienvenida y les obsequia con cualidades y características propias del lugar.
El plato fuerte de Montserrat es su santuario. Por ello, te proponemos conocer los aspectos más importantes de su historia mediante la ayuda de una audioguía, un mapa y un folleto informativo. De esta manera, recorrerás la Basílica, la Santa Cueva, el Camino de Els Degotalls –accesible para todos los públicos- y el vía Crucis.
Además, para los más curiosos, el monasterio ofrece conocer dos ámbitos privados. Por un lado, el edificio de la Escolanía, donde visitarás las instalaciones de la escuela-residencia de los escolanos. Y por otro lado, la Sacristía Nueva, uno de los espacios más significativos de la Basílica. Destaca por su valor artístico, ya que atesora pinturas murales de Josep Obiols (pintor, dibujante y grabador barcelonés).
Y si te has quedado con ganas de descubrir más, a cinco minutos en coche desde el santuario, podrás visitar el Monasterio de Santa Cecilia de Montserrat. Su iglesia, situada en uno de los enclaves más bellos de esta montaña, es un ejemplo claro de la arquitectura románica que destaca en la región.
2. Naturaleza
Visualmente las montañas de Montserrat no dejan indiferente a nadie. Y verlas de cerca es una curiosidad que a propios y extraños gusta, pues sus formas permiten dar rienda suelta a la imaginación. De hecho, es la imaginación popular la que asocia estos monolitos a figuras humanas o de animales dándoles nombres e, incluso, inventándose leyendas ficticias.
Por ese motivo, Montserrat acoge a todos los excursionistas que quieran explorar sus montañas. Desde la alternativa más “light”, enfocada para ir con los peques de la casa, hasta la opción avanzada, para aquellos escaladores y/o montañeros acostumbrados a hacer cumbres.
¡Tú eliges! Sobre la mesa estos son algunos de los planes por los que puedes decantarte:
- Un recorrido por la región de Tebes. En una ruta de una hora y media visitarás las ruinas de las antiguas ermitas de Sant Joan, Sant Onofre y Santa Magdalena. Una opción diseñada para conocer la diversa vegetación y comprender los orígenes de la zona en familia.
- Escalada a Cavall Bernat. Se trata de la aguja más grande y señorial de toda la geografía montserratina. Es todo un símbolo de la cordillera y su silueta le convierte en un desafío para los escaladores. Son tres las vías de ascensión que hay (vía normal, vía Punsola Reniu y vía Puigmal), y todas desembocan en la cima, donde las vistas son un verdadero espectáculo.
- Biólogo por un día. Sant Jeroni es el punto más alto del macizo de Montserrat, y para llegar hasta él te proponemos ir acompañados de un biólogo. Sus explicaciones sobre la vegetación son un plus y una manera más amena de conocer Montserrat.
La ascensión hasta Sant Jeroni es larga pero de dificultad moderada (apto para familias con niños). Te detendrás en lugares desconocidos, en varias ermitas y en miradores para capturar las panorámicas más alucinantes. - Alrededores de Montserrat. La comarca del Bages no sólo es Montserrat, consta de más alternativas y planes de visita. ¿Cuáles? Por ejemplo, el itinerario por las ermitas de la Tebaida. Se encuentran en diferentes estados de conservación, pero en lugares privilegiados que permiten trasladarse a sus orígenes.
El recorrido se puede “complicar” entre el Monasterio hasta Santa Ana y entre Sant Benet y Sant Salvador, puesto que la ascensión es más pronunciada.
2. Cultura e historia
En tu escapada de varios días a la comarca barcelonesa del Bages, cuadra tu agenda para oír in situ a la escolanía de Montserrat. Se trata de uno de los coros de niños cantores más antiguos de Europa. Los escolares reciben formación musical y realizan giras de conciertos por todo el mundo. De hecho, y gracias a esta escolanía, han surgido conocidos compositores y profesores de música.
Además, para que la escapada sea completa te aconsejamos visitar el Espacio Audiovisual “Montserrat Portes Endins”. Una ruta que muestra, mediante espacios representativos y un audiovisual, las pautas de vida y conducta que la comunidad benedictina sigue.
Y continúa descubriendo Montserrat en su Museo. Un museo que atesora las colecciones de arte más importantes del país, pues conserva obras de épocas y culturas diversas realizadas por artistas de renombre internacional como: Berruguete, el Greco, Picasso, Monet, Rusiñol, etc
Miryam Tejada
Mi título universitario dice que soy licenciada en periodismo, pero realmente soy una todoterreno a la que le pilló la transición del mundo analógico al digital de pleno. Es decir, soy millennial, y eso lo que conlleva, según las habladurías, es que me dejo llevar y priorizo mi bienestar. O lo que es lo mismo, soy una apasionada de los viajes y las experiencias, del simple hecho de tomar unas cervezas entre amigas, organizar una buena comilona en la sociedad con sobremesa larga incluida o pasar las tardes en el parque con mis gemelos.
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