Granja Viader: El legado histórico que creó Cacaolat
Escrito por
15.09.2023
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Barcelona es un crisol de culturas, arte, arquitectura y gastronomía. Entre sus encantadoras calles se esconde un tesoro centenario que ha resistido el paso del tiempo y las adversidades históricas: la Granja Viader. Fundada en 1870, esta histórica chocolatería y lechería ha sido galardonada por el Ayuntamiento de Barcelona como comercio emblemático. Su legado sigue vivo con la quinta generación al mando y con la deliciosa bebida que les dio a conocer: el Cacaolat.
Un pedacito de historia: entre Barcelona y Cardedeu
En el corazón del barrio del Raval, en la calle Xuclà número 4, se encuentra la Granja Viader, un lugar que transporta a sus visitantes a tiempos pasados. Desde su fundación ha sido un negocio familiar y, a lo largo de cinco generaciones, ha mantenido intacta la esencia de sus orígenes. Marc Viader Bas, bisabuelo de la actual propietaria Mercè Casademunt Viader, inició la andadura de este establecimiento que ha dejado una huella imborrable en la historia de Barcelona y en la niñez de muchas personas.
La Granja Viader no solo es conocida por sus deliciosos chocolates calientes, cremas, flanes y quesos, también lo es por haber sido el lugar donde nació el famoso y delicioso batido de chocolate catalán: el Cacaolat. Corría el año 1931 cuando Marc Viader y su hijo Joan asistieron a un evento en Budapest. Fue entonces cuando probaron una bebida de leche con cacao fría y refrescante, algo totalmente innovador para la época. Fascinado con la idea, Joan volvió a Barcelona y se propuso crear una bebida similar a nivel industrial que permitiera conservar la leche (antes solamente se tomaba fresca del día) y mirar más allá del típico chocolate caliente a la taza.
Tras algunos meses de prueba y experimentación, finalmente lograron la fórmula perfecta y patentaron el Cacaolat en diciembre de 1931. En 1933, fue presentado en la Feria de Muestras de Barcelona y, desde entonces, se convirtió en un éxito rotundo.
Según como explican en la misma web de la granja, ese éxito tuvo mucho que ver con la calidad de sus productos y diversificación. Una de sus innovaciones fue que, en vez de tener las vacas detrás de de la tienda, para evitar los problemas de higiene la leche y los huevos provenían del campo, de su Cardedeu natal.
Desde hacía décadas, el concentrado de la bebida se elaboraba en el obrador de la Granja Viader pero después pasó a manos de la fábrica Letona (fundada por Viader en 1925) y Clesa. Hoy en día, el Cacaolat es propiedad de la cervecera Damm pero su origen se mantiene inalterable en la Granja Viader.
“Actualmente la leche y los huevos siguen viniendo de la granja de Cardedeu; en el obrador, uno de los pocos que hoy quedan en la ciudad de Barcelona, se elaboran quesos frescos, “mató” y una gran cantidad de productos, muchos de los cuales con la misma receta de sus bisabuelos Marc y Matilde”.
Más allá del Cacaolat
La Granja Viader ha sido testigo de la historia y ha dejado huella en la memoria de sus clientes a lo largo de los años. Mercè Casademunt Viader, la actual propietaria, recuerda con cariño las historias que los clientes comparten con ella. Clientes que rememoran sus visitas a la granja cuando eran niños, familias enteras que han celebrado eventos importantes en el local y turistas de diferentes partes del mundo que acuden para probar los sabores más auténticos de Barcelona.
Pero no solo el Cacaolat es el gran protagonista, podríamos decir que también comparte pódium con la crema catalana de la Granja Viader. Una deliciosa y tradicional crema quemada que ha conquistado muchos paladares. Además, el chocolate a la taza con nata, los suizos con ensaimada y el pastel de queso (siempre acompañado de un buen Cacaolat) son otras de las especialidades que lo convierten en un verdadero paraíso gastronómico.
Un futuro con tradición e innovación
El futuro de la Granja Viader está en manos de la quinta generación, representada por Marc, el hijo de Mercè. Consciente de la responsabilidad que conlleva mantener viva la tradición, Marc tiene en mente conservar la esencia del negocio familiar, mientras apuesta por la digitalización y la modernización.
En un mundo donde la comida rápida y las franquicias invaden las ciudades, lugares como la Granja Viader son tesoros a preservar. Son espacios donde la tradición y la calidad del campo se mezclan para ofrecer experiencias auténticas y memorables en la ciudad. La Granja Viader es un símbolo de identidad y una muestra de la riqueza histórica y cultural. Sin embargo, como muchos otros negocios, esta se ha enfrentado a muchísimos desafíos, especialmente durante la pandemia y la que fue la posible desaparición del Cacaolat en los supermercados con la reciente crisis de Nueva Rumasa.
Visitar la Granja Viader es sumergirse en un viaje en el tiempo y degustar esos sabores únicos que han dejado su huella en generaciones de barceloneses y visitantes. Sus delicatessen artesanales, su ambiente acogedor y su cálida atención hacen de este lugar una experiencia única que no te puedes perder. Ya sea para disfrutar de un delicioso chocolate caliente, probar su exquisita crema catalana o deleitarte con su variada oferta de productos lácteos y quesos, la Granja Viader espera a todo aquel que desee acercarse a conocer pasado y presente con los brazos abiertos.
Alba Feliz
Redactora, productora audiovisual y graduada en turismo y dirección hotelera. Creo firmemente que viajar abre la mente y permite conocer otras realidades que quizás desconocemos. Me apasiona la fotografía analógica (la de toda la vida) y darle una oportunidad a los destinos menos conocidos.
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