Potes es un pequeño pueblo situado a los pies de los Picos de Europa, en Cantabria. Gracias a su excepcional emplazamiento: en la confluencia de cuatro valles de Liébana y entre dos ríos, el Deva y Quiviesa, el pueblo parece estar abrazado entre montañas.
El pueblo sufrió numerosas luchas medievales entre las familias Mendoza y los Manrique. No obstante, ha podido conservar su arquitectura de la época, compuesta de casas de piedra y un laberinto de callejuelas. Edificaciones que se entremezclan con las casonas de aquellos habitantes que hicieron grandes fortunas en las Américas.
Potes es conocida como la villa de los puentes y de las torres. Entre los puentes están el de San Cayetano, el de la Cárcel y el Puente nuevo. En cuanto a las torres, destacan la de Orejón de la Lama y la del Infantado, del siglo XV. Esta última fue levantada por los Mendoza, que convirtieron Potes en la capital del Liébana.
Durante la guerra civil, el pueblo sufrió graves daños, por lo que tuvo que ser reconstruido. Desde 1983, el casco histórico de Potes está declarado Bien de Interés Cultural.
Además de pasear por el pueblo, en un viaje a Potes no hay que perderse una excursión al desfiladero de la Hermida. Una pared de roca vertical de más de 20 kilómetros. Desde allí podemos acercarnos hasta la iglesia de Santa María de Lebeña y al balneario de la Hermida. Justo debajo del puente hay varias pozas donde el agua está a unos 60 grados. Los alrededores, además cuentan con un montón de rutas de senderismo.
La visita estrella de la zona es Fuente Dé, donde está el popular teleférico que nos elevará a más de 1.800 metros de altura en los Picos de Europa. Las vistas son espectaculares.
Aquí os dejamos 10 fotos de Potes con las que enamorarse de este pueblo cántabro.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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Pienso que pasé por la carretera junto al mar desde Coruña hasta Irum y como fué dia de lluvia no se vehia por las nubes bajas que tapaban todo los montes de Europa. Ahora de vuelta en buenos aires ya quiero emprender viaje nuevamente. Los paisajes son esplendo rosos. Con mis 76 años no marcharé de este mundo sin ver POTES y alrrededores
MARAVILLOSO