Cantabria es el paraíso para todo amante del buen caminar y de la naturaleza. Hay rutas para todos los gustos, niveles y tipos de caminantes. Trayectos entre secuoyas, caminos que llevan a rincones secretos, sendas que terminan en cascadas y, como no, rutas donde los peques de la casa disfrutan de lo lindo, como la ruta de la Fuente del Francés y la gruta del Diablo, una caminata sencilla para hacer en familia.
No hay persona que haya hecho esta ruta que no haya acabado encantada. Y es que, este rinconcito de la región cántabra, pese a no ser de los más conocidos, se ha ganado su fama por el encanto que desprende.
¿Y de dónde viene su nombre? Pues al parecer, la denominación le viene porque fue un clérigo francés que huía de la Revolución francesa el que descubrió este lugar. Un descubrimiento que llevó a la creación del balneario Aguas de Hoznayo en el siglo XIX gracias a la bondad y propiedades medicinales de las aguas que brotan del manantial.
Junto a él estaba el Hotel Suizo y una casa de comidas con hospedaje. Lamentablemente, este templo del bienestar dejó de funcionar en 1980 y hoy está completamente en ruinas. En este balneario, además, era donde se embotellaba el agua que se distribuía por toda la región dada su excepcional calidad.
La ruta a la Fuente del Francés
Para comenzar esta ruta nos dirigimos a Hoznayo, un pequeño pueblo de Cantabria perteneciente al municipio de Entrambasaguas. Tomamos la A8 y salimos en la salida 197 hacia Solares/Entrambasaguas/Hoznayo. Una vez en la rotonda, nos dirigimos hasta Aguas de Hoznayo y, aproximadamente 200 metros después, aparcamos junto a un cartel que nos indica nuestra meta.
Ya sobre nuestros pies, a tan solo 50 metros, el camino se bifurca en dos: el de la derecha dirige a la fuente y el de la izquierda al balneario.
La ruta que lleva hasta la Fuente del Francés es sencilla y apta para personas con movilidad reducida por lo que es una opción ideal para ir con niños o mascotas.
Es muy fácil dejarse atrapar por este lugar, moldeado con paciencia por el río Aguanaz. El paisaje no puede desprender más magia. Un frondoso bosque a rebosar de árboles teñidos con un intenso verde en el que se resguarda una pequeña pero coqueta cascada. La paz y la serenidad están aseguradas. La foto de postal, también.
En nuestro recorrido tenemos la ocasión de visitar un antiguo molino, e incluso entrar en él si está abierto. Lo bordeamos y descendemos con cautela hasta el cauce del río. Es imposible no emocionarse con la belleza del entorno, con su frondosidad y su frescura. Se ha difícil concebir que nos hallamos a apenas 20 kilómetros de la vibrante Santander.
Es ahí cuando descubrimos que el agua se desliza bajo un puente de piedra natural. Estamos en el área de la Gruta del Diablo, junto a la cual vemos una zona para reposar con varios bancos de piedra y, en este mismo lugar, la cueva donde antaño tuvo su hogar el abate.
Elísabet García
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Gracias por aceptarme.
Este lugar mejor no darlo demasiado a conocer. Se sele poner un candado que siempre lo revientan. Tiene evidencias prehistóricas y su popularidad está poniendo en peligro este lugar. No estaría mal que se cerrará en condiciones y si se quiere visitar sea ruta guiada y no esté desmadre.
Gracias por vuestras rutas e ideas y sobretodo por las rutas accesibles para personas con movilidad reducida
Que país tan precioso España. Q lugares tan bonitos, la luz y la historia de Andalucía, la gastronomía de Cáceres, las tradiciones de Galicia, las calles de Barcelona, la costa de Gerona, las gentes de Bilbao, el vino de la Rioja y la Ribera, las estaciones de esquí del pirineo, la amabilidad y la geografía de Las canarias, el encantamiento de Cuenca…es infinito
Es bueno conocer los rincones de mis alrededores y de mi comunidad