La calzada, la playa y la calle rompeculos
Escrito por
25.02.2015
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3min. de lectura
No lo neguéis: hay lugares a los que sólo iríais para haceros una foto junto al curioso nombre del lugar. Lo vimos con los nombres de pueblos más raros de España.
Hoy os traemos tres lugares donde podréis echaros unas risas con el letrero: todos señalan el lugar como «rompeculos». Una playa en Huelva, una calle en Sigüenza y un sendero en la isla de El Hierro. Además son parajes preciosos. Cuidado, ese nombre está puesto por alguna razón.
La playa rompeculos de Doñana
Esto es la playa Rompeculos: un mar de arena blanca en el Parque Nacional de Doñana y muy cerquita de Mazagón. Aquí está permitido el nudismo y pasear solo es casi un derecho. No esperéis chiringuitos ni colas ni abarrotamientos. Tampoco esperéis llegar sin perderos: la señalización es escasa y deberíais estar atentos. Nosotros del nombre no sabemos nada, sólo que te encantará, que dejaréis el coche unos cientos de metros antes de la orilla y que llegaréis siguiendo este mapa:
La Calzada «Ronpeculos» en la Reserva de Tibataje
El Hierro es la isla más pequeña del Archipiélago Canario. Acaba de ser declarada la primera isla autosuficiente del mundo: genera la electricidad que consume. Tiene también el hotel más pequeño del mundo mirando hacia América y, además, por el Hierro circula la temible Calzada «Ronpeculos».
Así, con «n», la «Ronpeculos» se integra en la Reserva Natural Especial (R.N.E.) de Tibataje, en el término de Frontera. La Calzada se encuentra en el Camino de la Peña, que une el pueblo de Los Jarales con el de Las Puntas. Precisamente ahí, en una lengua de tierra que parece una punta sobre el Océano, está el hotel más pequeño del mundo: entró en 1989 en el Libro Guinness.
Sigüenza y su famosa calle rompeculos
Sigüenza es una población de Guadalajara que mantiene su encanto medieval. No es una forma de hablar de su antigüedad: conserva el entramado de calles estrechas de piedra, los giros bruscos, el barrio judío, el de los artesanos, el de los herreros, la antigua cárcel, los santos protegiendo las casas, el patio de armas, el Castillo, hoy Parador Nacional. En fin, os hacéis la idea de la vida medieval en estas calles.
Pues ahora poned esos trajes, esos obispos, esos labriegos y bueyes, el sonido de la chatarra de los soldados, algún que otro relincho y unas risas concentradas en un sólo lugar: en la calle rompeculos. Algo tendrá que ver su inclinación.
Escapada Rural
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lo de la calzada rompeculos es por que esa zona del camino es la mas resbaladiza, sobre todo en invierno y te das con el culo en todas las piedras y por consiguiente con un gran dolor en la zona trasera.