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El coche ha sufrido un retroceso considerable en los últimos años. Las nuevas generaciones han optado por otro tipo de movilidad mientras que el precio del combustible, especialmente el último año, ha provocado que se convierta ahora más que nunca en un lujo al alcance de pocos.
Además, las grandes ciudades cuentan con tejidos de autobús o metro que permiten desplazarse sin apenas necesidad de vehículo privado. Barcelona es un buen ejemplo de este tipo de sistema, donde sus ciudadanos pueden desplazarse por toda la urbe en transporte público llegando, en muchas ocasiones, antes que en coche.
El problema llega cuando necesitamos salir de Barcelona o de las grandes urbes sin vehículo propio. Para ello a continuación os proponemos algunas escapadas sin coche desde Barcelona que permiten disfrutar de Cataluña y ahorrar en combustible, algo positivo para el bolsillo y medio ambiente.
Sierra de Collserola
El primer lugar lo encontramos dentro de la ciudad y sus municipios colindantes. La sierra de Collserola es un espacio natural que empieza en la ciudad condal extendiéndose por las ciudades que la rodean con un gran atractivo natural. A apenas 10 minutos desde el centro de la ciudad en transporte público podemos acceder a un emplazamiento lleno de vegetación donde los amantes del deporte pueden dar rienda suelta a sus pasiones con grandes senderos.
La sierra de Collserola, además, cuenta en su punto más alto: el parque de atracciones de El Tibidabo. Es el más antiguo de España aún en funcionamiento y ofrece unas vistas panorámicas de la ciudad. A su lado está el templo expiatorio del Sagrado Corazón, visible desde las faldas de la montaña y que recuerda, incluso, a la basílica del Sagrado Corazón de París.
¿Cómo llegar a Collserola?
Para acceder a la sierra desde plaza Cataluña podemos tomar los ferrocarriles de la Generalitat. En el caso del Tibidabo la mejor opción resulta el autobús desde Vall d’Hebrón o el funicular tras tomar el autobús 196 en la misma plaza.
Vall de Núria
Otra buena escapada sin coche desde Barcelona es la Vall de Núria. Aunque no está muy cerca de la ciudad, este emplazamiento cuenta con una magnifica y rápida combinación para llegar a uno de los valles más bonitos de Cataluña. Además, en él es posible realizar todo tipo de actividades como senderismo, esquí o avistamiento de aves únicas.
La forma de llegar al valle lo convierten en todo un referente del turismo catalán, pues solo es accesible a través de su famoso tren cremallera, una especie de vagón que escala las montañas ofreciendo unas vistas impresionantes hasta la llegada al valle de Núria, con su singular lago e impresionantes montañas.
¿Cómo llegar al Vall de Núria?
Puedes coger el tren regional a Ribes de Freser desde Barcelona y tomar el cremallera en esa localidad.
Girona
Sin necesidad de coche también podemos llegar a una de las ciudades con más encanto de toda Cataluña: Girona. La urbe ha tomado especial relevancia en los últimos años gracias a ser el escenario de series tan conocidas como Juego de Tronos. Allí podemos disfrutar de su magnifica catedral o el barrio judío mientras cruzamos la ciudad de lado a lado por sus característicos puentes.
Desde la ciudad condal tardamos alrededor de una hora y media en tren y nos deja en el mismo municipio. Es una ciudad pequeña, por lo que todos los puntos de interés están relativamente cerca. Además, la zona que rodea Girona es un emplazamiento natural de gran belleza que permite rutas en bicicleta o senderismo.
¿Cómo llegar a Girona?
Existen múltiples opciones de trenes regionales desde la estación de Sants.
Altafulla
La Costa Dorada es otra de las localizaciones escogidas para hacer una escapada sin coche desde Barcelona. Esta zona del litoral catalán alberga distintas opciones donde destacan sus largas playas con municipios costeros, ciudades emblemáticas como Tarragona, pueblos como el de Altafulla o el parque de atracciones Port Aventura.
En apenas una hora o media, según la zona escogida, podemos llegar a algunos de los lugares más bonitos de esta zona costera. Uno de ellos es Altafulla, un pequeño pueblo que mira hacia el azul del Mediterráneo. Si hace buen tiempo, te encantará saber que su playa goza de bandera azul. Sino, no te preocupes, este pueblo medieval cuenta con castillo, ruinas romas y con historias de brujas. De hecho, muchos de los lugares de este pueblo llevan los nombres de estas mujeres que fueron perseguidas durante la Edad Media.
No hay que perderse un paseo por sus pintorescas callejuelas de Vila Closa, relajarse en Botigues de Mar -con sus casitas blancas-, ni una excursión hasta el castillo de Tamarit.
¿Cómo llegar a Altafulla?
Se puede llegar a Altafulla tanto en tren como en autobús. Desde la estación de Sants hay trenes cada 30 minutos.
Tarragona
Por otro lado, Tarragona es la ciudad más conocida donde podemos disfrutar de sus múltiples restos arqueológicos romanos con gran valor arquitectónico y que todavía cuentan con un estado de conservación excepcional. Además, como en el caso de Girona, la zona cuenta con infinidad de parajes naturales muy cercanos que permiten realizar diferentes rutas de senderismo o en bicicleta.
¿Cómo llegar a Tarragona?
Hay muchos trenes regionales con distintos recorridos desde la estación de Sants.
Caldes de Montbui
Conocida como la villa termal, Caldes de Montbui está situada a solo 30 kilómetros de Barcelona. Es un pueblo en ebullición, pues puede presumir de tener la fuente con el agua más caliente de Europa. Se trata de la Font del Lleó, que está a 74 grados de temperatura.
Los romanos construyeron en Caldes de Montbui un caldarium, cuyas ruinas se conservan en muy buen estado en la plaza central del pueblo, junto al ayuntamiento y dos balnearios. La primavera es una de las mejor épocas para hacer una escapada rural a este pueblo, pues hay mercados artesanales y ambiente. En verano se celebra su popular fiesta Escaldarium, con agua y fuego.
¿Cómo llegar a Caldes de Montbui?
Desde Barcelona podemos viajar a Caldes de Montbui en el autobús Sagalés 201 que parte desde Fabra i Puig.
La Molina
A pocas pistas de esquí se puede llegar en transporte público. La Molina es la escapada perfecta para aquellos que quieran pasar un fin de semana en la nieve pero no tengan coche o no les apetezca subirlo hasta la montaña. En total, La Molina cuenta con 71 kilómetros esquiables y 68 pistas de todos los niveles. Su cota máxima es de 2.445 metros y la mayor parte de su extensión está situada en la Cerdanya.
Como curiosidad, debido a sus instalaciones aquí se celebraron la Copa del Mundo de Esquí Alpino (2008), los Campeonatos del Mundo de snowboard (2011) y los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino para discapacitados (2013). Además, tiene la superpipe más grande de todos los Pirineos y un snowpark de grandes dimensiones.
¿Cómo llegar a La Molina?
Se puede llegar en tren desde la estación de Sants y, de la estación de La Molina a las pistas hay autobuses. También hay opción de subir en bus. La compañía Sagalás ofrece un skibus los sábados y domingos cuyo precio incluye el forfait y seguro de esquí. El alquiler del material es opcional.
Albert Martinez
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