5 islas usadas para cuarentenas en España
Escrito por
10.09.2021
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Aislar a las personas para evitar que una enfermedad se transmita entre la población es una medida que se lleva tomando desde tiempos remotos. Hay constancia de que en los siglos V y IV a.C los griegos y romanos ya la aplicaban.
En el Antiguo Testamento, el Levítico 13: Leyes sobre enfermedades cutáneas, dice que si alguna persona presenta alguna inflamación o erupción en la piel -referido a la lepra- “El sacerdote aislará a la persona enferma durante siete días y al séptimo día la examinará de nuevo”.
Con las enfermedades altamente infecciosas, además del aislamiento de enfermos, se empezó a aplicar también la cuarentena. Se separaba y restringía el movimiento a aquellos que no tenían síntomas, pero que habían estado en contacto con personas que estuvieron expuestas a la enfermedad. Tal y como vivimos durante la pandemia por Coronavirus.
El primer Lazareto de Europa
Según el Instituto de Ciencias e Innovación en Medicina, el primer país en establecer una cuarentena de forma oficial fue Italia. Fue en 1423, cuando la peste negra amenazó a Europa y se estableció que los barcos y personas que provenían de Asia debían esperar 40 días antes de entrar en las ciudades para cerciorarse de que no estaban enfermos.
Para ello, el consejo de San Bernardino de Sena decidió establecer el primer lazareto en Santa María de Nazaret, la primera de las islas usadas para cuarentenas en Europa. Era el Lazareto Vecchio (lazareto viejo), llamado así para diferenciarlo del segundo que se abrió en otra de las islas de la ciudad.
Los lazaretos eran sanatorios que debían estar aislados. Muchos fueron levantados en las islas o en la costa, ya que el objetivo era poner en cuarentena a los pasajeros, a la tripulación de los barcos y sus mercancías; pues podían llegar desde cualquier parte del mundo.
La palabra lazareto se cree que viene de San Lázaro, enfermo de lepra. Y de la orden religiosa que en el siglo XII comenzó a cuidar de los leprosos bajo la advocación de este santo y que cedieron su casa para que se recuperasen.
En España, uno de los primeros lazaretos fue el de Mahón, en Menorca. Se construyó a finales del siglo XVIII sobre la península de San Felipet, en la entrada al puerto de Mahón.
Lazareto de Mahón (Menorca)
El lazareto de Mahón fue inaugurado en 1807 en la isla de San Felipet. Originariamente, San Felipet estaba unido al puerto de Mahón por un istmo, pero lo destruyeron para que fuera una isla.
Según la página web de Lazareto de Mahón, el edificio estaba rodeado por una muralla de piedra y estaba dividido en tres partes: sospechosa, sucia y apestada. Todas ellas separadas por muros.
En él se aislaron a personas sospechosas o enfermas de la fiebre amarilla (1821-1876) y tifus (1821), principalmente. Después de ello fue abandonado, hasta que en 1914 se realizaron reformas para acoger a enfermos de otras pandemias. En 1919 fue considerado un sanatorio de lujo, aunque ese fue el último año que recibió barcos infectados.
A mediados del siglo XX también fue utilizado como campamento de verano infantil y en él se celebraron congresos médicos.
Actualmente, durante los meses de primavera y verano se organizan visitas guiadas. Este 2020 el calendario ha sufrido modificaciones debido al COVID-19. Te recomendamos que te pongas en contacto con la Oficina de Turismo de Menorca para más información.
Isla de Pedrosa (Cantabria)
La isla de Pedrosa (llamada anteriormente como la isla de la Astilla) está situada en la bahía de Santander. Está frente a la localidad de Pontejos y desde 1966 la isla está unida a ella por un puente.
Fue convertida en lazareto en 1834, aunque no empezó a funcionar como sanatorio marítimo hasta 1914. En él hacían cuarentena los marineros que querían llegar hasta Santander pero que podían traer enfermedades de otros países. Se trató, sobre todo, la tuberculosis.
Además de los pabellones para enfermos y terminales, el recinto contaba con una iglesia, un balneario, la casa del médico y un teatro. Actualmente, la mayor parte de los edificios están en ruinas.
Podemos llegar hasta ellas cruzando el puente y atravesando el bosque de eucaliptos, aunque hay que tener cuidado y no entrar en sus interiores, pues hay riesgo de derrumbe.
Isla de San Simón (Pontevedra)
Como alternativa al lazareto de Mahón, que recibía a un gran número de viajeros, estaba la isla de San Simón y San Antón, en la ría de Vigo.
Su lazareto empezó a funcionar en 1842 y recibía, sobre todo, a navegantes que venían de puertos europeos y del Caribe. Ambas islas estaban unidas por un puente de piedra y los edificios también estaban amurallados.
El lazareto dejó de estar en funcionamiento a principios del siglo XX. Durante la guerra civil española el lugar fue reconvertido en cárcel. Allí fueron llevados los presos republicanos.
Tras la guerra, el lugar fue acondicionado como residencia de verano de la guardia de Franco. Hasta que en 1950 hubo un accidente marítimo que terminó con la vida de unos 40 guardias y el lugar fue abandonado. Su último uso fue como orfanato para los hijos de los marineros fallecidos.
Para visitar la isla de San Simón hace falta solicitar un permiso a la Xunta.
Isla de San Antón (A Coruña)
Más al norte, también en Galicia, hay otra isla de San Antón que también fue utilizada de lazareto. Está situada frente a la costa de A Coruña y, aunque antiguamente era una isla, hoy está unida a la península.
Se dice que ya en la Edad Media en ella había una capilla consagrada a San Antón a la que llegaban enfermos por vía marítima. En el siglo XVI fue destinada a la defensa de los piratas ingleses, por lo que en ella se construyó una fortaleza.
Durante el siglo XIX volvió a convertirse en lazareto, aunque poco después fue abandonada.
En 1968 se inauguró en ella el Museo Arqueológico Castillo de San Antón.
Isla de Garraitz, Vizcaya
Aunque en ella no se llegó a construir ningún sanatorio, la isla de Garraitz contaba en el siglo XV con una ermita consagrada a San Nicolás -reconvertida en convento dos siglos más tarde- que se cree que fue utilizada como lazareto.
Allí llegaron los navegantes enfermos de cólera para evitar que alcanzaran la costa de Lekeitio. De hecho, en las excavaciones realizadas por la asociación cultural Atabaka, según su secretario Guillermo Ruiz, se encontró una mandíbula humana.
Actualmente la isla de Garraitz está declarada parque arqueológico, siendo el único en Euskadi. Se puede acceder a ella a pie, cuando hay marea baja, a través de un estrecho camino de piedra (cuando sube la marea queda cubierto por el agua) o de la playa de Lekeitio.
Las islas fueron perfectas para aislar y hacer cuarentenas, sobre todo para aquellos que navegaban y podían traer enfermedades de otros países. Sin estar aislados, también fueron populares el sanatorio de Caubet, en Mallorca, y el sanatorio del Teide, aunque en ellos había más riesgo de que los residentes de la isla se contagiaran.
¿Conoces más islas de España que hayan servido de lazareto?
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
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He estado en el Lazareto de Mahón en el mes de agosto en Los años1977 y 1980, era una Residencia para trabajadores del Ministerio de Sanidad y Consumo, la habían rehabilitation y era un gustazo estar all, Los niños disfrutaban enormemente y el ambiente era estupendo, había un club social con una terrace enormemente que daba al Mar donde era una gozada tomar un aperitivo O un café, una de las tardes llegó en barco Dn. Juan el padre del Rey Emérito, campechano y a gradable con todo el mundo, un bonito recuerdo. En la habitación frente a la mía estaba Mariano Guindal el periodista, su mujer creo que su nombre era Marta trabajaba en Sanidad en Madrid y me parece que tenían dos niños igual que yo en aquel entonces, fueron muy agradables y siempre leemos sus artículos y entrevistas, lo hemos seguido aunque nunca nos hemos fuel to a ver
Maravilloso el artículo. En la Isla de Gran Canaria y más concretamente en La Bahia de Gando existió un Lazareto dedicado al aislamiento de enfermos de la lepra. Luego fue destinado a instalaciones militares