La Selva de Irati, oxígeno y agua de Navarra

La relación de Navarra con la naturaleza es de sobras conocida. Se imaginan bosques, montes fronterizos con Francia y el País Vasco, las famosas Bardenas Reales (un desierto muy particular), y un fabuloso despliegue de seres mitológicos a cuya cabeza se dispone Mari, la Gea vasca.

Pero pocos se imaginan que en Navarra se encuentre un espacio de 17.000 hectáreas poblado por hayas, robles, abetos y una fauna sin cifras en delicada sintonía. Irati no es un bosque, sino una selva con más de 12.000 años de vida de crecimiento, la fábrica de oxígeno y agua de Navarra, pero también el hogar de pastos y el reclamo natural de viajeros.

Selva o bosque

Los matices que diferencian una selva de un bosque no son teóricos, de definición, porque ambos se entienden como territorio poblados de árboles (incluso desordenado), sino prácticos, de extensión. Se podría decir, puesta la vista sobre la de Irati, que una selva es una acumulación de bosques, una masa ingente y muy viva de naturaleza.

En Irati confluye una profusa mezcla de masas de hayedos, robledales, abetos, dirigida por el paciente cauce del río Irati y poblado por el extenso catálogo faunístico que se han registrado por tierra, aire y… ríos (o afluentes). 12.000 años no pasan en balde, aunque la experiencia humana no haya podido comprobarlo, porque en esta selva todo crece, aumenta y se enriquece.

No en todos sus siglos ha sido así, porque la acción del hombre ha traspasado algunos límites en su afán económico, en la explotación maderera que comenzó hacia el siglo XVI y que ha durado hasta prácticamente la actualidad. En favor de la naturaleza y de los ciudadanos que disfrutan con su contacto, la administración ha protegido en Irati diferentes zonas con diferentes valores.

Irati, conjuntos protegidos

Durante la gran parte del tiempo en los que el hombre habitó Irati, la selva estuvo protegida por los dioses de la mitología vasca. Iba Mari como figura principal y le seguían la familia de gigantes, como los Basajuan, los hombres del bosque, o los Tartalo, cícoples terroríficos.

Pero la protección de Irati es hoy más jurídica y responsable que legendaria: todo su perímetro está declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Se unen a esta figura otros espacios como reservas integrales o reservas naturales: la de Lizardoia (que cuenta con el embalse de Irabia y 64 ha de bosque), la de Mendilatz (con 199 ha) o la de reserva natural de Trisuibartea (de 55 ha de bosque de roble protegido).

La selva de Irati se encuentra al norte de Navarra, en los valles de Salazar y Aezkoa. Hasta el lugar se accede bien por la NA-2030 a Orbaizeta, bien por la NA-178 hacia Lumbier y Otsagabia. Por supuesto, son múltiples los recorridos disponibles para practicar senderismo y conocer el encanto, extenso, del lugar.

Más información | Selva de Irati