8 iglesias en España que visitar cuando se alinean los astros
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01.08.2022
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Los templos religiosos pueden ser refugio espiritual para algunas personas y maravillas de la arquitectura para otras (o ambas al mismo tiempo). Sus trazados están provistos de intencionalidad, no son decisiones tomadas a la ligera para resultar más decorativas, sino que están relacionados con el momento histórico en el que se erigieron, en el que se pretendía dar más énfasis a unos elementos u otros.
La mayoría de los aspectos místicos de las iglesias tienen una explicación terrenal más allá de lo que la creencia de los fieles pueda justificar sin que ello quite peso a su fe. Los constructores se valieron de sus herramientas para enfatizar las zonas relevantes de los espacios, como el lugar en el que se sitúa el sagrado corazón o la talla que da nombre a la capilla.
Algunos de ellos jugaron con las posibilidades que otorga la luz para dar espectacularidad. Rosetones, óculos o vidrieras que dirigen los rayos solares hacia un punto en concreto que se ilumina para despertar las emociones de los fieles o, incluso, de los visitantes más descreídos.
Ese ‘fenómeno lumínico’ o ‘milagros de luz’ puede darse todo el año o en algunos momentos concretos–en los equinoccios, por ejemplo– lo que dota de aún más fuerza al efecto y lo convierte en un evento que apuntar en el calendario. Suele ser propio del arte románico (aunque no siempre) y en las iglesias en España se pueden encontrar ejemplos muy llamativos.
La luz del equinoccio de Santa Marta de Tera (Zamora)
En la localidad de Camarzana de Tera, Zamora, en los equinoccios de primavera y otoño entre las ocho y las diez de la mañana, la luz del sol se cuela a través del óculo de 25 centímetros de diámetro del ábside del monasterio románico Santa Marta de Tera.
El cañón de luz ilumina un capitel decorativo que remata la columna izquierda, que representa una figura asexuada que tiene dos ángeles como compañía. Este templo jacobeo es una de las primeras paradas del Camino Sanabrés.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Trévago (Soria)
Sin demasiada explicación, en la iglesia de Trévago el día del solsticio en los que la climatología lo permite (la última vez documentada fue en 2019), un rayo de luz ilumina el rostro de San Ramón Nonato pintado en un cuadro.
Es el patrón de las parturientas ya que, según la historia, él nació de una cesárea a una madre ya fallecida. No es el único misterio del lugar, en el que también hay una rudimentaria cara de Cristo que detecta a los mentiros.
Iglesia del monasterio de San Juan de Ortega (Burgos)
En este templo también tiene lugar un fenómeno lumínico en los equinoccios de primavera y otoño, durante apenas diez minutos, un rayo de sol recorre un triple capitel del siglo XII al traspasar uno de los ventanales de la edificación.
El foco ilumina primero a la Virgen y a San Gabriel en la Anunciación, pasa a la imagen de la Visitación, San José y se desvanece en la escena del Nacimiento.
El conocido ‘Milagro de la luz’ de San Juan de Ortega, en Burgos, fue obra de Simón de Colonia, quien recibió el encargo de la reina Isabel la Católica de reformar el monasterio en el siglo XV. Los peregrinos también encuentran aquí una parada en la ruta Jacobea.
Iglesia de Canalejas del Arroyo de la Alcarria (Cuenca)
El arquitecto de este templo del siglo XVI –que recuerda a una fortaleza– ideó un rosetón que en los equinoccios, al igual que otros mencionados, deja pasar la luz que ilumina el altar mayor.
El templo de Canalejas del Arroyo está formado por una sola nave de dos portadas y su interior es de estilo barroco, decoración en la que destaca el retablo de la cabecera.
Iglesia de San Pedro el Viejo, en Huesca
Sobre las 13:30 en los días de sol, los visitantes de esta iglesia de Huesca pueden disfrutar del juego de luces de colores que se crea gracias a sus vidrieras tintadas. Además, el espectáculo también tiene lugar en el capitel de La Candelaria en el tiempo de su celebración.
La iglesia es uno de los referentes del arte románico aragonés, aunque también tiene vestigios mozárabes, entre otros, ya que se construyó en el siglo XII sobre los restos de una edificación de dicho estilo. Es Monumento Nacional desde 1885.
Ermita de Nuestra Señora del Villar de Laguna de Duero, en Valladolid
La cara de la Virgen del Villar de Laguna de Duero se ilumina con un rayo de sol unos 18 días antes del equinoccio de marzo y 18 días después del de septiembre, cuando la climatología lo permite y no hay nubes.
Al igual que en Santa Marta de Tera o San Juan de Ortega, esto ocurre gracias a una ventana que deja pasar la luz en unos momentos del año determinados, un fenómeno que apenas dura diez minutos. La escultura que recibe la atención es del siglo XIII, pintada de diversos colores y de estilo románico.
La capilla de la Comunión de la catedral de Santiago de Compostela, en A Coruña
Los peregrinos que hayan visto los milagros de luz en las iglesias románicas del camino pueden ver la final en la capilla de la Comunión de la catedral de Santiago de Compostela, construida en el siglo XV por el arzobispo Lope de Mendoza, que quería que fuese su panteón. La capilla, que tiene una Virgen del Perdón tallada en alabastro, sufrió modificaciones con el paso del tiempo y una de las más importantes fue la que llevó a cabo en el siglo XIX Antonio López Ferreiro.
El canónigo transportó un retablo de oro de la Capilla de las Reliquias, lo puso en el altar y construyó un óculo en la bóveda. La luz ilumina el retablo para guiar al fiel o al visitante hacia el altar cargado de misticismo.
El «ocho» de la catedral de Palma de Mallorca
El de La Seu de Palma de Mallorca es el milagro de luz más famoso de España. Tiene lugar cada año –si no hay nubes– los días 2 de febrero y 11 de noviembre, festividades de La Candelera y San Martín respectivamente, cuando la luz se cuela por el rosetón de estilo gótico orientado al levante y se refleja en la pared interior de la nave, debajo del rosetón neogótico orientado al poniente. Al juntarse forman ‘el ocho de luz’, que dura apenas unos minutos espectaculares.
Carmen López