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Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Empezamos a lo grande porque Doñana es uno de los espacios naturales más importantes de la Península Ibérica. Está ubicado entre las provincias andaluzas de Sevilla, Cádiz y Huelva, y cuenta con una extensión de más de 120.000 hectáreas que se dividen entre parque natural y parque nacional.
La gran cantidad de especies animales y vegetales que acoge Doñana, el contraste entre sus playas y humedales y su alto valor ecológico convierten este bello parque en una visita imprescindible en cualquier ruta por Andalucía.
¿Qué actividades se pueden hacer en el parque? ¿Cuál es la mejor época para ir? En esta guía práctica de Doñana te contamos todos los detalles para recorrer el parque y que no te dejes nada por conocer.
¿Por qué el parque se llama así? En el s. XVI el séptimo Duque de Medina Sidonia construyó un palacio junto a las marismas y lo llamó Doña Ana en honor a su esposa, nombre que derivó en el actual topónimo del parque: Doñana.
Dónde está el Parque de Doñana y cómo llegar
El Parque de Doñana se encuentra en Andalucía y se reparte entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Es uno de los humedales más importantes de Europa, refugio de algunas especies en peligro de extinción, como el lince ibérico y el águila imperial, y un excelente observatorio ornitológico.
Se puede visitar desde Huelva, Sevilla o Cádiz a través de varios accesos y hasta seis centros de visitantes, aunque la mejor forma de llegar en coche es desde Huelva, tomando como punto de partida el Centro de Visitantes El Acebuche. Este centro es el mejor inicio de una visita a Doñana, ya que además de permitirnos entrar en contacto con la realidad del parque, las visitas guiadas más completas salen desde aquí.
También es posible viajar hasta Doñana en transporte público, en concreto en autobús, que llega hasta la aldea de El Rocío en Huelva, próxima al Centro de Visitantes La Rocina.
Motivos para visitar Doñana
Si todavía no te has animado a visitar Doñana toma nota de estas razones muy convincentes que acabarán creándote la necesidad de poner el parque en los primeros lugares de tu lista de destinos pendientes:
- Su diversidad paisajística. En Doñana conviven distintos y variados ecosistemas como lagunas, marismas, monte de tipo mediterráneo, playas y sistemas dunares.
- Su fauna. Especies protegidas como el águila imperial y el lince ibérico se dan la mano con incontables especies de aves, muchas migratorias al estar en un enclave tan particular, próximo al continente africano.
- Su entorno. El parque de Doñana se encuentra rodeado de un entorno único, en una zona privilegiada de Andalucía, próximo a la desembocadura del Guadalquivir y cerca de las mejores playas de Huelva y Cádiz.
Mejor época para visitar Doñana
El parque de Doñana merece una visita en cualquier estación del año pues cada una tiene su encanto y peculiaridades. Quizá la menos adecuada sea el verano, ya que en esta zona del sur de España hace mucho calor y los animales se dejan ver con menos facilidad, aunque lo bueno en verano son sus amplias y bonitas playas.
Las mejores épocas para viajar a Doñana son primavera, otoño e invierno, cuando las temperaturas son más suaves. En otoño las marismas se inundan con las lluvias y además tiene lugar un espectáculo natural fascinante: la berrea del ciervo. El invierno es temporada migratoria para las numerosas aves del norte de Europa que llegan hasta el parque huyendo del frío invernal, como el ánsar común: el ganso. Disfrutar del “birdwatching” es una de las actividades más demandadas.
Cómo recorrer el Parque Nacional de Doñana
Es posible visitar Doñana de forma independiente y gratuita ya que el parque dispone de una red de senderos peatonales de acceso libre. Eso sí, olvídate de recorrerlo al completo con tu vehículo ya que hay zonas restringidas que sólo se pueden ver en compañía de un guía oficial. También se puede caminar por las playas del parque -hasta 33 kilómetros de arenales- en el trayecto comprendido entre Sanlúcar de Barrameda y Matalascañas.
Sin embargo, la mejor manera de conocer a fondo Doñana y su entorno es a través de las visitas guiadas que ofrecen las numerosas agencias que trabajan en el parque. Los itinerarios guiados que ofrece el propio parque son de lo más solicitado por su calidad, por eso conviene reservarlos con bastante antelación. Se hacen en vehículos todoterreno que garantizan una visita lo más respetuosa posible con el medioambiente.
En todo caso, lo más recomendable es combinar ambas opciones: contratar visitas guiadas en aquellos lugares a los que no se puede llegar por libre y recorrer por tu cuenta los senderos que parten de los distintos centros de visitantes. Todos estos centros son de acceso libre, solo deberás de ser prudente en el Centro de Visitantes José Antonio Valverde, de difícil acceso con un coche que no tenga tracción a las cuatro ruedas. Es por eso que se recomienda visita guiada para acceder a este centro y su entorno, que consiste en una gran laguna con numerosas aves.
Algunos consejos para visitar Doñana con éxito
Para que tu visita al parque de Doñana sea una experiencia positiva e inolvidable hay que observar una serie de normas como respetar el patrimonio del parque, caminar sólo por los senderos habilitados para ello y llevarse la basura que se genere.
Hay que seguir en todo momento las indicaciones del personal del parque, respetar el silencio en las zonas de observación de fauna y, en definitiva, usar el sentido común que una visita de este tipo requiere.
A nivel personal conviene reservar las visitas guiadas con antelación y, si te gusta la observación ornitológica, llevar unos buenos prismáticos y un zoom aceptable en tu cámara de fotos. Madrugar también es recomendable ya que las primeras horas de la mañana son las más propicias para ver animales.
Qué ver en Doñana
– Los centros de visitantes
Además del ya citado Centro de Atención de visitantes José Antonio Valverde, hay otros dos muy destacados de los que parten las rutas más bonitas de Doñana. Son el Centro de Visitantes El Acebuche y el Centro de Visitantes La Rocina.
El primero, El Acebuche, es de los más completos, con zonas de descanso y merenderos, y es el punto de inicio de dos breves rutas a pie: el sendero Laguna del Acebuche, que conduce hacia una laguna, y el sendero Lagunas La Huerta y Las Pajas, que transcurre entre pinares.
El segundo, La Rocina, se encuentra muy cerca de la aldea de El Rocío (unos 2 kilómetros) y permite hacer la ruta Charco de la Boca, que nos lleva por la orilla de un arroyo y por más pinares hasta desembocar en una laguna donde avistar aves.
Hay otras rutas a pie interesantes en el parque. Entre ellas destacan el Camino de la Raya Real en el Coto del Rey, el Sendero Laguna del Jaral, que lleva al Acantilado del Asperillo, y la Cuesta de Maneli, que sale desde estos acantilados y muere en una extensa playa rodeada de dunas.
– Las espectaculares dunas y playas de Doñana
Además de disfrutar de los humedales y las marismas, Doñana dispone de otros ecosistemas igualmente atractivos como son las dunas. Hay dunas móviles y fijas. Las primeras, se van desplazando con el viento y la erosión; las segundas permanecen estables gracias a la vegetación que las cubre y facilita su arraigo al suelo.
Las dunas fijas se aprecian con facilidad recorriendo la Cuesta de Maneli. Para disfrutar de las móviles nada mejor que pasear por alguna de las interminables playas de Doñana, como las de Matalascañas.
– El palacio del Acebrón
No sólo hay naturaleza virgen en Doñana. También nos encontraremos con algún edificio señorial como el palacio del Acebrón. Para llegar hasta él hay que salir desde el Centro de Visitantes de La Rocina y adentrarse en un frondoso bosque de ribera que lleva hasta la construcción.
En su interior, un pequeño museo de usos y costumbres nos habla sobre la historia de sus antiguos habitantes, mientras que su terraza nos permite contemplar una vista inigualable de esta zona del parque.
El Parque de Doñana es un lugar ideal para visitar en familia, en el que los más pequeños de la casa aprenderán a respetar y conservar nuestros entornos naturales a través de la observación de la fauna y los distintos ecosistemas del parque.
Actividades en Doñana
Además de las rutas a pie para recorrer el parque y de la observación de aves, entre las más curiosas los flamencos, el parque de Doñana ofrece otras opciones de ocio como paseos a caballo por la playa al atardecer. Sobrevolar Doñana en globo para contemplar el parque desde otra perspectiva también es posible.
Una de las actividades más demandadas es el avistamiento de linces. No hay que olvidar que el lince ibérico es un animal protegido en peligro de extinción y que Doñana, donde quedan unos cien, es uno de sus últimos reductos en la Península Ibérica. De hecho en la península es el único lugar del mundo donde aún quedan ejemplares de lince ibérico.
La forma más sencilla para disfrutar de la presencia de estos elegantes felinos es dirigirse al Observatorio del Lince Ibérico, situado en el Centro de Visitantes El Acebuche. Allí podrás verlos en cautividad en un gran recinto. La visita al centro es guiada y dura un par de horas.
Si prefieres verlos en libertad tienes saber que es posible, pero no es sencillo. Lo mejor es contratar alguna excursión privada en el mismo centro de visitantes y visitar el parque en invierno, época del año en la que se aparean y es más fácil encontrarlos.
Qué ver en los alrededores de Doñana
Se puede aprovechar la visita a Doñana para conocer otros enclaves interesantes cerca del parque. Uno de ellos es la aldea de El Rocío, prácticamente en pleno parque, que te sonará por su famosa romería y su estampa de casas blancas y encaladas. El centro de la aldea es el Santuario de Nuestra Señora del Rocío, construido sobre una vieja ermita del s. XIII. Su bonito Paseo Marismeño permite observar desde otra perspectiva las marismas del parque, que quedan justo enfrente.
El Rocío es uno de los mejores lugares para alojarse y hacer base en tu visita a Doñana.
Otros lugares a los que se puede llegar en menos de una hora desde el parque de Doñana son los comprendidos entre el triángulo formado por las ciudades de Huelva, Sevilla y Cádiz, incluidas estas mismas. Las marismas del Odiel en Huelva y la gaditana localidad de Jerez de la Frontera también son dos apuestas seguras para completar una visita al fascinante y único Parque de Doñana.
Emma Sexto
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