Tres imprescindibles del ecoturismo en la Costa Brava

Naturaleza salvaje, playas de agua cristalina, calas, acantilados, ricos fondos marinos y villas marineras con historia. La Costa Brava es uno de los lugares más deseados del Mediterráneo gracias a la belleza de sus paisajes y la gran oferta de ocio sostenible.

Alt Empordá: ballenas y tortugas

Sí, en la Costa Brava hay ballenas. Se pueden ver al norte, en Alt Empordá, en el popular Parque Natural Cap de Creus. La riqueza de sus fondos marinos son una delicia para los buceadores y la seña de identidad del parque.

Para verlos, puedes contratar alguna de las excursiones en barco que recorren la costa. En ella podrás avistar delfines y rorcuales de unos 20-25 metros de largo.

Cap de Creus no es el único parque natural del Alt Empordà. Aquí también se puede visitar Aiguamolls de l´Empordà, que con sus humedales, dunas y riberas de canales define el paisaje de la zona. Un lugar perfecto para el avistamiento de aves como el martín pescador, la cigüeña o los aguiluchos laguneros. El parque cuenta con diferentes senderos y miradores para disfrutar del espectáculo, muchos de ellos, además, son accesibles para todo el mundo.

En la Ruta del Cortalet-Mas del Matà, un recorrido corto y llano, están el mirador de Quim Franch, desde donde se puede contemplar la laguna del Cortalet; el de las Gantes; el observatorio de las Daines y el de Pallejà. La otra ruta sería la de Mas del Matà-Platja del Matà-Les Llaunes, de fácil recorrido y que llega hasta la playa. Durante el trayecto se pueden ver los estanques del Matà y la laguna de Massona. Aquí están los miradores del Gall Marí, del Bruel y Les Arpelles.

El Paraje Natural de Interés Nacional de l´Albera, situado en el sector más oriental de los Pirineos, también está declarado como Zona de Especial Protección para las Aves. Coronado por la sierra de Albera –el pico más alto es el monte Neulós, con 1.257 m– en él se pueden encontrar varios monumentos megalíticos como dólmenes y menhires.

Otro de los atractivos de l´Albera es que en el Santuari del Camp, en Garriguella, está el Centro de Reproducción de Tortugas de l´Albera, donde se dedican a la cría de la tortuga mediterránea en peligro de extinción. Las especies de las que cuidan de forma habitual son el galápago europeo y el leproso, aunque en ocasiones también acogen tortugas exóticas.

Empordanet: Camí de Ronda

Uno de los mayores atractivos de la Costa Brava es la Ruta del Camino de Ronda: 130 km de senderos que bordean el litoral desde Blanes hasta Portbou con increíbles vistas al Mediterráneo.

Durante el trayecto veréis acantilados de vértigo, pueblos de pescadores, faros, torres de defensa y numerosas calas escondidas. Estos caminos fueron construidos para controlar el contrabando en el mar y para facilitar a los pescadores el acceso de una cala a otra. Hoy son transitados por senderistas.

Uno de los puntos más altos y con mejores vistas del Camí de Ronda es la montaña de Begur, una prolongación del macizo de Gavarres situado entre las calas Sa Riera y Aiguafreda. La zona está compuesta de acantilados sobre el mar. Sus fondos marinos son tan ricos que fueron declarados Reserva Marina Integral, por lo que está prohibido el paso a embarcaciones y a buceadores.

También en la costa está el Espacio Natural de Castell-Cap Roig, un área boscosa considerada como una de las más bonitas de la Costa Brava y situada entre los pueblos pescadores de Palamós y Calella de Palafrugell. Algunas de las playas y calas que merecen la pena visitar son Es Castell, cala Estreta y las Isles Formigues.

En el interior de Empordanet, en cambio, está el Espacio de Interés Natural Gavarres, un macizo que se levanta entre llanuras, con formas suaves. Su pico más alto es el de la Gavarra, que cuenta con 537 m.

Entre su patrimonio destaca el castillo de la Bisbal, un emblemático edificio que sirvió de palacio de los obispos de Girona y que actualmente forma parte de la Ruta de los Orígenes de Cataluña.

Parque Natural del Montgrí, las islas Medes y el Bajo Ter: paraíso de los submarinistas

El Parque Natural del Montgrí, las Illes Medes y el Bajo Ter constituye una de las mejores áreas de Cataluña para practicar submarinismo. Sus islas están consideradas como una de las mayores reservas marinas del Mediterráneo, con ricos fondos cubiertos de praderas de posidonia, bosques de gorgonias, corales, etc. En ellos habitan delfines, peces luna, rayas, tortugas, atunes y morenas, entre otros.

Además de la fauna, el parque cuenta con varios pecios como el Reggio Messina, hundido en 1991, y el Aenire, que naufragó en 1971 justo enfrente de la cala Montgó. Para evitar el deterioro de sus fondos marinos, el submarinismo aquí está controlado.

En la superficie, el parque goza de diferentes paisajes como bosques, macizos y humedales rodeados por la desembocadura del río Ter. Aquí los reyes son las aves: el halcón peregrino, el gavilán, el águila, etc.

En total, el parque cuenta con 18 itinerarios, por lo que una buena parte se puede recorrer a pie. En algunos de los puntos hay observatorios para avistar aves, mientras que en la costa es posible encontrar diferentes escuelas que ofrecen la posibilidad de hacer kayak, windsurf, paddle surf, snorkel o submarinismo.

Más información | Agència Catalana de Turisme