Érase una vez… una casa de cuento con piscina
Escrito por
06.08.2024
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9min. de lectura
Índice
- Una ubicación privilegiada para un experiencia rural genuina
- Una construcción artesanal con detalles rústicos
- Rincones con encanto y un aroma embriagador en una casa de cuento
- Un entorno boscoso con atractivos sorprendentes
- El proyecto Trino, una apuesta decidida por la ornitología
- Dos zonas de baño fluviales en el entorno de La Mallada
- Los atractivos naturales e históricos de El Bierzo
«Había una vez, en un país muy cercano, una casa con piscina que parecía sacada de un cuento».
Este podría ser el comienzo de un relato infantil, de una leyenda repleta de fabulaciones y ensoñamientos. Pero no, no lo es. Este es el comienzo de una historia real. La que narra cómo dos soñadores restauraron una casa de pueblo para llenarla de encanto y magia. Para transformarla en una casa de cuento.
Hablamos de la casa rural La Mallada, en Ozuela, en pleno corazón del Bierzo leonés. Y de Nuria y José Ángel, los propietarios, que cumplieron hace ya 37 años su sueño de vivir en el campo, formar una familia (allí se han criado sus dos hijos, Alma y Noé) y compartir su amor por la naturaleza con sus visitantes.
Una ubicación privilegiada para un experiencia rural genuina
La casa La Mallada está situada en Orbanajo, el primer barrio de Ozuela, una pequeña población cercana a Ponferrada con apenas 59 habitantes censados en el último padrón. La primera pincelada de encanto se la da su ubicación, ya que la casa está rodeada por un bosque de castaños, perfectamente integrada en la naturaleza que la rodea.
Así, antes de llegar ya podemos atisbar que viviremos una experiencia genuinamente rural durante nuestra estancia en La Mallada. Lo que seguiremos descubriendo a continuación reafirmará nuestra primera impresión.
Una construcción artesanal con detalles rústicos
A la casa no le falta detalle. Nuria y José Ángel la restauraron artesanalmente llenándola de guiños y rincones con mucho encanto. Estos detalles, como los radiadores de forja o la decoración rústica con carpintería y herrajes artesanales, le dan al interior de la casa un carácter especial. “Está repleta de rincones y guiños para nuestros visitantes —explica José Ángel—. Parece una casa construida por hobbits y elfos”.
La construcción original es de piedra y madera noble. Los propietarios llevaron a cabo la restauración respetando el estilo tradicional y adaptando a su vez la propiedad a los criterios de sostenibilidad y turismo ecológico, de los que son firmes defensores. La casa dispone de sala de estar, cocina-comedor, cinco habitaciones y puede acomodar hasta 10 personas, con la posibilidad de añadir camas supletorias para niños.
También cuenta con una segunda cocina-comedor con chimenea, de gran amplitud, ubicada en una edificación adosada, una zona perfecta para reunirse en torno a la mesa a pie de jardín. Frente a la casa podemos encontrar también un horno de pan comunal que fue recuperado por los vecinos del lugar, situado junto a una fuente musical. Es uno de los puntos de interés del barrio, el edificio rústico catalogado más importante de la zona, en el que podremos apreciar cómo se hornea el pan de la manera tradicional.
Rincones con encanto y un aroma embriagador en una casa de cuento
La propiedad se completa con unos exteriores ajardinados, donde crecen fresas silvestres, y en los que podemos encontrar un pintoresco estanque y otros rincones con encanto. Además, por supuesto, de las estrellas del verano, que no pueden faltar cuando aprieta el calor: la piscina, que en este caso es de buenas dimensiones, y la barbacoa.
Hay otro detalle que no aparece en las fotos ni en las descripciones, pero que José Ángel destaca como uno de los grandes atractivos de La Mallada: “El olor”. “Todo está rodeado de flores y plantas aromáticas, agapantos, hortensias… pero sobre todo el olor de la flor del castaño, la candela, que es un aroma que te embriaga. Además, la casa está ubicada en un recuncho que hace que se potencie más esta sensación. Los visitantes se quedan alucinados”, comenta.
Un entorno boscoso con atractivos sorprendentes
El entorno de la finca, en plena reserva natural de los Montes Aquilianos, está repleto de bosques donde abundan robles, encinas, olmos, abedules, nogales, tejos… pero sin duda “el castaño es árbol-tótem de la zona”, según José Ángel.
Estas especies ofrecen a los visitantes sus frutos, con el sabor siempre especial del campo. “La gente que viene prueba los higos y las ciruelas y alucina”, comenta José Ángel. Además, nos brinda un producto muy sorprendente que elaboran allí mismo: “El champán de saúco, que es una bebida exquisita muy especial, cuando la gente lo prueba, no se lo cree”.
El entorno está salpicado con varias especies de árboles milenarios y reúne asimismo todos los requisitos para convertirse en un paraíso setero durante la temporada micológica. La Asociación Cantharellus de Ponferrada ofrece información y organiza talleres y actividades sobre el mundo de los hongos en El Bierzo.
El proyecto Trino, una apuesta decidida por la ornitología
Otro de los puntos más destacados de La Mallada lo encontramos en la ornitología. La casa está adherida al proyecto Trino (Turismo Rural de Interior y Ornitología), que apuesta por la ornitología como uno de los pilares del ecoturismo rural en Castilla y León. La casa, de hecho, cuenta con un balcón-corredor perfecto para sentarse a contemplar las aves con el precioso marco de fondo de los picos más altos de El Bierzo. Las vistas, asegura José Ángel, “son espectaculares”.
En el entorno de El Bierzo habita una gran diversidad de aves, desde grandes rapaces hasta una variada multitud de especies pequeñas. Para José Ángel, una destaca por encima de todas. “En las cajas nido que instalamos en los árboles de la finca suelen anidar trepadores azules, una especie que normalmente es muy esquiva y que aquí tenemos la suerte de poder observar de cerca; son preciosos”, señala.
La riqueza faunística de la zona se completa con especies como ginetas, tejones, osos, lobos, jabalíes o corzos, que se pueden observar en libertad. “Tenemos una gran diversidad tanto de animales como de plantas”, subraya José Ángel.
Dos zonas de baño fluviales en el entorno de La Mallada
En los alrededores de La Mallada podemos encontrar dos zonas de baño fluviales donde refrescarnos en plena naturaleza. La primera de ellas, en el barrio de El Río, en la propia Ozuela, “es una zona de baño más pequeña, de aire bucólico, en la que a veces podemos encontrarnos solos en el río”, explica José Ángel. La otra es la playa fluvial de Toral de Merayo, más grande y con servicios. Se encuentra a unos cinco minutos en coche.
En este pueblo, Toral de Merayo, tendremos a mano las facilidades básicas de las que no disponen Orbanajo u Ozuela, donde nos encontraremos mucho más aislados. “Es un enclave ideal para quienes buscan tranquilidad, porque no es un pueblo de paso. Está muy cerca de Ponferrada, donde tenemos de todo, pero a la vez está lejos en el sentido de que allí encontraremos aislamiento y sosiego; en dos kilómetros a la redonda no hay servicios, es un remanso de paz”, señala José Ángel.
Los atractivos naturales e históricos de El Bierzo
Para completar la experiencia, la comarca de El Bierzo ofrece atractivos naturales y alternativas de ocio rural de primer orden. Sobresalen, cómo no, Las Médulas, un entorno paisajístico espectacular originado a partir de una explotación de oro de la época romana. Las Médulas están declaradas Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ponferrada, con su castillo templario, es una ciudad donde podrás sumergirte en la época medieval. Se encuentra a apenas un cuarto de hora de distancia de La Mallada. Es asimismo un punto clave del Camino de Santiago en sus diferentes variantes: el tradicional, el de invierno, el francés, y el olvidado.
En el entorno encontramos otros atractivos como los ya mencionados árboles milenarios o diversas rutas senderistas y ciclistas para todos los niveles. Algunas de ellas recorren pueblos abandonados como el de Santa Lucía, donde todavía sigue en pie su iglesia, u otros núcleos que han logrado recuperarse con gran esfuerzo tras años de abandono. Es el caso de Ferradillo o San Adrián de Valdueza. También hay pueblos en la zona con mucho encanto, como Peñalba de Santiago, por ejemplo, en el mítico valle del Silencio.
Asimismo. existe la posibilidad de realizar turismo activo con alguna de las empresas de aventura que ofrecen sus servicios en la zona. O aprovecharse de la experiencia y el conocimiento del entorno que ha adquirido José Ángel después de treinta años: “La gente se sorprende cuando visitan los lugares que les recomendamos, es un entorno muy diverso y atractivo”.
En resumen, La Mallada y El Bierzo no dejan de sorprender e impactar a quienes descubren este impresionante enclave. No por nada lo eligieron los reyes de León para sus retiros veraniegos. Aquí encontraban paz, frescor, aislamiento y encanto. Justo lo que pretenden ofrecer desde hace tres décadas Nuria y José Ángel en su casa de ensueño.
«Y colorín, colorado, este cuento no ha acabado».
Miguel Perez
Me encanta el fútbol, leer, viajar, descubrir nuevos destinos y contártelos
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