¡Pasajeros, al tren! 3 estaciones de tren abandonadas y una que ha sido recuperada

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01.12.2023

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6min. de lectura

Estaciones de tren abandonadas
Estaciones de tren abandonadas. Por michelaubryphoto

Los lugares abandonados tienen un encanto especial, un morbo que atrae a mucha gente. Son espacios llenos de pequeñas historias cotidianas y parece que podemos leerlas, escucharlas o sentirlas cuando nos adentramos en ellos. Las estaciones ferroviarias son uno de estos enclaves llenos de de misterio con el añadido de que son puntos de partida y de destino, de inicio de nuevas aventuras y de despedidas: qué sueños llevaban quienes han pasado por ellas, a dónde se dirigían y con qué fin, de dónde venían y de qué huían…

La industrialización impulsó en España, como en tantos países del mundo, la proliferación de vías ferroviarias y la apertura de estaciones de tren. La democratización del coche y la fuerte apuesta por una amplia red de carreteras (de hecho, España es el tercer país del mundo con más kilómetros de autovías y autopistas, un total de 17.000) y, décadas después, por el tren de Alta Velocidad (AVE) (en este caso, España es el segundo país del mundo con más vías de este tipo, solo por detrás de China), ha derivado en un continuo abandono de estaciones, especialmente las que estaban en pequeños pueblos de interior.

Por algunas de ellas ni tan solo llegaron a circular trenes. Se estima que hay unos 7.000 kilómetros de líneas férreas sin uso que han sido reconvertidos en Vías Verdes para ciclistas en el mejor de los casos. El resto, simplemente han sido engullidos por la maleza o saqueados por vándalos.

Hoy estos recuerdos del pasado glorioso del ferrocarril en España se han convertido en templos para curiosos que hacen un turismo diferente por espacios en desuso. Acompáñanos por este recorrido por estaciones de tren abandonadas, con el aroma a ese medio de transporte tradicionalmente romántico y que ahora vuelve a reivindicarse por ser el más limpio medioambientalmente hablando. ¡Pasajeros, al tren!

La Fregeneda, en Salamanca

La Fregeneda
La Fregeneda. Por José Antonio Gil Martínez

La Fregeneda es una de las estaciones abandonadas más emblemáticas de España. Abrió el 8 de diciembre de 1887 y formaba parte de la línea entre el municipio portugués de Pocinho y La Fuente de San Esteban, en la provincia de Salamanca, por lo que tenía un cierto carácter internacional. El tramo español cerró en 1985 por falta de rentabilidad económica, como la mayoría.

En la actualidad parte del recorrido del tren en La Fregeneda se ha reconvertido en un reclamo turista y senderista: el Camino de Hierro. Hay que reservar y pagar una entrada para hacer la ruta, con lo que se incluye equipo de seguridad (chaleco reflectante y linterna), así como seguro de responsabilidad civil y accidentes y servicio de transporte. Son 17 kilómetros hasta el muelle fluvial de Vega Terrón, el único de Castilla y León, pasando por impresionantes cortados y por el cauce del río Águeda. Al final, un transporte te devuelve a la entrada, a la estación de La Fregeneda, que hoy funciona como oficina de información y punto de inicio del recorrido.

Berdía y A Pontraga, en A Coruña

Estación de Verdía, Santiago de Compostela. Estaciones de tren abandonadas
Estación de Verdía, una de las estaciones de tren abandonadas en Santiago de Compostela. Por Noel Feans

Cerca de Santiago de Compostela está la parroquia de Santa Mariña de Verdía, donde permanece como un vestigio del pasado más reciente una estación de los caminos de hierro de la línea Santiago – A Coruña, con un encanto que salta a la vista. Hoy la vegetación ha devorado completamente las vías férreas, así que solo podremos ver el andén y el almacén típico de las estaciones. Para los más “freaks” de los espacios abandonados.

Cerca está la antigua estación ferroviaria de A Pontraga (en Ordes), que en este caso sí que se ha revitalizado para darle un uso turístico y social. Construida en 1943 para dar servicio dentro de la línea Zamora – A Coruña, hoy pasa por aquí la Vía Verde que une Santiago de Compostela y Cerceda, y cuenta con un espacio cultural y zona natural habilitada para el descanso junto al río Lengüelle.

Riaza, en Segovia

Estación de Riaza
Estaciones de tren abandonadas: Riaza. Por Savh

A tres kilómetros del municipio de Riaza está la estación de tren que se inauguró en 1968 para formar parte de la línea Madrid – Burgos. Tanto las instalaciones como las vías (sin electrificar) continúan como un fiel reflejo de lo que fue, con la salvedad de que el edificio está lleno de graffitis. En un momento se pensó en rehabilitarlo para hacer una casa rural, pero se quedó en el aire. No era mala idea: está bien conectada, con una carretera en perfecto estado, y está en un entorno precioso.

Canfranc, en Huesca

Antigua estación de Canfranc
Antigua estación de Canfranc, cuando era una de las estaciones de tren abandonadas. Por raulsagredo

Entre tantas estaciones de tren abandonadas, hemos colado una que ha vuelto a la vida después de haber estado décadas en estado deplorable: Canfranc, en Huesca. Se inauguró en 1928 dentro de un proyecto de creación de paso fronterizo para comunicar España con Francia a través de los Pirineos, en un enclave maravilloso, con las montañas como telón de fondo. Paulatinamente fue perdiendo uso hasta que cerró definitivamente en marzo de 1970, cuando descarriló un tren sin pasajeros ni maquinista y se hundió el puente de L’Estanguet.

Desde entonces y hasta el año 2018, la estación permaneció sin uso y fue víctima del vandalismo; también se convirtió en un templo de peregrinaje para los amantes de los edificios abandonados. En abril de 2021 se puso en marcha una nueva estación de viajeros y Canfranc volvió a ser el escenario de viajes y despedidas, de emprendimiento de nuevas aventuras y también el espacio donde se desarrollan las historias cotidianas y anónimas de las personas que se desplazan hacia Huesca o Zaragoza.

Nueva estación de Canfranc reformada
Nueva estación de Canfranc reformada. Por Lozano Manzanedo

En la antigua estación de Canfranc, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), hoy hay un hotel de lujo de cinco estrellas: el Hotel Royal Hideway, con reminiscencias art decó. Además, el Ayuntamiento de Canfranc ofrece visitas guiadas al complejo de una hora de duración en la que se explican historias relacionadas con el lugar como vivencias durante la II Guerra Mundial, cuando fue punto de paso de oro, de obras de arte expoliadas y de judíos que huían de los horrores del conflicto bélico. La estación también fue un centro de trabajo para espías de uno y otro bando.

Raquel Andrés

Periodista y aventurera. Colaboradora en Escapada Rural, Diari Nosaltres La Veu, La Vanguardia y otros medios. Habitante y amante de las zonas rurales, sea cual sea el destino. Procuro escaparme una vez por semana con las botas de montaña, el arnés o el neopreno. En mi mochila nunca falta saco ni esterilla. Ah, también soy un intento de baserritarra.

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Comentarios

  1. Marta Bres 4 de diciembre de 2023 a las 14:44 - Responder

    Muy interesante

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